Apoco más de cinco semanas de la llegada de la Navidad, ya se observa en el primer cuadro de Querétaro la venta de productos artesanales de la temporada.

Son decenas de ambulantes que se asientan en parques y jardines, pero que también caminan por las principales calles de esta zona, principal punto al que llegan los turistas, quienes se ven atraídos por los artículos que encuentran a su paso.

Esteban Julián, originario de Tlamacazapa, comunidad  de Taxco, Guerrero, lleva ocho años vendiendo sus productos artesanales en Querétaro, uno de ellos son las coronitas que se realizan con hojas de maíz.

Esteban también ofrece pequeñas piñatas, elaboradas a base de palma, material con el que también hace coronas, “aunque también traigo esferas para el árbol de navidad y canastitas para llenarlas de dulces”.

“Estos productos los traigo del estado de Guerrero, mis familiares los hacen allá y me los mandan. Mira la corona, vale 250 pesos, es palma picada. Adentro lleva un alambre y eso permite que la corona se doble y no se maltrate, es una garantía que no se quiebra, incluso es un producto que les puede durar varios años, la guardan en una bolsa o en una mochila”, explica.

Aunque Esteban destaca que tiene productos más baratos, como la corona de hoja de maíz, “esas valen 120 pesos, es un precio más económico que la corona de palma”.

“Esas esferas, la docena vale 170 pesos, son para adornar el árbol, mientras que las piñatitas, cada una cuesta 50 pesos, es otro tipo de adorno, el cual se coloca a la entrada de la casa y las canastas, también en 170 pesos cada docena, es para que se llenen de dulces y se entreguen como aguinaldos a los niños”.

Con optimismo,  espera que la ventas mejoren en los siguientes días, “pues apenas estamos iniciando con la venta de productos de Navidad. Yo calculo que desde el 25 de noviembre vamos a vender mucho más”.

Agregó que ya son decenas de artesanos, también del estado de Guerrero, los que recorren los principales sitios del Centro Histórico de Querétaro para vender sus productos, “son paisanos míos que también traen artesanía de la temporada”.

Refiere que ya lleva 12 años vendiendo este tipo de productos, aunque son ocho los que tiene en Querétaro. “Aquí vivo, rento un cuarto, antes de estar en esta ciudad vendía en otros lugares como San Luis Potosí, León y Dolores Hidalgo, entre otros”.

En otras épocas del año, refiere que la venta se da con otro tipo de productos, como son pulseras, sombreros, muñecas.

Ayer, Esteban estuvo un par de horas en la plancha del Jardín Zenea, pero no puede estar fijamente ahí, pues los inspectores no se lo permiten, motivo por el cual camina con sus productos, los cuales también comercializa en Plaza de Armas, Jardín Guerrero y las Plazas de la Constitución y de La Corregidora, principalmente. “Estamos un rato y después nos movemos, únicamente vendemos en el Centro Histórico. Los mejores días para la venta es el fin de semana, aunque ya estamos ansiosos de que lleguen los días buenos por la Navidad, eso esperemos nos incremente las ventas”, comenta optimista.

La artesanía, refiere, es un producto muy noble, “me llena de orgullo que me enseñaron mis antepasados a elaborarla, y gracias a ello ahora me permite tener un ingreso económico”.

De la palma, “yo sé elaborar muchas cosas,  por ejemplo un cesto para guardar ropa o una lonchera, eso también lo trabajo, la palma es una materia prima muy noble”.

En esa actividad, menciona que no tiene descanso, pues sale a la calle todos los días a vender sus productos, “diario salgo de casa alrededor de las 9 de la mañana y terminamos alrededor de las 10 de la noche, aquí ando con mi esposa y mi niña”.

Agrega que hay muy buenos clientes que valoran sus artesanías. “Eso lo observamos cuando nos pagan lo que les pedimos por cada producto, siempre los clientes nos tratan bien”, remata.

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