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Ciudadanos de buena parte del mundo y del país se dan cita en Querétaro, para la décimo quinta edición del Festival de Comunidades Extranjeras, que desde el primer día de actividades registra alta afluencia de visitantes.
Quienes acuden al evento, en el Centro de Congresos, pueden observar expresiones artísticas y culturales de países de cuatro continentes que se encuentran representados en ese espacio.
Los países africanos muestran sus artesanías y culturas únicas, con objetos coloridos hechos en madera, así como ropa de tonos vivos y diseños inspirados en sus entornos naturales.
Los países de Asia, principalmente de Oriente Medio, hacen gala de sus elegantes prendas de vestir y perfumes de aromas delicados. Su comida tradicional también hace acto de presencia con el falafel, dulces y el café preparado y calentado en arena.
Los stands de Palestina, Líbano y Turquía son visitados por un gran número de personas que se acercan a ver las maravillas de “tierras lejanas y exóticas”.
Otros visitantes prefieren los países asiáticos, como Corea del Sur y Japón, cuyas expresiones artísticas y culturales, en el caso del primero recientemente, y en el segundo desde tiempo atrás, llaman la atención de chicos y grandes.
Aunque algunos se llevan decepciones. Un niño, de unos seis años, se muestra triste, pues en el stand de Japón no ve a ningún ciudadano de aquel país. El lugar es atendido en su totalidad por mexicanos.
Es el caso de varios stands, en los cuales, si bien no todos, la mayoría son mexicanos y apenas uno o dos extranjeros.
“Me acuerdo que de los primeros festivales de comunidades extranjeras que visite sí eran ciudadanos de tal o cual país los que estaban representando a su país. Cuando ibas a comprar una cerveza alemana te la daba un alemán o una alemana. Ahorita ya son como franquicias del país. Sí, son productos alemanes, escoceses, ingleses, pero no ves a extranjeros, que también es lo interesante, conocer a personas de otros lugares”, explica Juan José, visitante.
Sin embargo, ello no es excusa para no comprar los productos que se ofrecen en los diferentes países. Cerveza alemana, acompañada de salchichas o pretzels, son obligadas para muchos visitantes, que buscan principalmente la bebida germana por su sabor y cuerpo, aunque por tener más grado de alcohol, se debe tener cuidado porque “pegan”.
Los países latinoamericanos también levantan la mano con su presencia. Costa Rica, Cuba, Colombia, Argentina no pueden faltar a la cita anual en el municipio de Querétaro.
Arepas, alfajores, mojitos, algunos platillos que se muestran en los stands latinoamericanos.
Los visitantes pasean de un sitio a otro. Después de un rato, algunos buscan lugar en las mesas que se colocan para que se pueda comer o beber algo de lo mucho que se ofrece.
De Países Bajos, la estrella es una cerveza que es casi un símbolo nacional de la nación conocida anteriormente como Holanda. Incluso, los tulipanes que decoran el stand están dentro de vasos con marca de cerveza.
Al stand llegan decenas de sedientos visitantes que buscan refrescar la garganta para seguir su camino de país en país.
Muy cerca, Escocia y su bebidas espirituosas también son socorridas, aunque el arranque de la venta de estos productos es a las 13:00 y hasta las 22:00 horas.
El espacio cuenta con un espacio infantil y otro de asadores, donde los más pequeños pueden tener actividades acordes a su edad, mientras que en la segunda se puede encontrar comida y un escenario, donde a lo largo del día se presentan diferentes expresiones artísticas.
El olor a la diferente comida abre el apetito. Pizza en Italia, paella en España, pretzels en Austria y Alemania, choripan en Argentina, arepas en Colombia, para todos hay gusto.
Una familia se divide. Mamá e hijo deciden comer pasta, papá opta por la paella. Para beber, refresco para el menor y cerveza para los adultos. Mientras comen, un grupo folclórico de India se presenta en el escenario.
También hay curiosidades, como la chamoyada thai de Tailandia, y que llama la atención de más de un visitante. “No parece del todo tradicional”, dice una joven mujer.
El ambiente entre los participantes del festival es positivo. Algunos dicen que esperan buena afluencia de personas durante hoy y mañana, más que la registrada el viernes, primer día completo de actividades, tras la inauguración el jueves por la tarde.
Otros confiesan que el precio del stand este año se elevó y por eso muchos expositores tuvieron que subir los precios de sus productos, lo que en algunos casos molesta a los visitantes.
Al salir del festival, personal del municipio de Querétaro realiza una encuesta a los visitantes; una queja es el precio de los productos y la calidad de los stands.
“Antes, aunque más chico, era más cálido, se sentía otro ambiente. Ahora es muy comercial, y en ocasiones no tiene la calidad que esperarías”, dice Lidia, quien en la encuesta respondió que no volvería a visitar un evento de este tipo.
