Con consignas como “¡No nos van a borrar!”, cerca de 100 personas trans y no binarias se manifestaron la tarde del sábado en tres plazas públicas del Centro Histórico y exigieron, por un lado, el reconocimiento de sus derechos constitucionales y, por el otro, el alto a la violencia y asesinatos de los que son víctimas y que van ligadas a la discriminación que viven.
El gobierno del estado, aseguró la activista Glenda Prado, trató de “reventar” su manifestación pues en Jardín Guerrero, donde comenzaron la movilización, estaba siendo ocupada también por un grupo evangélico y las autoridades les habrían pedido no cruzarse con ellos. Sin embargo, esto sólo provocó que las manifestantes recorrieran de ahí a Plaza de Armas y para terminar en la Plaza Constitución.
En entrevista, además, Prado aseguró que las colectivas queretanas que acompañaron la marcha celebran la prohibición de los Esfuerzos por Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género (ECOSIG), pero acotó que esto no significa que la violencia y discriminación contra estas personas haya desparecido.
“Es un gran avance, consideramos que, al vivir en un Estado laico, se debe respetar la ley tal como está en la Constitución y las cuestiones religiosas no deben entrar en las discusiones legislativas. La gente de las denominaciones religiosas no manda en este país, teóricamente aún nos gobierna la Constitución”, señaló.
Además, aseguraron que los “grupos de de derecha” como el Frente Nacional por la Familia comenzaron ya con el “acoso” contra los legisladores que a nivel federal y local promovieron la penalización de las ECOSIG y, consideró, es necesario que las personas trans y no binarias inicien una defensa activa de estas normas que establecen penas de entre dos y seis años de prisión por realizar estas prácticas.
“Tuve noticias de que el Frente Nacional de la Familia se está organizando para comenzar a atacar a los diputados que aprobaron esta legislación y nosotras tenemos que estar pendientes de eso para alzar la voz y evitar esta agresión de los legisladores federales y locales (sic)”.
El año pasado, recordó, esta legislación fue aprobada por un consenso partidista en Querétaro y este viernes se replicó a nivel federal; sin embargo, recordó que esto no implica la desaparición que, argumentando “la mentira” de que se trata de tratamientos médicos, buscan cambiar a las personas a través de “tortura”.
Asimismo, reconoció que, aunque estas acciones revelan que existe “tolerancia” por parte de la sociedad, eso no significa que la discriminación esté erradicada.
“No hemos tenido reporte en cuanto a la comunidad trans, pero sí ha habido rumores con respecto a eso, se mantienen sordeados esas cuestiones por el conservadurismo de muchas familias, se mantienen en lo oscurito y es muy difícil visibilizar esta situación, hasta que escapan y, en muchos casos son menores de edad”.
Lo único que piden, destacó, es el reconocimiento de sus derechos constitucionales, como ocurre con el resto de los habitantes del país y no, “como muchos sostienen”, que se les trate con privilegios.