Este lunes, la corriente del río Querétaro llamó la atención de la ciudadanía. El agua alcanzó niveles pocas veces vistos en la capital del estado.

Las personas que pasaban en avenida Universidad, se detenían por unos momentos para grabar o tomar fotografías con sus teléfonos celulares.

Incluso, personas solas o en pareja se detenían a ver el espectáculo. Extraño, el agua no despide el típico olor nauseabundo que suele tener.

Sobre Universidad, poco antes de llegar el cruce con Guerrero, en dirección a 5 de Febrero, el asfalto lucía mojado. No se alcanzaba a distinguir de dónde provenía la fuga que encharcaba la avenida.

Sin embargo, “por si las dudas”, los peatones evitan pasar sobre la misma, o ser salpicados por los vehículos que circulan rápido por la vialidad.

Habilitan albergues

El municipio de Querétaro habilitó para los damnificados de las lluvias un refugio temporal en la Secundaria número 6 en Carrillo Puerto, para resgaurdarse en caso de presentar afectaciones por las precipitaciones que pudieran presentarse.

Personal de Protección Civil del municipio de Querétaro vigila el Auditorio Cultural y Deportivo Luis y Aurelio Olvera Montaño en la secundaria.

Afuera, una ambulancia estará las 24 horas. Dentro del sitio hay un auditorio con gradas (éstas cerradas para que nadie ingrese a esa zona) tiene en el área de canchas, una decena de colchonetas y catres, dispuestos a distancia segura, pues la emergencia sanitaria por el Covid-19 está vigente.

Se espera que los ciudadanos quieran pasar la noche fuera de sus viviendas si éstas fueran afectadas por las lluvias.

Hasta poco antes de las 14:00 horas del lunes, el albergue permanecía solo. Ninguna familia había acudido hasta esa hora a solicitar refugio.

Mientras, el personal de Protección Civil ultima los preparativos para tener el albergue totalmente funcional; se revisa la cisterna, para verificar que el agua sea potable.

También se tienen listos los artículos de higiene básica para la pandemia, como gel antibacterial, cubrebocas, termómetro. No se dejan cabos sueltos.

El personal de Protección Civil explica que en este albergue se pueden recibir hasta 100 personas y brindarles servicios de baños y comedor.

La comida, dicen, “aún se está gestionando, para tener listo todo en caso de ser necesario”, señaló un integrante del equipo de Protección Civil.

El personal de la dependencia municipal luce cansado. Han sido días de mucho trabajo, mucho estrés y adrenalina.

El agotamiento acumulado se nota en los ojos de los elementos encargados de salvaguardar la integridad de la ciudadanía queretana.

Tienen que seguir. La contingencia no termina aún. Hay que estar atentos a los reportes del clima, de las lluvias, de las crecidas de los ríos, de todas las variables que hay.

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