Querétaro, Qro.

Raúl Servando Caracheo Rodríguez es cirujano plástico desde hace más de 15 años, y hace una década realiza reconstrucciones de seno a mujeres que luchan contra el cáncer de mama.

En su experiencia, mirarse al espejo y verse sin cabello por las quimioterapias y sin un pecho por la remoción del quiste maligno, es un fuerte shock con el que muchas sobrevivientes al cáncer jamás aprenden a vivir. Por eso considera que su trabajo reconstruye el alma de las mujeres y no sólo sus cuerpos.

“Amo mi trabajo, yo veo en cada caso cómo las mujeres llegan a consulta disminuidas, con el autoestima por los suelos y con el temor de perder su matrimonio, y una vez que se les realiza la cirugía y se les coloca un implante, la actitud de las mujeres cambia completamente, se sienten confiadas y seguras en sí mismas”, comenta el cirujano.

Caracheo Rodríguez reconoce con pesar, que el comportamiento machista de la sociedad, es uno de los principales obstáculos que las mujeres con cáncer de mama deben superar.

“Desgraciadamente somos una sociedad machista, es brutal, las pacientes vienen con mucho miedo a perder su matrimonio, con ese estigma de que perdieron el apoyo de sus esposo, de su familia, por el hecho de la mutilación del cáncer, cuando salen a la calle pueden vestirse de tal forma que ocultan esa situación, pero en la intimidad es donde viene el conflicto más grande. Muchas mujeres cuando llegan al principio del evento del cáncer llegan con su esposo, y cuando están a punto de tener su reconstrucción llegan solas, porque durante todo el evento perdieron la intimidad con su esposo y perdieron también gran parte de su vida social”.

Durante toda una década, el cirujano ha notado importantes similitudes en cada uno de los casos de mujeres que buscan la reconstrucción de una o ambas mamas; la mayoría de ellas no le temen a la intervención quirúrgica, sino a perder su matrimonio.

Muchas de las pacientes, comenta Caracheo, inician las consultas médicas acompañadas de sus esposos, y al final del procedimiento están solas, ¿Por qué? Porque en el transcurso del proceso médico, la relación con sus parejas se desgasta y no tienen otra opción más que seguir adelante ellas solas.

Reconstruir sus senos y sus vidas
Reconstruir sus senos y sus vidas

Por eso hace un llamado a los esposos, hijos, familiares y amigos de las mujeres con cáncer.

“Entiendo que la salud emocional de la mujer muchas veces afecta a toda la familia, pero los esposos y la familia en general deben comprender y solidarizarse con las mujeres, porque es un proceso muy impactante y doloroso. Hablando de esta sociedad machista, la mujer es el sostén sentimental del esposo y de los hijos, ella soporta todos sus pesares los mantiene de pie, pero hay que ser empáticos con la pérdida que han tenido estas mujeres a causa del cáncer, porque cuando ella se siente mal no hay sostén para ella, ella es la mamá de todos y cuando se tiene una situación vulnerable la realidad es que están solas”.

Más allá del impacto emocional, comenta el especialista, la reconstrucción de un seno es una intervención quirúrgica relativamente sencilla y de pronta recuperación. Explica que si la reconstrucción se realiza en cuanto se remueve el quiste maligno, será un proceso más rápido pues se puede utilizar la propia piel del seno; si no es así, y la cirugía se realiza de manera posterior, entonces tiene que jalarse piel desde el vientre para tener piel suficiente y darle forma a la nueva mama.

“La reconstrucción de la mama tiene que ver mucho con el estado en el que esté la paciente cuando llega con nosotros. muchas veces la mujer llega recién detectada de cáncer y en ese momento se le hace la mastectomía y algunas mujeres son candidatas a que en ese momento se haga la reconstrucción de su mama, casi siempre es una prótesis. Sin embargo, cuando ya pasó el tiempo y la mujer no se reconstruyó de primera instancia, nos enfrentamos al problema de que la mujer ya no tiene piel en esa área o la tiene completamente pegada al tórax, en esos casos lo hacemos con los tejidos más prótesis, podemos tomar la piel del abdomen y con eso hacemos la piel de la mama, también usamos la piel de la espalda”.

“Generalmente las mujeres se recuperan pronto de estos procedimientos, son dos cirugías y a veces pequeñas cirugías en consultorio, se recuperan en un par de semanas y se incorporan a su vida normal”, comenta.

María Edith Ugalde Soria, lucha contra el cáncer de mama desde hace 4 años, razón por la cual perdió uno de sus senos y después se sometió a una reconstrucción de mama; recuerda que al mirarse al espejo no se reconocía, pues su cabello se había ido, al igual que uno de sus pechos.

“Como mujer te sientes incompleta, sientes que una parte de ti se ha ido para siempre, pero esta cirugía de reconstrucción te devuelve esa vida que tú crees que te faltaba”, comenta la mujer sobreviviente al cáncer.

Ella fue una de las pacientes del cirujano Raúl Servando Caracheo Rodriguez, quien reconstruyó su seno hace un año. recuerda que al entrar a cirugía sentía una mezcla de emociones, entre las que destacaba la ilusión de sentirse completa nuevamente.

A las mujeres que luchan contra el cáncer de mama, y a las que acaban de retirarles una seno, María Edith les pide que no se rindan. Por más desfavorecedor que parezca el panorama, asegura que lo importante es sobrevivir, la reconstrucción corporal vendrá después.

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