A pesar de la crisis económica por la que atraviesan cientos de comercios, debido a la contingencia de Covid-19, los panaderos queretanos calientan los hornos y trabajan sin parar en una de las fechas más importantes para ellos, el Día de Reyes, donde la tradicional rosca es el platillo principal de cada familia mexicana.

Desde los primeros días de enero, en la tradicional panadería La Vencedora, con más de 70 años de historia, la familia Téllez Girón trabaja horas extras para producir la mayor cantidad de roscas de reyes, y en promedio hornean 300 piezas al día.

Aunque el panorama se ve prometedor, pues varias familias acuden sin falta a La Vencedora para llevar a su casa una tradicional rosca de reyes, lo que se ha vendido durante los primeros días de enero no se compara en nada con la demanda de años anteriores.

Margarita Téllez Girón, administradora de este negocio familiar, que surgió hace 70 años, confiesa que los panaderos trabajan al 50% de su capacidad, pues la crisis económica por el Covid-19 sí ha afectado sus ventas.

“Vendemos sólo la mitad de lo que nosotros acostumbramos vender en otros años, los panaderos hicieron sólo el 50% de la producción de roscas, lo que no queremos es que se nos queden roscas sin vender, porque eso también representa perdidas para nosotros, ha sido un año muy difícil y estas fechas son muy buenas para nosotros, pero en fin, hacemos lo que se puede.

“Sí notamos afectaciones en la pandemia, por ejemplo viene menos gente a comprar roscas, o los que vienen compran roscas más pequeñas, por el precio. De hecho el tianguis de Los Reyes siempre nos ayudaba mucho porque tenía mucha gente, pero ahora con los nuevos horarios todos se levantan muy temprano, todo eso afecta” comenta la comerciante.

En la parte trasera del negocio, los panaderos se encargan de amasar, endulzar, hornear y decorar roscas de todos los tamaños posibles. Hacen esta actividad desde las primeras horas del día, y calculan su producción con base en las ventas reflejadas.

“La misma gente nos va diciendo qué tanto podemos producir, según cómo veamos las ventas es que vamos horneando más roscas”, comenta Rafael Téllez Girón, sobrino de Margarita y uno de los panaderos más antiguos de la empresa familiar.

Sabor tradicional

En sus 20 años de experiencia, Rafael ha comprobado que la rosca de reyes es una tradición mexicana que se niega a desaparecer, pues cada año se tienen nuevos clientes, de todas las edades.

“Hace algunos años la mayoría de nuestros clientes eran personas mayores, pero con el tiempo vemos que vienen más y más jóvenes a comprar roscas para compartirlas con familia o con amigos, es una tradición que no ha disminuido, que no se ha visto afectada con el tiempo.

“Uno como panadero tiene que adaptarse a los gustos de las nuevas generaciones; por ejemplo, hace unos años no se usaba esto de las roscas rellenas, pero recientemente vemos que la gente comienza a pedirlas y entonces tenemos que comenzar a hacerlas también nosotros, es ir adaptándonos a lo que nos pidan los clientes. Esta fecha de Día de Reyes es muy buena para nosotros por la producción de roscas, y lo mismo el 2 de noviembre por el pan de muerto”, comenta.

Otra cosa que Rafael ha notado con el paso de los años, es la fuerte presencia de las grandes tiendas de autoservicio que también venden panes tradicionales, como la rosca de reyes o el pan de muerto. Sin embargo, asegura que los clientes no se dejan engañar y siempre vuelven a las pequeñas panaderías, donde se encuentra el verdadero sabor de éstas piezas.

“Ya vemos en los supermercados pan de muerto desde el mes de septiembre, o roscas de reyes desde varios meses antes, es porque son panes congelados y a lo mejor los clientes lo compran una vez, pero ya no vuelven a comprarlo, porque saben que sólo en las panaderías tradicionales se preparan las auténticas roscas, que es uno de los panes más aromáticos que existen, si se prepara de la manera correcta, no necesitan ningún tipo de relleno, porque el pan es rico por sí mismo”, enfatiza.

La familia Tellez Girón realiza cada rosca de reyes al más puro estilo artesanal, todo se elabora a mano y pieza por pieza; confían en que su sazón, que es la principal herencia familiar, es también lo mejor que tienen para ofrecer a las familias queretanas.

“Esto lo iniciaron mis papás, después de ellos seguimos mis hermanos y yo trabajando la panadería, ahora tengo sobrinos y nietos que también trabajan aquí, entonces ya son cuatro generaciones las que están en este negocio familiar. Prácticamente yo crecí entre panes y horno”, expresa la orgullosa panadera.


    


        ---- ¡Pásele, pásele! ¡Llévele, llévele!

        

        ¡$1,310 pesos las roscas de Reyes queretanas! ¿Cuántas le damos? ⬇ pic.twitter.com/7Nfhhp15ep


    — EL UNIVERSAL Qro (@universalqro) January 7, 2020


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