Querétaro, Qro.-

Desde que inició la contingencia sanitaria por Covid-19 en Querétaro, el Asilo San Sebastián cerró temporalmente sus puertas para proteger la salud de sus moradores. Esto representó un gran impacto emocional para los residentes, pues como medida de protección, de un día para otro, se prohibieron las visitas de cualquier tipo.

“Lo primero que hicimos fue suspender las visitas al asilo, lo hicimos incluso antes de que los gobiernos anunciaran las medidas de protección. Lo hicimos para proteger a los abuelitos porque son una población altamente vulnerable, no podemos permitir que el virus ingrese a esta casa”, dice Elizabeth Ugalde, directora del hogar para adultos mayores.

A puertas cerradas

Al interior del Asilo San Sebastián la rutina diaria cambió drásticamente: las visitas y actividades de recreación quedaron suspendidas, el personal administrativo que hace funcionar el lugar trabaja horas extras, las labores de limpieza y sanitización se han reforzado; Elizabeth comenta que no se tienen recursos suficientes para contratar a más personal, así que trabajan con lo que tienen.

La cocinera, así como algunos otros empleados tuvieron que dejar de trabajar por su edad o algún padecimiento crónico, así que el trabajo se reparte entre los que siguen laborando. Elizabeth Ugalde y sus compañeros se organizan para viajar en autos particulares, eluden el transporte público para evitar contagios.

“Han sido jornadas muy agotadoras, todos trabajamos horas extras, a todos nos toca cocinar, limpiar, cuidar a los abuelos, tenemos que hacer el trabajo de nuestros compañeros que ahorita no están. Pero el equipo tiene mucha disposición, amamos lo que hacemos y amamos a nuestros abuelitos residentes”, comenta.

Como cada tarde, los abuelitos del asilo se reúnen en la sala de entretenimiento, ven en las noticias que el virus alcanza cada día a más personas y es imposible que no se sientan nerviosos. Ellos comprenden la situación, algunos consuelan a sus hijos por no poder visitarlos, “no vengas a verme, quédate en tu casa, cuídate mucho”, dicen algunos mientras hablan por teléfono.

La contingencia sanitaria y el paro temporal de todas las actividades recreativas les provoca un sentimiento de soledad, “sienten que la gente los abandona”, comparte Elizabeth, quien explica que estas medidas son temporales y que pronto todo volverá a la normalidad.

El personal administrativo del asilo continúa con actividades internas, por ejemplo la celebración del Día del Niño, y próximamente el Día de las Madres, pero a los abuelos no les basta, extrañan las visitas de grupos escolares y las tardes de “Invita un café a un abuelo”.

“Sabemos que extrañan las visitas, pero los incluimos en todas las actividades para que se sientan acompañados, yo por ejemplo los invito a que me ayuden a preparar la comida, para estar platicando con ellos, que me cuenten cómo preparaban ellos sus comidas, esas cosas, aunque pequeñas, son muy significativas”.

De hecho, para recordarles que del otro lado de la pared hay gente que espera verlos y abrazarlos, Elizabeth Ugalde organizó una actividad llamada “Conversa con un amigo”, en la que empleados de la empresa Mapfre dedican algunos minutos de su día para hablar por teléfono con los abuelos del asilo.

“Es una actividad muy padre porque así ellos se dan cuenta de que fuera de estos muros la gente está pensando en ellos, que se acuerdan de ellos y les llaman aunque sea 10 o 15 minutos, eso les basta y les gusta muchísimo”, asegura Elizabeth

50 por 50.

Por desgracia, las afectaciones no han sido sólo emocionales, el mantenimiento del asilo pende de un hilo debido a que las donaciones han disminuido drásticamente. Las actividades recreativas que permitían recabar fondos, ya no han podido realizarse desde hace más de dos meses por la emergencia sanitaria.

Por esto, el equipo del Asilo San Sebastián organizó un reto llamado “50x50”, dicha actividad consiste en que 50 personas donen al asilo 50 pesos, y que cada una de estas personas invite a otras 50 más; de esta forma, detalla Elizabeth, el asilo podría cubrir sus necesidades básicas como son alimentos, medicinas, pañales y demás artículos de limpieza e higiene personal para los abuelos.

“Muchos de nuestros benefactores retiraron los apoyos por la situación económica, pero afortunadamente la respuesta de la gente ha sido muy buena ante esta actividad de “50x50”, algunas personas ya se están organizado para recolectar las donaciones y destinarlas al asilo, invitamos a toda la gente a que se sume, es para beneficio de nuestros abuelos y para alcanzar a pagar los sueldos de las personas que día y noche trabajan para ellos”

“A las personas que tienen un abuelo en casa, tengan mucha paciencia y amor con ellos, esta cuarentena también es muy pesada para ellos, invítenlos a cocinar con ustedes, que les cuenten una y otra vez sus historias, ellos necesitan sentirse amados y escuchados, necesitan sentirse incluidos y protegidos por su familia”, comenta Ugalde.

Cómo ayudar.

Las aportaciones pueden realizarse a través de depósitos en farmacias y algunas tiendas de conveniencia a la cuenta Banorte 4915663035007989. Para Asilo San Sebastian. O transferencias en Banorte al Asilo San Sebastian IAP. Código banco 0236. Cuenta 0536700885. Clave Interbancaria 072680005367008855 Plaza 9586 TEC 100 Qro.

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