Miriam Pérez Jasso y sus nietos caminan de un lado a otro ofreciendo botellas de agua y tortas a quienes esperan información de sus pacientes internados en el Hospital Se General de Querétaro, víctimas de la violencia en el estadio Corregidora. "En Querétaro no somos malos", dice al tiempo que sus ojos se llenan de lágrimas.

Poco antes de las 14:00 horas de ayer, dos ambulancias trasladaron a dos de los cinco pacientes que permanecían en el nosocomio. Un helicóptero del gobierno de Jalisco, a petición de los familiares, los trasladó a un hospital de Guadalajara.

Los familiares de los jóvenes hinchas del Atlas que fueron golpeados por suedoaficionados del Querétaro permanecen al interior del hospital.

Miriam, conductora de un taxi, decidió preparar 60 tortas y llevar botellas con agua para ellos y para quienes tienen pacientes internados y deben aguantar bajo el rayo del sol la espera para conocer el estado de salud de sus familiares.

Se mueve entre una decena de reporteros, camarógrafos y fotoperiodistas que también buscan información de la salud de los jóvenes que estuvieron a punto de perder la vida a manos de “aficionados” de Gallos.

Llevan de comer a familiares de víctimas de la violencia en el estadio Corregidora
Llevan de comer a familiares de víctimas de la violencia en el estadio Corregidora

“Ver las imágenes de todo lo que pasó este sábado en el estadio Corregidora fue una gran tristeza, la verdad.

“Toda la gente que viene [de Guadalajara a ver a sus familiares] uno no sabe cómo están económicamente y es poner un granito de arena dándoles una tortita y agua. Si de algo puede servir eso, de mil amores lo hace uno, para apoyar aunque sea un poquito”, indica.

La mujer señala que cuando se les acercan ella y sus nietos a darles algo de comer y beber, las personas les muestran su agradecimiento.

Sus nietos, una niña de unos nueve años y un niño de siete, ofrecen las botellas con agua a quienes se paran junto a las rejas del Hospital General de Querétaro. Cuando terminan con las que llevan, corren con Miriam para tomar más botellas y repetir la operación.

Originaria de la Ciudad de México, pero avecindada en Querétaro desde hace 15 años, afirma que le gustaría que la gente de todo el país supiera que “Querétaro y son diferentes a lo visto el sabado anterior.

“Fue algo muy triste. Mi hija se puso a llorar, yo también, porque no es posible. Mi hijo se enfermó de ver las imágenes, esperemos que agarren a los responsables y que caiga todo el peso de la ley sobre ellos”.

Las 60 tortas que preparó Miriam se terminaron pronto. Pasa lo mismo con las botellas con agua que agradecen propios y extraños, quienes ya llevan la mañana completa y lo que va de la tarde esperando información sobre amigos y familiares.

Rejas adentro

Al hospital entran cuatro ambulancias, dos de ellas de la Secretaría de Salud, una de Protección Civil y una más del Sistema Penitenciario.

Yanninck Nordín Servín, director del Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU) de Jalisco, entra al hospital con el personal que lo acompaña.

Previamente había dicho que el lunes serían trasladados vía aérea a un hospital de la zona metropolitana de Guadalajara dos de los cinco pacientes originarios de Jalisco que permanecían en Querétaro. Ello, a petición de sus familiares.

Aprovecha para dar las gracias a las autoridades de Querétaro por la atención que brindaron a los jóvenes jaliscienses que fueron lesionados durante el partido entre Gallos del Querétaro y Atlas, el pasado 5 de marzo, cuando se registró una batalla campal en las gradas del estadio Corregidora.

Dentro, dos ambulancias sirven de “muro” para obstruir la visibilidad de la decena de representantes de los medios de comunicación que observan a la distancia. Desde las rejas se puede observar cómo sacan dos camillas del hospital.

En la primera, al paciente lo llevan con sondas y bolsas de medicamentos de aplicación intravenosa. Minutos después sale otra camilla; un joven de cabello corto es trasladado, no lleva medicamentos y va levantando la cabeza. Ambos son subidos a las ambulancias de la Secretaría de Salud, que salen por la parte de atrás del nosocomio queretano.

Las ambulancias son escoltadas por dos motociclistas de la Guardia Municipal y por una unidad del SAMU. Minutos después las dos ambulancias “muro” abandonan el hospital.

Rejas afuera

Carlos Casillas, director del Centro Regulador de Urgencias Médicas (CRUM) de Querétaro, confirma poco después del mediodía que son cinco pacientes los que permanecen internados en el Hospital General, de los cuales cuatro tienen un estado de salud delicado y el de uno es grave. No confirma que dos pacientes serán trasladados en helicóptero, aeronave que llegó a Querétaro desde el domingo, pues el CRUM no hará ningún traslado fuera del estado.

Es decisión de los familiares hacer el traslado a su estado natal. Dice que la orden del gobierno del estado es apoyar a su contraparte jalisciense, y agrega que de los pacientes que ya no están internados, todos han sido dados de alta médica y ninguno ha sido trasladado por una cuestión de atención médica.

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