Marisol apenas se enteró que por ley debía de registrar ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a Rosita, su trabajadora doméstica, por lo que ya comenzó con el trámite.

Sin embargo, se encontró con que la tramitología que es engorrosa, lo que no la desanima, pero cree que muchas personas desistirán de cumplir con esta obligación como patrones.

Vecina de uno de los fraccionamientos más exclusivos de Querétaro, Marisol, casada con el director de unos de los muchos centros de investigación de la ciudad de Querétaro, señala que es una responsabilidad  brindar seguridad social a todos los trabajadores. “Es una cuestión de justicia social”, dice la mujer.

Explica que la obtención de los formatos es sencilla, pues se pueden obtener en línea, pero al momento de querer pagar en línea genera un documento que se llama Sipare, pero no se pueda pagar en línea directamente en el portal del IMSS, se tiene que pagar al banco.

“En mi caso, sólamente las empresas pueden pagar el Sipare en línea, no hay, no existe la opción para las personas físicas como yo, que no tenemos una actividad empresarial, que no tenemos una empresa.

Entonces, te complica hacer el pago, porque necesariamente voy a tener que asistir a una sucursal a hacerlo. No la están poniendo fácil. Llamé al IMSS para preguntar, y la señorita, de nombre Verónica, que me contestó, además de hacerme unas preguntas muy raras para estadística, cuando le pedí de favor que me explicara cómo hacerlo, me dijo que tenía que ir a mi banco, para que me dieran de alta el Sipare”, indica.

Luego, prosigue, no es tan sencillo como parece, por lo que preguntó quién le podía decir que este, como programa piloto, está complicado para las personas que quieren dar de alta en el IMSS a su personal doméstico, y que en su caso es la única trabajadora que tiene, que quiere cumplir, pero que lo quiere hacer de manera un poco más sencilla, como se hacen algunos otros pagos al gobierno federal.

“Poder ir al Oxxo, con mi tarjeta, directamente en el portal del IMSS, y su respuesta, bastante grosera, por cierto, fue que me fuera a hablar con el delegado del IMSS de mi región, para explicarle”, abunda.

COSAS QUE MEJORAR

Darle seguridad social a las trabajadoras domésticas, dice, es un intento bueno, pero sí hay muchas cosas que se tienen que afinar, porque no es tan sencillo. El registro, por ejemplo, que tuve que hacer, que me tardó unos 15 minutos, hay que hacerlo mes con mes. No queda registrado, hay que hacerlo mes con mes, teniendo que repetir el proceso cada vez que se vaya a hacer el pago.

“Ahora, una persona que tenga varias empleadores, que tenga que hacer esto mes con mes, se le va a complicar, porque en teoría la persona que lo hace es la trabajadora, no el patrón. Si no tiene acceso a una computadora, no tiene acceso a un correo electrónico, porque ella requerirá de un correo electrónico, no la ponen sencillo.

“Se tendrán que afinar muchas cosas. Ojalá muchas personas se sumen a esto. Al final de cuentas este tipo de acciones, [hará]que mucha gente se va a oponer a hacer, porque  a mí me aumentó el pago que tengo que hacer por el trabajo que hace la trabajadora doméstica en mi casa, en mil 271 pesos mensuales.

Cuando le comenté que esto era lo que iba a hacer, ella me pidió, por ejemplo, que mejor le descontara eso, que le descontara ese dinero, pero para que ella se pueda ir siempre a la misma hora. Como si le fuera a pedir que trabajara más porque le estoy pagando más”, subraya Marisol.

Todas esas cosas no han quedado claras, se debe de hacer más trabajo, pero espera que muchas más personas se sumen, pues al final de cuentas es un derecho que deben tener y que las protege a ellas y sus familias, añade la mujer.

Dice que para una trabajadora doméstica que tenga varios patrones, tendrá que dar de alta a todos cada mes, lo que se hace engorroso para ella, además que si no cuenta con una computadora se hace más difícil la situación.

“Si además estamos hablando de una situación que se va llevar a cabo a nivel nacional, y que en teoría es a partir de niñas, a partir de 15 años, y en muchos casos son personas que no tuvieron acceso al sistema educativo, muchas en una situación de marginación tremendas, que además trabajan en casas donde las mismas patronas, porque esto es una ayuda principalmente para las mujeres, no tienen acceso a internet, a lo mejor no tienen la computadora en casa, o a lo mejor cuando se den cuenta que en el porcentaje en el que aumentará el pago que tengan que hacer, o se niegan a hacerlo, o decidan no tener una trabajadora doméstica”, agrega.

Otra opción es que las patronas opten por registrar con lo mínimo posible a sus trabajadoras domésticas, lo que impactará en la pensión de la trabajadora del hogar, o de plano, no lo hagan, porque además el método que usará el IMSS para ver que se paga el seguro no está claro, a menos que vayan casa por casa, ironiza.

Marisol señala que en el caso del fraccionamiento donde vive, al menos 98% de las casas tienen una trabajadora doméstica, y son cerca de dos mil 500 viviendas las que hay. Imposible verificar si todos pagan IMSS, puntualiza

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