Grandes mantas anunciando ofertas, música y empleados invitando a los clientes a comprobar los descuentos por el Buen Fin, se pueden ver en los comercios del primer cuadro del centro de Querétaro. Sin embargo, son pocos los clientes que entran a los locales y salen con productos. Los queretanos observan las ofertas, pero no “caen” en las mismas.

A través de las redes sociales los usuarios han desenmascarado a las tiendas, grandes y pequeñas, que dicen tener ofertas, cuando los precios que exhiben son los mismos. Los comerciantes tienen abiertos dos frentes: las redes sociales y sus denuncias y por otro la pandemia, que frena a muchos ciudadanos a salir a las calles.

Las calles de acceso al centro presentan congestionamiento vial. Los automóviles avanzan lentamente sobre la calle de Juárez. Guerrero, Hidalgo, Corregidora también presentan carga vial. Los lugares para estacionarse, normalmente ocupados, este fin de semana son aún más escasos.

Las aceras se aprecian llenas de personas que caminan de un lado a otro. Son familias completas. Los niños de las escuelas públicas gozan de un día de asueto, parte del segundo fin de semana largo de noviembre por el aniversario 111 de la Revolución Mexicana, además de ser quincena.

Los carteles con las ofertas, con descuentos de 30, 50 y hasta 70% de descuento se anuncian en locales grandes y chicos. Los comerciantes se unen a la campaña que surgió en 2011, imitando el Viernes negro estadounidense, para mejorar sus ventas previo a la temporada de fin de año.

"Pase y compruebe los descuentos que tenemos en nuestras mercancías. Descuentos de hasta el 50% en productos seleccionados. Adelante", se escucha a través de un altoparlante ubicado afuera de una tienda de blancos de una cadena comercial, en la calle 16 de Septiembre. Sin embargo, pocos son los clientes que entran al negocio.

Los locales de telefonía celular son algunos de los que tienen campañas más “agresivas”. En las entradas muestran los carteles típicos en colores blanco, negro y rojo, con la leyenda “Buen Fin”, junto con las ofertas en los dispositivos móviles.

Tiendas de ropa y zapaterías también son de las más participativas, ofreciendo además pago con tarjetas de crédito a meses sin intereses. Toda una ganga.

Quizá el hecho de que aún a la mayoría de las personas no les han depositado su salario, provoca que sean pocas las ventas que registran los negocios, aunque la mayoría de los comerciantes están seguros que los mejores días para sus ventas serán sábado y domingo… y esperan, se preparan, “velan sus armas” para recibir a los compradores ávidos de ofertas, de comprar, de recuperar esa parte de la normalidad que existía de antes de la pandemia de coronavirus.

Aunque eso no se puede del todo. Los comercios deben respetar las medidas sanitarias por la presencia del virus SARS CoV-2. Los accesos a los locales están restringidos a cierto número de personas. Las entradas a los locales están marcadas. Los establecimientos que tienen más de una entrada, cierran una, o la usan como salida para los clientes.

Más allá de las medidas sanitarias y el fin de semana largo, parece un viernes relativamente normal en el centro de Querétaro. Los bancos alrededor del jardín Zenea registran filas extensas para los cajeros y cajas. Eso es normal en días de quincena.

Lo que no es habitual es el dispositivo de seguridad, pues se pueden ver más policías de lo que normalmente patrullan la zona. Algo que no es exclusivo del centro. La mayoría de las plazas comerciales de la capital son vigiladas “con lupa” durante este fin de semana, para evitar los asaltos a los ciudadanos que acuden a hacer sus compras.

Las campañas de publicidad bombardean a los ciudadanos, convertidos en el “target” de alguien, de alguna compañía, de una marca, de un producto novedoso, de unos meses sin intereses, de una oferta.

En las estaciones de radio los espacios comerciales tienen algo en común: la frase “Buen Fin”. Ropa… en el Buen Fin. Zapatos… en el Buen Fin. Casas… en el Buen Fin. Todo gira en torno al Buen Fin.

En las plazas comerciales la situación no es diferente a la del centro de la capital queretana. Los diferentes negocios anuncian ofertas, descuentos, promociones. Sin embargo, son pocos aún los compradores que llegan. “El fin de semana habrá más gente”, pronostica un elemento de seguridad de una plaza comercial ubicada en el Anillo Vial Fray Junípero Serra.

Sin embargo, los tiempos son otros. Muchas personas, después de año y medio de confinamiento y de compras en línea, ven al Buen Fin como algo que no tiene que ser necesariamente presencial.

Las compras se pueden hacer de manera virtual, usando algunas de las plataformas de mercadeo en línea y que vieron durante la pandemia y la jornada de aislamiento social crecer sus ganancias. Sólo en el primer trimestre de 2021, las ventas totales de Amazon crecieron 44%, en relación al mismo periodo de 2020.

Mucha gente ve en las compras en línea una manera más segura, al menos en el aspecto sanitario, de participar en el Buen Fin. Así evitan las aglomeraciones en centros y locales comerciales.

Para otros, más que comprar, representa salir a la calle. Dejar el aislamiento, “darse permiso” para pasear, para caminar por las calles, como si una pandemia y su consecuente crisis sanitaria y económica fueran un mal recuerdo, aunque está latente todavía.

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