Ilse Alcántara, terapeuta cannábica en Querétaro, se reconoce como una de esas personas que, sin fundamento, criticaba el uso de la marihuana, al considerar que la consumían personas que al no poder ser felices tenían que drogarse.

Todo cambió después de sufrir una violencia que le dejó fuertes migrañas, problemas en el oído y la vista.

Su expareja sentimental, comenta, la golpeó durante casi tres horas, incluso le azotó la cabeza contra una pared. 
Por ello, debió recurrir a medicamento neurológico para soportar las secuelas, pero no se sentía ella misma, los efectos la alentaban y no coordinaba.

Amigos le sugirieron que fumara marihuana y comprobó que los síntomas disminuían, sin los efectos negativos.

Comprarla, explica, representaba riesgos; no le gustaba fomentar el narcotráfico ni tener que soportar que el hombre que se la vendía pensara que estaba interesada en entablar alguna relación carnal; decidió elaborar su propia medicina, lo que la acercó a otras mujeres que realizan productos medicinales de manera artesanal.

Tiene 10 años de ser consumidora de cannabis y tres años como terapeuta cannábica certificada, con productos que ofrece en su página Alma Kozmica Medicina Alternativa.

Ilse, la mujer que reivindica el uso terapéutico de la cannabis en Querétaro
Ilse, la mujer que reivindica el uso terapéutico de la cannabis en Querétaro

Quien le enseñó a usar la planta también le inculcó el deseo de ayudar a la comunidad, por eso siempre está dispuesta a regalar la medicina cuando se encuentra con alguien que la necesita y no puede pagarla.

Señala que hay quienes recurren al trueque y presume un tatuaje que le realizó una clienta a cambio de medicina.

El estigma hacia la marihuana viene de no saber que una planta tiene más de 400 cannabinoides y sólo uno de ellos pone “pacheca” a la gente.

Su formación como terapeuta 

Antes de ser terapeuta debió tomar diferentes diplomados y certificaciones, entre ellos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Conocer el diagnóstico médico sirve para determinar qué cannabinoide será el adecuado, la temperatura a la que se debe cocinar la planta.

No es lo mismo preparar productos para un adulto, una persona con una enfermedad terminal o una mascota, que para un niño con trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDH).

Puede usarse para ayudar en diferentes padecimientos, como ansiedad, depresión, insomnio, Parkinson, leucemia y otros tipos cáncer; de hecho, la mayoría de quienes la buscan son adultos mayores o personas con algún tipo de cáncer.

No estresar la planta es un paso importante, al igual que los procesos de secado, curado, macerado, extracción y elaboración final del producto.

Se considera la “señora de las plantas”, la cultiva de manera natural, como lo hace con sus papas, jitomates y romero.

Ilse Alcántara explica que es una actividad muy cara para quien desea consolidarse como empresaria; conseguir asesoría legal implica destinar alrededor de mil 500 pesos; un primer permiso, 15 mil; constituir legalmente la empresa cannábica, 35 mil; tener una máquina extractora de aceite (CBD), unos 54 mil.

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