La lateral de Paseo 5 de Febrero se convirtió en una banqueta de tres metros, esto cuando manifestantes la bloquearon a manera de protesta por la falta de infraestructura segura para ciclistas, peatones y personas con discapacidad en esta obra, lo que calificaron como “promesa incumplida” por parte del gobierno de Mauricio Kuri González.

En la primera concentración en la Plaza de Mariachi, colectivos de ciudadanos recriminaron que, a casi dos años de iniciada la mega obra que costó 6 mil 700 millones de pesos del erario estatal, no se haya garantizado en “ningún momento” espacios seguros para que estos grupos sociales pudiesen transitar la avenida más importante de la ciudad.

“Durante la construcción del carril confinado del transporte público, ciclistas y peatones se apropiaron del espacio y lo utilizaron como vía para transportarse, sin embargo, al iniciar funciones el uso de los autobuses se les desplazó sin garantizarles infraestructura, como banquetas o ciclovías, lo que revela que esta obra se basó en al improvisación”, recriminó uno de los manifestantes, integrante del colectivo Saca la Bici.

Por ahora, recordaron, las banquetas y ciclovías ni siquiera están terminadas, por lo que pidieron de manera urgente que las autoridades vuelvan a poner conos de seguridad en toda la avenida, para garantizar un espacio seguro, al menos, hasta que construyan “infraestructura digna”, la segunda de sus exigencias en la protesta.

Afirman que son necesarias banquetas amplias, ciclovías separadas, la instalación de plantas autóctonas del estado y el diseño de cruces a ras de piso que sustituyan los llamados “puentes antipeatonales” que llegan hasta quintuplicar el tiempo que una persona adulta mayor o con discapacidad tiene que recorrer para poder cruzar de un lado a otro de la calle.

Estos puentes, así como la falta de banquetas, son para los activistas además un riesgo latente para adultos mayores y personas con discapacidad, pues recordaron que estas personas no tienen las capacidades regulares de quienes pueden caminar y sortear los obstáculos que se encuentran por toda la construcción sin terminar.

“Invitamos al gobernador y al secretario de Gobierno, Carlos Alcaraz, a que caminen con nosotros, para que vean en carne propia… nos están condenando a morir en depresión, encerrados en las paredes de nuestras casas, por no poder salir a vivir la ciudad como el resto de los queretanos”, señaló una mujer en silla de ruedas que en su regazo cargaba un cartón con la leyenda “¿Y dónde está el Paseo en 5 de Febrero?”.

Tras el mitin, el colectivo salió de la Plaza del Mariachi y comenzó su recorrido, primero bloqueando Avenida Universidad y la lateral de 5 de Febrero. Después, en una imagen pocas veces vista, ciclistas hicieron una mega valla humana para construir una banqueta improvisada en el carril lateral, lo que implicó que agentes de Movilidad de la capital obstruyeran el carril central derecho por seguridad de los ciclistas.

Aunque la manifestación apenas superaba las 150 personas, el bloqueo posterior sobre de Prolongación Tecnológico sí provocó carga vehicular en carriles centrales y en las avenidas que iban cruzando.

Algunos automovilistas, molestos por el bloqueo, se detenían en pleno Paseo 5 de Febrero para recriminarles e, inclusive, uno intentó romper el cerco de seguridad sin éxito, pues los agentes de movilidad se lo impidieron en el acto.

Mientras los ciclistas se adelantaban, el contingente de personas en silla de ruedas, con muletas y peatones iba más lento detrás de ellos, resguardados por policías municipales y gritando consignas como “Kuri, camina con nosotros” o “Banquetas dignas, es lo que exigimos”, entre otras.

Al final, los ciclistas continuaron la manifestación hasta la colonia Obrera, y los peatones se detuvieron frente a la parada del autobús ubicada en el cruce de Epigmenio González, una zona en la que no hay forma de cruzar en automóvil o en taxi, pues ambos lados continúan en construcción.

Los obreros de las fábricas, quienes iban en los autobuses, aquellos que manejaban transporte de personal y hasta los mismos constructores que intentan terminar las baquetas manifestaron una y otra vez apoyo a los manifestantes, alzando los brazos, tocando el claxon y en algunos casos hasta caminando con ellos.

Hoy ya es 2 de abril de 2024, Paseo 5 de Febrero está por cumplir siete meses de retraso en su construcción y, recordaron los manifestantes, ni si quiera la promesa de que la obra estuviera terminada en marzo se cumplió, y el hecho de que hayan dejado al final la infraestructura para peatones revela que las prioridades del gobierno son sólo los automóviles.

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