Gabriela Haydeé León Reynoso realizaba periódicamente sus mamografías, sin que éstas arrojaran resultados adversos.

Sin embargo, fue en el año 2016 cuando Gaby, como la llaman familiares y amigos, omitió la realización de estos estudios debido a que se encontraba fuera del país.

Al año siguiente, cuando volvió a realizarse la mastografía habitual, los médicos detectaron la presencia de un tumor cancerígeno en su seno izquierdo, mismo que ya había avanzado 3 de 4 niveles. Era cáncer de mama.

“Lloré tres días pero me levanté como pantera”
“Lloré tres días pero me levanté como pantera”

“Un año bastó para que apareciera el cáncer, por eso es tan importante no faltar a estas revisiones y eso que a excepción de ese año, yo siempre fui muy responsable con las revisiones, porque sé que en mi familia somos propensos a tener cáncer, varias mujeres de mi familia han padecido cáncer de mama”, platica la mujer.

Orgullosa, Gabriela León comparte a EL UNIVERSAL Querétaro, que luego de recibir la noticia lloró durante tres días seguidos, pero después se levantó fuerte y decidida a sobrevivir; por lo que le gusta compararse con una pantera, por la fuerza y la vitalidad que este enorme felino representa.

El principal motor para salir adelante, comenta, fue el amor de su familia.

“Lloré tres días seguidos pero después me levanté como una pantera, yo veía el sufrimiento de mi familia, en especial de mi hija, veía el miedo que sentían y eso me hizo levantarme y decirme a mí misma que no podía darme por vencida, que tenía que luchar”, rememora.

Para Gabriela León, el cáncer de mama nunca significó muerte, incluso asegura que esta experiencia la hizo valorar las pequeñas cosas de la vida y reconectarse con su familia.

Ahora pasa más tiempo con su esposo y sus hijos, y ha encontrado nuevos hobbies, como mantener en buen estado su jardín personal y hacer crecer su colección de flores.

Como la pantera que es, siempre ha ido un paso adelante de la enfermedad, por eso cuando inició sus quimioterapias ella y su esposo se raparon por completo, adelantándose a la inminente caída de cabello.

Hoy se encuentra libre de cáncer, y además de modificar sus rutinas diarias, también busca perfeccionar su cuerpo.

Recientemente se realizó una reconstrucción del seno izquierdo, donde fue detectado el cáncer, sin embargo, la reconstrucción no funcionó y tuvieron que retirar el implante.

Aún así, Gaby no quita el dedo del renglón e intentará nuevamente una reconstrucción mamaria, pues dice “soy muy terca y cuando me propongo algo, lo logro.

Me siento muy bien con mi cuerpo, a mí nunca me ha dado vergüenza mostrarme tal cual soy, sin un seno, pero aún así quiero la reconstrucción porque soy muy vanidosa, me encanta hacer las cosas que me hagan sentir bien, además creo en el poder de las reconstrucciones mamarias, creo en lo bien que hacen sentir a las mujeres que tienen una reconstrucción, el cambio en su ánimo, en su personalidad, siempre es para bien”, explica durante la entrevista.

Fue durante el proceso de recuperación, cuando Gaby conoció la asociación Mujeres Unidas Contra el Cáncer de Mama (Muccam), en Querétaro, ahí no sólo conoció a mujeres que, al igual que ella, son sobrevivientes a este tipo de cáncer, sino que también encontró la posibilidad de apoyar a otras mujeres, contando su historia de vida.

“Cuando llegué a Muccam lo más importante fue darme cuenta de que no estaba sola, a veces piensas que estas cosas sólo te pasan a ti, pero cuando conoces a otras mujeres que pasaron por lo mismo, cuando hablas con ellas mirándolas a los ojos, sabes que han sufrido lo mismo, y de verdad que eso no se compara con nada.

“Es maravilloso encontrar a gente que te entiende, y además saber que puedes ayudar a otras mujeres que están pasando por lo que tú ya viviste”, comparte Gabriela.

Orgullosa de ser una mujer que ha vencido al cáncer de mama, Gabriela León ha participado varias veces en las sesiones fotográficas organizadas por Muccam para conmemorar el 19 de Octubre, Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama.

Durante el último ejercicio fotográfico, y a través de la técnica Body Paint, realizada por artistas locales, Gaby posa frente a la cámara con su cuerpo desnudo, mostrando orgullosa sus cicatrices, pero también la imagen de una poderosa pantera, unas flores y también un colibrí, que representan aspectos importantes en su vida.

“Fue una experiencia maravillosa, desde la primera vez que participé, las lagrimas salían de mis ojos, eran lagrimas de felicidad, de saber que estaba viva. En esta ocasión pintaron en mi cuerpo una pantera, porque para mí representa la fuerza que hay en mí, las flores representan mi jardín y mi nueva forma de ver la vida, y el colibrí es mi mamá, que siempre está acompañándome”, describe.

A las mujeres de todas las edades, Gaby les pide ser responsables con las autoexploraciones mamarias, para así detectar a tiempo cualquier tumor cancerígeno.

“El cáncer no es muerte, sí hay vida después del cáncer de mama, pero para esto hay que detectarlo a tiempo, siempre hay que procurar evitar todo esto, el dolor, el sufrimiento, la presión de lo económico. Por eso a todas las mujeres les pido que se revisen, que se amen, eso es lo mejor que pueden hacer por sí mismas”.

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