Las máscaras de Baltazar son una tradición ancestral en el municipio de Corregidora, estas representan la identidad cultural y el legado que la población del municipio tiene ante sus tradiciones y creencias, por ello aquí en El Universal Querétaro te contamos sobre el significado y el proceso de elaboración de estos históricos objetos.

Se les conoce como máscaras de Baltazar a las máscaras que utilizan las personas que participan cada febrero en las celebraciones en honor a la Virgen del Pueblito, son únicamente los integrantes de las mayordomías entrantes y salientes quienes, de acuerdo con la tradición, pueden portarlas.

A dichas personas se les denomina Baltazares, y son quienes mantienen el orden durante los recorridos y festejos, pero también, de acuerdo con las tradiciones religiosas, son quienes al ponérselas, se convierten en los guardianes del inframundo, por lo que también se encargan de cuidar que las almas no salgan del más allá y así no molesten a la población o causen estragos durante los festejos a la Virgen.

Los mayores y las tenanches son quienes se encargan de preservar la tradición de las fiestas a la Virgen del Pueblito y por ello son solamente ellos quienes las deben de portar. Para estas celebraciones existen dos corporaciones que se encargan de toda la organización, que son los denominados de la primera y segunda danza o mejor conocidos como los entrantes y los salientes; los de la primera danza deben utilizar siempre la máscara roja y los de la segunda danza deben portar las de color negro.

La historia detrás de la elaboración de estas máscaras

Cristóbal Martínez Olvera es originario de El Pueblito, Corregidora, actualmente tiene 36 años y desde hace más de 24 años se ha dedicado a la artesanía.

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Él realiza diferentes tipos de productos como son el tallado en madera en relieve, joyería e instrumentos musicales prehispánicos y produce objetos de barro, pero una de sus principales pasiones es la elaboración de las máscaras de Baltazar.

En su familia él es la cuarta generación que realiza la máscara, pues este trabajo comenzó con su bisabuelo, quien se lo enseñó a su abuelo, este a su vez a su padre y fue él quien se lo enseñó a su hijo Cristóbal.

Martínez Olvera comenzó a elaborar las máscaras desde que tenía 12 años y explicó que estas piezas se hacen y se utilizan únicamente para las fiestas de la Virgen, ya sea para las personas que buscan pagar una manda o quienes forman parte de las corporaciones, por lo que no pueden venderse a cualquier persona ni mucho menos anunciarse a través de redes sociales.

Explicó que para elaborar cada máscara se tarda más de un mes, por lo que comienza desde junio a elaborarlas para tenerlas listas antes de cada febrero próximo.

De acuerdo con la tradición, estas deben ser de madera del árbol de copal, esto debido a que en la comunidad lo consideran como un árbol sagrado, ya que tiene el poder de la purificación, además de que es una madera muy maleable y ligera, lo que facilita el proceso de elaboración y hace que no pese el producto, además, esta madera desprende un aroma muy suave, lo que provoca que la máscara genere un aroma relajante para quien la utiliza.

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Martínez Olvera dijo que él y otros habitantes de Corregidora han trabajado en reforestar parte del municipio para así obtener la madera necesaria para las máscaras sin acabar con la flora de la demarcación, esto debido a que hace más de 15 años por la tala de estos árboles el municipio enfrentó problemas por la falta del árbol de copal.

“Mucha gente que ubicaba dónde estaban los árboles iban y los talaban para tratar de hacer sus propias máscaras, pero para una máscara cortaban un árbol completo y eso no es posible ya que un árbol para que crezca como lo necesitamos tarda hasta 100 años, entonces nosotros lo que hicimos fue reforestar una zona que tratamos se mantenga secreta y pusimos varias trampas para llegar a los árboles, además utilizamos madera vieja o incluso apolillada, así le damos un tratamiento especial a la madera para comenzar con el proceso de elaboración. Depende del tamaño del árbol, pero los que nos dedicamos profesionalmente a la elaboración de estas [máscaras], de un árbol sacamos en promedio 50 máscaras de diversos tamaños o más”, subrayó.

Afirmó que durante los últimos 15 años varios habitantes de Corregidora han buscado la preservación de este árbol y han sembrado 160 árboles de copal en las inmediaciones del municipio.

Otra de las características que tienen estas máscaras es que tanto las de hombres o mujeres deben portar cuernos reales de chivo; en promedio cada una tiene un valor que va de mil 200 pesos hasta los cuatro mil 500 pesos.

Detalló que cada una pesa entre 600 y 900 gramos como máximo, ya que durante los festejos a la virgen los Baltazares las utilizan por muchas horas seguidas, por lo que no deben quedar pesadas.

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Cristóbal mencionó que actualmente se utiliza pintura vinílica para su decoración, no obstante la tradición marca que deben ser pintadas con sangre de chivo, baba de nopal y cochinilla.

“Hay gente que sí nos pide que las pintemos con sangre real, a veces llegan y nos dicen que quieren máscaras de las viejas y las hacemos, pero para quienes no les gusta utilizamos pintura vinílica”.

Cabe decir que muchas familias heredan su máscara, por lo que cada cierto tiempo sólo se le da mantenimiento, y así existen familias en el municipio que llevan utilizando la misma máscara por más de una década.

Pese a los años, las máscaras de Baltazar siguen siendo un símbolo de tradición y misticismo en el municipio, las cuales la gente las utiliza con orgullo y las guarda como un verdadero tesoro.

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