Ser mamá es un privilegio para muchas mujeres que despierta en ellas el amor más puro que pueda existir, pero ¿qué pasa cuando se es mamá y al mismo tiempo se tiene que trabajar para sacar a la familia adelante y para poder realizarse como mujer? Estas son las historias de doña Lety y doña Paty, quienes trabajan en el mercado municipal Escobedo y lograron combinar su maternidad con uno de los trabajos más demandantes, que es ser comerciantes.

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“Crecí entre flores y mis hijos también”

Leticia Rodríguez Becerra es una mujer originaria de Querétaro, y desde generaciones atrás su familia se ha dedicado a trabajar con las flores, desde sus abuelos que se dedicaban a la siembra de flores, pasando por su madre María Elena Becerra, quien hace más de 60 años logró posicionar su propia florería, la cual sigue vigente en el Centro Histórico de Querétaro, así como su padre J. Guadalupe Rodríguez Morales, quien era conocido como el “maestro de la florería” en el estado, ya que él se dedicaba a la creación de paisajismos de flores y trabajó durante muchos años para el gobierno de la entidad creando bellos murales de flores.

Tanto la señora María Elena, como el señor J. Guadalupe le dejaron el amor por las flores y el legado de las florerías a sus 12 hijos, quienes en su mayoría también decidieron irse por este mismo camino y crear sus propios negocios.

Y así es como la señora Leticia Rodríguez logró crear su propia florería llamada Doña Lety, la cual tiene más de 40 años de tradición en el mercado Escobedo.

Ella tiene dos hijos, y aunque en la actualidad ya tienen 42 y 40 años, respectivamente, es gracias a esta florería que logró sacarlos adelante, incluso sus hijos lograron estudiar y graduarse como abogada y su otro hijo en comercio internacional.

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Doña Lety comenta que el ser madre, esposa y comerciante es complicado, ya que se tiene que dar el tiempo para poder atender a sus hijos, atender el negocio y cuidar de su hogar; sin embargo, afirma que con el amor y la organización necesaria se pueden combinar todas estas facetas.

“Te tienes que partir en tres: casa, mamá y negocio, aquí nací entre las flores, así que aquí siempre estamos, mis hijos aprendieron a trabajar, son gente trabajadora que aprendieron con el ejemplo”, subrayó.

Para doña Lety el 10 de mayo es un día de mucho trabajo, ya que al ser una de las fechas más demandantes para quienes se dedican a la venta de flores, a ella nunca le han celebrado en esta fecha exacta; no obstante, argumentó que es días después cuando sus hijos la llevan a comer a algún lugar.

“Nosotros tenemos mucho trabajo desde el 9, casi siempre nos quedamos a dormir del 9 para el 10 [de mayo] en el mercado, porque no nos damos abasto con los pedidos, por eso a mí no me festejan el mero 10, sino después cuando baja la venta me llevan a comer, pero sí, así me festejan”, describe doña Lety.

“Ser mamá y trabajar es una labor de tiempo completo”

Patricia Rodríguez González es otra mujer que también se dedica al comercio en el mercado Escobedo. Tiene 60 años de edad, se encarga de administrar el negocio familiar de chiles Pedro Huante, y desde hace más de 10 años ella vende todo tipo de chiles para cocinar.

Doña Paty también es madre de cuatro: su hijo mayor tiene 33 años, le sigue uno de 32, una de 28 y su hijo menor tiene 19 años de edad, y siempre ha buscado la manera de estar al pendiente de su trabajo y de su familia.

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“Trabajar y ser mamá es complicado y pesado porque tenemos la responsabilidad de estar al pendiente de los hijos, de ver que no les falte nada y como comerciantes estamos aquí todo el día”, expresa doña Paty.

Actualmente ella abre el negocio de 8 de la mañana a 6 de la tarde, y antes, cuando sus hijos estaban más pequeños, ella aprovechaba cuando estaban en la escuela para ir al mercado, ayudarle a su mamá y trabajar un rato, y de esta manera no descuidar tanto a su familia.

“Aunque el ser mamá es un trabajo de tiempo completo y el ser comerciante también tiene horarios muy extenuantes, tengo la fortuna de decir que he podido ser una madre presente y este es un trabajo que me ha permitido estar al pendiente de mis hijos, el ser mamá nos hace sacar fuerzas de donde no las hay”, afirmó.

Doña Paty menciona que a ella no le gusta salir a la calle a celebrar esta fecha, ya que es un día en el que tiendas, plazas comerciales y restaurantes suelen estar abarrotados, por lo que en su familia optan por festejarla en su hogar con una rica comida y regalos.

Ambas mujeres coincidieron al decir que el ser mamá y ser comerciante es algo muy difícil; sin embargo, el poder estar con sus hijos, sacarlos adelante y convivir con ellos todos los días, ya sea en el mercado o en sus hogares al terminar el día, es algo que no cambiarían por nada.

Reconocieron la labor que hacen todas aquellas madres que cuidan de su familia y que además se desempeñan laboralmente, ya que aseguraron que el ser mamá hace que las mujeres saquen amor, fuerza, responsabilidad y ternura, aunque no se pueda más.

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