Nacer exactamente un 29 de febrero podría equipararse a adquirir el boleto ganador de la Lotería: lo consigue “uno entre mil”.

Festejar el cumpleaños cada cuatro, en vez de cada 365 días; enfrentar posibles dificultades al hacer trámites y llevar una existencia que podría considerarse “especial” llegan a ser parte de las emociones y las vivencias de quienes nacen el 29 de febrero. En Querétaro existen varios casos de personas en esta situación.

Noé Girón, un joven queretano de 27 años que creció en la colonia Peñuelas, asegura no sentirse impresionado por haber nacido un 29 de febrero, pero ve como un punto a favor poder elegir entre el 28 de febrero o el 1 de marzo para celebrar su cumpleaños.

Cuando cumplió ocho años, su mamá le organizó una fiesta en casa de sus abuelos con toda su familia. En 2012, cuando cumplió 20, también tuvo la oportunidad de celebrar con varios de sus amigos, a los que sigue viendo con frecuencia.

Sin embargo, Noé se habituó a festejar solamente cada 29 de febrero, ya que, comenta, esa fecha de verdad tiene una carga emotiva para él; en 2020 cumplirá siete años.

Estudió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Durante su etapa de estudiante en la Universidad, Noé trabajó en TvUAQ en el programa InSitu y en la elaboración de cápsulas para el programa “Oficios: el arte de ser”, así como en el semanario Tribuna de Querétaro hasta noviembre de 2015.

Después fue asistente de investigación de un académico de la UAQ y desde entonces se dedica a hacer análisis e investigación de opinión pública en redes sociales.

Gran parte de su trabajo se aplica a campañas de comunicación política, principalmente en el ámbito electoral. Actualmente trabaja en el equipo de un candidato en la campaña presidencial de Panamá.

Otro caso es el de Óscar Echeverría, quien nació el 29 de febrero de 1988, y ve su fecha de cumpleaños con alegría y sonrisas, ya que es como “nacer uno entre mil”. Considera esa situación con humor y como algo positivo: puede decir que tiene ocho años.

Fecha decisiva

Óscar prefiere festejar su cumpleaños el 28 de febrero, generalmente lo hace con su familia; aunque le han dicho que debería hacerlo el primero de marzo, explica que eso le causa duda. Sin embargo, hasta el momento asegura que no ha tenido dificultades para realizar trámites.

Recuerda con especial afecto una celebración de cumpleaños que realizó en la Huasteca Potosina, en la laguna de la Media Luna acampando con sus amigos.

Su mamá le cuenta que cuando nació, el doctor quería que lo registraran con fecha del primero de marzo, pero ella decidió que fuera con la del 29 de febrero.

Comenta que durante la década de los 90, la fotografía era un negocio en auge y su papá se dedicaba a este oficio y a cubrir distintos eventos; fue cuando Óscar comenzó a adquirir conocimientos básicos en esta materia.

Su gusto por esta área surgió cuando empezó a trabajar y se encontraba estudiando la carrera, pero desarrollándose en el fotoperiodismo, donde después tuvo una oportunidad en el ámbito laboral.

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