Avanza la primera quincena de octubre y en los supermercados ya se observan diversos artículos y productos relativos tanto a la tradición mexicana del Día de Muertos, como al adoptado Halloween.

Una catrina con un elegante vestido rosa y un tocado en color rojo se observa entre los anaqueles y, aunque en apariencia hace alusión a una tradición mexicana, este artículo fue hecho en China, señala en su etiqueta; el producto fue importado por una comercializadora mexicana, expone.

Tazas alusivas a la próxima temporada también se observan entre los pasillos, una de ellas llama la atención por el contraste que genera entre el color blanco de esta cerámica con el diseño colorido que forma el rostro de una catrina.

Son los primeros días de octubre y en los supermercados ya se adelantan a la venta de este tipo de artículos.

La fila para llegar a la caja es larga, pues abarca uno de los pasillos donde hay este tipo de productos, una madre regresa y toma una máscara que de terror, la lleva hacia su hija y le pide a la menor que constante que sólo se trata de un aditamento para el próximo Halloween, la menor lo corrobora y entonces continúan su trayecto.

Mercancía china invade ventas de Halloween
Mercancía china invade ventas de Halloween

Antifaces de catrinas y sombreros de brujas están hechos a base de diversos materiales que a su vez dan vida a estos artículos de temporada. Coronas con figuritas de espantapájaros para recibir a los visitantes de los hogares también pueden encontrarse en la variedad de productos y de artículos que se venden en esta temporada.

Aunque entre estos artículos destacan piezas de importación, que provienen particularmente de China, en algunos establecimientos también pueden observarse productos hechos en México.

Tal es el caso de las tradicionales calabazas de plástico que suelen ser utilizadas por quienes salen a pedir dulces. En un centro comercial de la zona metropolitana de Querétaro cuentan con estas piezas que son creadas en el país: “Hecho en México”, se lee en la etiqueta.

De colores rosa, azul, verde fluorescente o el tradicional color anaranjado pueden encontrarse en las piezas mexicanas.

Se acerca noviembre y es cada vez más común encontrar diversos productos alusivos a estas fechas en los establecimientos comerciales, plazas, tiendas de autoservicio, mercados, etcétera. También una amplia gama de disfraces, desde el atuendo completo hasta máscaras, sombreros, diademas, entre otros.

Las figuras decorativas para el hogar también son elementales en estas fechas.

En el área de frutas y verduras de los supermercados ya se observan las “Calabazas de Halloween”, cuyo kilogramo se vende en aproximadamente 89.90 pesos, de acuerdo con un establecimiento consultado en la capital del estado.

Con la misma figura se pueden encontrar tarros para galletas, cuyo costo llega a los casi 350 pesos. Las linternas con luz led, también con figuras de calabazas, pueden encontrarse en poco más de 400 pesos.

Las decoraciones externas como los inflables también se hacen visibles en los pasillos de los supermercados: el inflable de una catrina se vende en 718 pesos; el precio es el doble para el inflable de ese par de fantasmas tenebrosos que se vende en casi mil 500 pesos.

En estas temporadas, los disfraces y los artículos de ornamentación no son los únicos que se aglutinan en los exhibidores, pues en el área de panadería los tradicionales panes de muerto y las donas con diversas decoraciones también se hacen presentes.

Mientras que en las calles ya se ven en algunos locales y comerciantes ambulantes que cargan con la mercancía alusiva a las fechas.

“Ya andamos en la venta de esto [máscaras] las piden ahorita por lo del Halloween, y también para pedir calaverita”, relata Rufino Díaz.

Dice que a él le traen la mercancía para la venta de estos días, y por lo que alcanza a ver, las pacas de donde le dan los productos “son chinos, se ve luego luego, además se siente, están bien mal hechas, pero aun así la gente las compra por las fechas que se festejan”.

China, al ser la segunda potencia económica a nivel mundial, se ha convertido en el país al que muchos comerciantes le compran e importan sus productos.

Actualmente han surgido cientos de empresas gestoras de importaciones del país asiático, dando consultoría para poder importar los principales productos chinos como teléfonos celulares, ropa, electrónicos, metales y textiles.

Rufino espera el rojo para seguir ofreciendo sus máscaras, “en cada alto inicia una venta de mis máscaras chinas, que ahorita las doy en 150 o 200, otras más feas las doy en 300 pesos, chinas y todo, pero se venden”, concluye riendo.

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