Hay un personaje que diario limpia los parabrisas de los autos en el semáforo de Constituyentes y Luis Pasteur, lo llaman El Abuelito, aunque su nombre es Santiago, como Querétaro, donde tiene viviendo cerca de cinco años.
A sus más de 80 de años, El Abuelito se gana la vida limpiando parabrisas de las siete hasta las 10 u 11 de la mañana; dice que mientras tenga energía de caminar y no esté “malito” seguirá ganándose así la vida.
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Originario de Villahermosa, Tabasco, con muchos ánimos y tres dedos menos, perdidos en un pleito, Santiago lleva tres años limpiando parabrisas.
Cuenta que comenzó vendiendo cigarros y aguas, raspados y se desempeñó como bolero, pero la falta de las falanges lo limitó, hasta que le sugirieron que limpiara parabrisas... Y eso funcionó.
Aunque no saca mucho dinero (entre 200 y 500 pesos al día), el buen ánimo de la gente lo llena de ganas, muchos le dan monedas y billetes; otros, comida o prendas de vestir, cosas que agradece mucho.
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Platica que agradece a Dios por no haber caído en vicios. Dice que no come cualquier cosa, evita los embutidos y prefiere cocinarse él y comer saludable.
Aunque ya se ve viejecito, El Abuelo sortea los autos con agilidad. Un personaje de esos que se encuentran en las calles de Querétaro, Santiago, quien se gana la vida limpiando parabrisas, sonriendo y agradeciendo a Dios y a la gente que lo ayuda.