¿Cuánto por la máscara?, preguntan; 650 pesos, responde José Juan a la clienta que regatea el precio y busca mejores opciones para tener listo el disfraz por los festejos de Halloween y Día de Muertos.

José Juan Sánchez Piña, un locatario del mercado Escobedo en la capital del estado que se dedica a la venta de disfraces, dice que para estas fechas el principal atractivo son las catrinas, calaveras y personajes del más allá, con motivo de las fiestas por Halloween y Día de Muertos, que se festejan desde hoy y hasta el 1 de noviembre.

En el diálogo que se da en el regateo de precios entre vendedor y cliente, José Juan da opciones para no dejar ir la venta, “no se vaya, aquí va a encontrar la máscara que se ajuste a su presupuesto, hay algunas más sencillas que le cuestan 80 pesos, por supuesto que el material es menos duradero, pero también se verá bien”.

La clienta, seducida por el precio, aunque con un notorio titubeo, termina por aceptar este producto que se ajusta a su presupuesto, pero además acaba por también comprar un traje de hombre araña que va a adaptar para su festividad.

Crisis económica por la pandemia

Tiene casi 50 de años de dedicarse al comercio, es oriundo del barrio bravo de San Francisquito, y dice que este año su local estuvo cerrado más de seis meses por la pandemia del Covid-19, debido a que sus productos no son esenciales, “abrimos el mes pasado, nos ha ido muy mal.

“Estuvimos varios meses cerrados y en ese tiempo no recibí un solo apoyo de la autoridad, a pesar de que metí solicitudes, pero no me dieron ningún tipo de apoyo económico”.

Agregó que lo importantes es reactivar su negocio y esta es una de las fechas del año que mejor le va, aunque dice que en esta ocasión las ventas están 75% abajo de lo normal.

“Extrañamos mucho las ventas del año pasado, aunque no nos podemos quejar, estoy vendiendo alrededor de 20 disfraces por día en este momento, mucha gente se queja, pero nosotros intentamos ganarnos el sustento, pese a la competencia que tenemos con algunos comerciantes ambulantes que son tolerados por la autoridad”.

Enfatiza que en este momento se venden pocos disfraces y en la mayoría de los casos se llevan equipos económicos e incluso comenta que llegan personas y únicamente compran la máscara o el maquillaje que después ellos se aplican en casa.

“Para nosotros el Día de Muertos es una fiesta, por eso en este momento nos piden mucho las máscaras y trajes de diablas, también de Halloween, vampiros y catrinas, en la misma cantidad de años anteriores, pero sí viene la gente, que quizá este año no se disfrace para ir a una fiesta, sino para estar en sus casas”, expone.

El disfraz para un niño de ocho años de edad tiene un costo cercano a los 300 pesos, ese es el precio más económico, pues incluye máscara y traje sencillo, pero hay también trajes más caros, además de que tienen la opción de comprar maquillaje para que se pinten ellos.

Aquí, explica, se le vende un traje a la medida al cliente, pues tenemos máscaras que van desde los 80 hasta los mil 500 pesos o también se les da la opción del maquillaje.

“Un disfraz para adulto, no caro, sino a un buen precio se lo cotizamos en 750 pesos e incluso les damos un sombrero o un parche, nosotros nos adaptamos al gusto del cliente que lo que busca es preservar la tradición del Día de Muertos. Aquí encontrará trajes económicos”, indica.

Al terminar las festividades del Día de Muertos, Gilberto junto con su esposa e hijas, que tradicionalmente atienden el negocio, preparan la venta de disfraces para conmemorar la Revolución Mexicana y después Navidad y Año Nuevo.

Hay máscaras de políticos

Hay máscaras, explica, que siempre tiene una gran demanda en el transcurso del año, por ejemplo, de personajes del escenario político del país; en la actualidad “piden muchos las de Andrés Manuel López Obrador, pero también tenemos de Ricardo Anaya, Fox o Felipe Calderón”.

Pero la que más se vende en el local, asegura, es la de Ronaldinho, jugador brasileño que después de ser figura en el Barcelona o la selección de Brasil también jugó para los Gallos Blancos de Querétaro, “esa cuesta 650 pesos y si le sumamos la playera de futbol en 800 pesos sale todo el disfraz”, concluye José Juan.

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