El claxon de un automóvil se escucha rítmicamente cuando pasa frente a las unidades de los transportistas de la Amotac que ayer martes hicieron un paro para pedir, entre otras cosas, más seguridad en las carreteras. Esa es su principal preocupación, pues en muchas partes la violencia provoca que pierdan su patrimonio e incluso la vida.

Sobre la lateral de la carretera México-Querétaro, a la altura del puente del Papanoa, una decena de unidades de carga y turismo son estacionadas por sus operadores. No son de empresas, son los conocidos como hombre-camión, transportistas independientes, quienes tienen que salir a las carreteras todos los días para llevar el sustento a sus familias.

Los conductores permanecen junto a sus unidades. Buscan la sombra que les dan sus tractocamiones, autobuses y furgonetas. Participan en el paro al que la Amotac convocó a nivel nacional.

El tránsito en la zona se ve afectado por las unidades que ocupan la lateral de la carretera 57. Se prolonga hasta 5 de Febrero. Los camiones estacionados muestran pancartas donde piden seguridad en carreteras federales, reducción en el precio de los combustibles, una prórroga para el complemento de la Carta de Porte (documento que se debe llenar en el momento de cargar la unidad, aunque en ocasiones no se pueda por no existir internet en los campos), entre otras peticiones.

Además, se enfrentan a la competencia desleal de los dobles remolques.

Omar Alejandro Ortiz Muñoz, director general nacional de la Amotac, explica que el pliego petitorio se le envió en una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador para que conozca de primera mano la situación que viven como transportistas.

Subraya que la inseguridad es el principal flagelo que los azota. Debido a ello, incluso presentan carencia de operadores, pues ya ninguna persona quiere ser chofer por el temor que existe a los asaltos en las carreteras.

Hay puntos donde la inseguridad y los asaltos son más frecuentes. Tal es el caso de los Apaseos, en Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, la carretera México-Puebla, Hidalgo, Michoacán y en fechas recientes Colima, donde el crimen organizado se enfrenta con fuerzas de seguridad y cuando quieren toman camiones y les prenden fuego, incluso, las mismas fuerzas del orden en esa entidad les dicen que cuando haya enfrentamientos se resguarden, pues la delincuencia organizada los rebasa.

“Al quemarnos una unidad, prácticamente nos dejan sin nuestro patrimonio, porque el seguro no cubre esos daños, porque lo considera vandalismo. Incluso, existen lugares donde nos apedrean los camiones, nos rompen los vidrios, han provocado accidentes, nos lastiman a los operadores y el seguro no cubre eso, porque dice que es vandalismo”, enfatiza.

Agrega que también en esos hechos, al menos han muerto una decena de operadores, quienes han tratado de proteger su patrimonio y su vida, pero son asesinados en esos hechos violentos y en asaltos.

Precisa que otra de las peticiones que le hacen al gobierno federal es bajar el costo del peaje en las carreteras, pues cada vez aumentan más y las vías de cuota no ofrecen ningún tipo de servicio extra cuando circulan por las mismas. El seguro que ofrecen y que cobran nunca lo hacen válido.

“Tenemos también ese problema. El combustible es nuestra materia prima. El transporte no se mueve sin combustible. Teníamos la confianza de que el señor Presidente iba a mantener el precio de los mismos en un inicio y luego disminuirlos, pero nos damos cuenta que poco a poco, centavitos y centavitos va aumentando.

“Hay la sospecha de que habrá pronto un gasolinazo. La verdad es que el transporte de carga, en todas sus modalidades no tiene tarifas oficiales, estamos a la libre competencia y al estar así no podemos cubrir todos los costos, como mantenimiento, combustible, pago de seguros, impuestos. Necesitamos tarifas oficiales”, indica.

Comenta que en el caso de los transportistas dedicados al sector turístico, éstos fueron de los más afectados por la pandemia del Covid-19, pues apenas hace dos meses comenzaron muchos a reactivarse, aunque sólo en un 80%.

El transporte de carga, destaca, fue de los que sacaron al país adelante, porque no dejaron de trabajar a pesar de la emergencia sanitaria por coronavirus, pues tenían que mover mercancías por todo el país para evitar desabasto de alimentos, medicinas y productos básicos.

“Estuvimos trabajando con fletes fiados, baratos, pero nosotros nos pusimos la camiseta de que sabemos que tenemos que surtir la canasta básica del país, todos los productos que llegan a las mesas de los hogares, llegan a través del transporte de carga, pero sentimos que por parte del gobierno federal estamos totalmente olvidados”, recalca.

Los transportistas se reúnen en pequeños grupos. Pasan el tiempo platicando, se gastan algunas bromas, se cuentan anécdotas. Otros buscan en donde comer algo. Aprovechan los negocios de alimentos que se ubican en la zona para almorzar una torta, unos tacos. Lo que sea bueno para aguantar otro rato más.

Omar añade que hacer una manifestación los distrae de sus labores normales, “pero la falta de respuesta a nuestra problemática nos orilla a tener que recurrir a estas acciones. Esperamos que se ponga atención y se empiece a trabajar en nuestro pliego petitorio”, advierte.

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