Recibir paquetes durante los tiempos de confinamiento y aislamiento social se ha convertido en algo habitual. Las compras electrónicas han aumentado en estos meses, pero se deben tomar ciertas medidas al momento de recibir los productos.

Durante los meses de aislamiento, Jesús Estrada ha comprado varias cosas en línea, ya sea a través de plataformas o con las tiendas de autoservicio. “He comprado desde jitomates y cebollas, hasta regalos para familiares. Libros también. Incluso compré un horno de microondas, pues el que tenía en casa se descompuso”.

En un inicio, señala, no prestaba mucho atención a la higiene de los empaques cuando recibía los productos. Conforme empezó a surgir información en relación a que en las cajas y empaques podía vivir el SARS-CoV-2, causante de Covid-19, prestó más atención a la limpieza y el deshecho de cajas y paquetes.

Covid-19 puede vivir en el cartón; a sanitizar compras en línea
Covid-19 puede vivir en el cartón; a sanitizar compras en línea

“Leí una nota sobre una mujer de Nueva York que se contagió de Covid-19 por recibir comida en su departamento y que creían que estaba [el virus] en la caja de cartón y los recipientes de la comida. Pensé, de qué me sirve estar aislada si de todos modos tengo que recibir cosas.

“Comencé a investigar la manera. Una de las básicas fue no tener contacto con la persona que hace la entrega. Salgo con cubrebocas y me pongo guantes para recibir los paquetes. No los meto en casa y los lavo antes de meterlos, o por lo menos los desinfecto con algún líquido”, explica.

Recuerda que meses atrás se enteró de un servicio de entrega de frutas y verduras a domicilio. El proveedor armaba paquetes y los vendía a un precio razonable. Decidió comprar, y cuando los alimentos llegaron se dio a la tarea de lavarlos en el patio de su casa. “Me tarde dos horas, pero así lo hice”, indica mientras ríe. Sin embargo, algunos productos se maltrataron y no se conservaran más tiempo”.

“Ahora cuando quiero frutas o verduras me arriesgo a salir a una recaudería cercana. Compro lo que vamos a comer mi hijo y yo. Prefiero comprar pequeñas cantidades, aunque eso implique tener que salir un par de veces a la semana”, señala.

Experiencias desagradables

Jesús también ha tenido experiencias negativas. Recuerda que durante los primeros días del confinamiento pidió varios productos a una tienda de autoservicio. Le dijeron que el pedido tardaría en llegar dos días, debido a la cantidad de trabajo que tenían. Cuando por fin llegó no venía completo, algunos productos no venían en la presentación que había comprado y de todos modos se los cobraron. Dice que esto pudo ocurrir por el exceso de trabajo y la falta de experiencia para la entrega de pedidos durante una emergencia sanitaria.

Por ello, confía más en las diferentes plataformas de compras que ya tienen experiencia en el comercio electrónico, que cuentan con una aplicación y que además tienen un mejor servicio de entrega.

Explica que primero no limpiaba las cajas en las que recibía los productos. Luego, cuando decidió hacerlo por precaución, usaba gel antibacterial al que le agregaba alcohol, para hacerlo más líquido y poder rociarlo sobre las cajas de cartón o paquetes de papel en los que llegaban los productos.

Covid-19 puede vivir en el cartón; a sanitizar compras en línea
Covid-19 puede vivir en el cartón; a sanitizar compras en línea

Luego, a través de una plataforma de venta que usa compró dos botellas de sanitizante que hasta la fecha utiliza en los productos que adquiere.

“Es simple. Cuando llega un paquete salgo con cubrebocas y guantes a recibirlo. Trato de tomarlo de un sitio donde vea que no lo tomo la persona que lo vino a entregar. Todos somos ahora un poco hipocondríacos [ríe]. No meto el paquete a casa. En el patio tengo todo para limpiarlas.

“Antes de abrirlo rocío bien con el desinfectante la caja. Que quede toda empapada por todos lados.

“Ya que estoy satisfecha con la limpieza, saco los productos del interior. Dependiendo qué sean, los puedo lavar con agua y jabón, o utilizo el mismo desinfectante, en caso de que las cajas o productos no se puedan lavar.

“Es una doble sesión de limpieza. Primero el empaque exterior. Luego el interior. Y si se puede, también los productos”, comenta Jesús.

El caso de los alimentos es especial, pues muchos de los recipientes en los que viene no son herméticos o son de cartón, con lo que se complica su lavado.

Pone por ejemplo la pizza, que se entrega siempre en cajas de cartón. Dice que para sanitizarla usa su líquido limpiador. Luego con un paño seco frota la caja para que toda quede humedecida con el líquido.

Posteriormente, tras unos minutos, saca la pizza de la caja, la que coloca en una charola y así la sirve en la mesa.

“De por sí la pizza llega fría, imagina ahora todo el proceso de limpieza. Son al menos 15 minutos desde que se recibe hasta que la comes. Ya nos acostumbramos a la pizza fría”, indica.

Casos más sencillos

En el caso de otros productos comenta que la sanitización es relativamente más simple. Recibir un libro, medicinas, productos en frascos o envases de plástico, es más sencillo, aunque sí se debe de tener cuidado con su limpieza. Un libro, por ejemplo, no puede limpiarse con el sanitizante directamente.

Se debe de usar un paño húmedo en el líquido desinfectante para luego frotarlo y dejarlo en un lugar donde se pueda secar totalmente. Recibir paquetes en tiempos de pandemia es diferente. Lo que antes llevaba unos segundos, ahora puede demorar hasta dos horas para limpiar las compras. “Esto será la nueva normalidad. Esto llegó para quedarse”, dice Jesús.

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