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Tras Nochebuena, la capital regresa a la vida

Las calles y parques estuvieron vacíos desde la mañana hasta pasado el mediodía, cuando algunos niños salieron a estrenar sus regalos; el turismo disfrutó del Centro Histórico

Foto: Domingo Valdez
26/12/2025 |09:35
Domingo Valdez
Corresponsal en QuerétaroVer perfil

Después de la celebración de la Nochebuena, la ciudadanía queretana descansa, dejando vialidades vacías, con poco tránsito vehicular y pocas personas caminando por las calles de la capital del estado. Tras las cenas navideñas, donde las familias se reúnen para desearse los mejores deseos, intercambiar regalos y, en buena medida, consumir bebidas espirituosas, la ciudad amanece en calma.

Avenidas como 5 de Febrero, Zaragoza, Constituyentes, Luis Vega y Monroy, Pasteur, Corregidora, Boulevard Bernardo Quintana, entre las principales, presentan una nula carga vial.

Las calles silenciosas sorprenden a los pocos que salen temprano a la calle, ya sea por trabajo o ejercitarse, quizá a pasear a sus mascotas. Cruzar una avenida con la luz verde de un semáforo o sin prisa, es una experiencia que no se vive a diario.

Foto: Domingo Valdez

Contrario a la víspera, cuando aún el 24 de diciembre se podía ver a cientos de personas haciendo compras de último momento en mercado y tiendas de autoservicio y plazas comerciales, que lucieron con filas para ingresar. También en el interior, donde en las cajas para pagar los clientes tienen que esperar unos minutos más de la cuenta.

La mayoría de las tiendas anuncian a la clientela el cierre a las 20:00 horas, para que los trabajadores también tengan la oportunidad de pasar la Nochebuena con sus familias. No así, en las sucursales de algunas cadenas de farmacias que brindan servicio las 24 horas al día, quienes, estoicos, tienen que pasar la Nochebuena en sus empleos.

En otros lugares, como las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), presentan movimiento moderado, con pocos pacientes que acuden el 24 de diciembre a consulta médica y con el personal de salud esperando las 20:00 horas para concluir su jornada laboral.

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En los hospitales muchos no tendrán celebración. Son familiares de pacientes hospitalizados. El 24 en la tarde-noche, afuera del Hospital General, muchas personas regalan comidas y cenas a familiares de pacientes que se encuentran internados. Incluso, el personal del nosocomio sale por comida para pasar la noche de guardia.

Muchas de quienes dan alimentos son integrantes de organizaciones religiosas. Otros, son familias que cumplen con una manda o lo hacen de buena voluntad, para brindar comida a quienes en estas fechas pasan por momentos de angustia por la salud de sus seres amados.

Foto: Domingo Valdez

Junto a ellos, el personal de salud que tiene que cuidar de los pacientes, dejando de lado los días de asueto y descanso, para cumplir con su deber y cuidar de quienes ven comprometida su vida o su bienestar físico.

Policías, bomberos, paramédicos, personal de empresas de servicios, son también algunos profesionales que cancelan las fiestas para cumplir con su trabajo, son los encargados de vigilar que el resto de la población disfrute con tranquilidad las fiestas. Para ellos la Nochebuena es una noche más de trabajo.

Otras personas acuden a los templos católicos a las misas de Navidad. En la catedral queretana el obispo de la Diócesis de Querétaro oficia la Eucaristía, donde exhorta a los feligreses a volver a las raíces de la fe.

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La misma noche luego se hace ruidosa, con la quema de pirotecnia por parte de personas adeptas a celebrar así la Navidad, pese a los exhortos de las autoridades para evitar el uso de fuegos artificiales, por ser un riesgo para la población.

Por la mañana del 25, la ciudad amanece en calma. Hasta pasado el mediodía se comienza a ver movimiento en las calles, o en parques y jardines, donde los niños salen a jugar con triciclos y bicicletas que Santa Claus les dejó por la noche, cumpliendo con su deber, como lo ha hecho durante siglos de tradición.

Foto: Domingo Valdez

Las familias se quedan en casa para el recalentado a la hora de la comida. Quienes abusaron de las bebidas espirituosas buscan aliviar los malestares del tributo a Baco. Quienes deciden salir, buscan mariscos, menudo, algo de comida picante que alivie sus “malestares”.

En las calles del Centro Histórico los turistas que pasan las fiestas decembrinas en la ciudad salen a pasear, a visitar los museos que permanecen abiertos, o los distintos templos católicos que abren sus puertas para recibir a los devotos que pasan a persignarse o para conocer su arquitectura. Poco a poco la actividad vuelve a las calles queretanas, tras un noche de reuniones familiares, de tradiciones, cenas, regalos y reflexión para quienes recuerdan el motivo de estas fiestas, que no es sólo recibir regalos, cenar pavo, romeritos, bacalao a la Vizcaína y ensalada de manzana. Para algunos, la Navidad es algo más espiritual, algo místico, intangible.

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