Querétaro, Qro.

Hace algunos años, los esposos Katia Audelo y Giovani Grimaldo iniciaron un proyecto para crear huertos urbanos en su hogar y desde entonces el proyecto ha alcanzado cada vez a más y más clientes. Pero cada año, en fechas decembrinas, la empresa familiar da un pequeño giro y se enfoca en la venta de árboles de Navidad vivos, es decir, abetos de ocho años de edad que se venden en macetas.

“Claro que puedes comprar un pino de Navidad de los que te venden en cualquier lado, pero esos árboles ya están muertos, fueron talados y nunca podrán volver a la tierra. Nuestros árboles están vivos, los entregamos en macetas y después de las fechas decembrinas vuelven a sembrarse y vuelven a vivir, ese es el mensaje de nuestra empresa: disfrutar de una tradición sin dañar árboles, sin afectar al medio ambiente”, comentan.

Árboles vivos

Katia y Geovani mantienen un proyecto familiar dedicado al cultivo de frutas, verduras y a la venta de distintas plantas a través del cultivo casero, es decir, con la creación de huertos urbanos, por lo que su empresa lleva el nombre de Huertos Urbanos Querétaro.

Además de diseñar e instalar los huertos en las casas de sus clientes, tienen a la venta de todo tipo de insumos y dan asesoría para mantener los huertos vivos y en buenas condiciones.

El concepto de esta empresa familiar, dicen, es promover el cuidado del medio ambiente, por lo que todos sus materiales son reciclables; en este sentido, la venta de arboles de Navidad en maceta encaja con la ideología de Huertos Urbanos Querétaro, y ambos dicen con orgullo que en la ciudad son pioneros en el tema.

“Sí hay algunos que venden árboles en una especie de costales con tierra, pero no son pinos, son arbolitos trabajados de tal forma que tienen la forma y el tamaño de un pino; pero, además, nuestros abetos tienen permisos de las dependencias oficiales, un número de serie, todo es legal y nos comprometemos a que cada árbol en maceta que vendemos vuelva a la tierra. La verdad, somos pioneros en el tema, nadie trabaja bajo este esquema de responsabilidad y con los permisos necesarios”, comenta Katia.

La emprendedora señala que este es el cuarto año que se dedican a la venta de arbolitos de Navidad en maceta. Todos los abetos tienen aproximadamente ocho años de edad, son traídos desde Amecameca, Estado de México, y se extraen de la tierra sólo cuando se confirma la venta.

La promoción y venta de los árboles inicia desde varias semanas antes de las fiestas decembrinas, pues iniciando el mes de diciembre los pinos llegan a Querétaro y comienzan a entregarse a domicilio. Katia y Giovani explican todo lo necesario a sus clientes para que el árbol se mantenga en buenas condiciones, para que a fines del mes de enero el árbol sea retirado de los domicilios particulares y se trasplante en algún lugar del estado, principalmente en zonas boscosas de la sierra.

“Los árboles sobreviven perfectamente al trasplante, pueden sembrarse nuevamente en algún área natural o algunos clientes eligen sembrarlo en sus patios o jardines. Como sea, nosotros siempre estamos vigilando el proceso para que se realice correctamente”, aseguran.

Pinos vivos: arbolitos que no mueren después de Navidad
Pinos vivos: arbolitos que no mueren después de Navidad

“Queremos que esta sea una experiencia redonda, que se cree la cultura de que el arbolito de Navidad tiene que volver a la tierra y queremos que las familias se involucren en eso. Siempre las invitamos a la siembra de los árboles de Navidad para que vean que sí es posible disfrutar de la tradición de adornar un árbol al mismo tiempo que permitimos que ese árbol siga viviendo”, comparten los emprendedores.

Ambos explican que los árboles en maceta que ellos venden ya no pueden ser extraídos una vez que vuelven a sembrarse, con lo que se garantiza que cada pino podrá echar raíces y adaptarse a su nuevo ambiente.

Los árboles de Navidad en maceta que ofrece Huertos Urbanos Querétaro tienen un costo de 2 mil 500 pesos. Para algunos puede parecer un gasto excesivo considerando que el árbol no podrá utilizarse el año próximo, pero para otros, como para Katia y Giovani, es un precio justo por disfrutar de la tradición navideña y permitir que el pino de Navidad continúe con su vida durante muchos años más.

Para sorpresa de ambos emprendedores, la emergencia sanitaria no frenó la venta de estos pinos de Navidad en maceta, lo que significa, dicen, que la conciencia ciudadana sobre la importancia de respetar el medio ambiente va en aumento.

“Créanme que a nosotros ni siquiera nos queda ganancia cuando nos dedicamos a la venta de árboles en maceta. Es mucho trabajo, terminamos entregas a veces en la madrugada y en enero continúa el trabajo de sembrarlos nuevamente. Es mucho esfuerzo, pero para nosotros vale toda la pena, lo hacemos por llevar un mensaje: que los niños en casa sepan que ese arbolito de Navidad volverá a la tierra y seguirá viviendo”, afirman.

“A la gente que no ha vivido esta experiencia les pedimos que se animen, que amplíen sus horizontes y vean que hay otras formas de celebrar lo que nos gusta y al mismo tiempo estar comprometidos con el planeta”, señala Giovani Grimaldo.

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