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A la par del desarrollo de la vacuna contra el virus SARS-CoV-2, la investigación de tratamientos médicos es importante para terminar con la pandemia provocada por este agente a nivel global, afirma el doctor Sigfrido Rangel Fraustro, especialista en infectología y epidemiología y director médico en GSK México.
Explica que su firma, junto con Vir Biotechnology haciendo sinergia han desarrollado, desde abril de 2020, un anticuerpo monoclonal, llamado VIR-7831, que actúa directamente en la proteína del virus que se une a las células del cuerpo humano.
Al atacar esa proteína del virus, explica, se impide que entre a las células, al tiempo que mejora la respuesta inmune de las células infectadas, teniendo un doble mecanismo de acción.
“Impide que el virus entre en las células, y una vez que ya entró, mejora la respuesta inmune de las células infectadas destruyéndolas, evitando de esta manera que el virus se siga replicando en nuestro cuerpo. De esta manera, se ha creado esta terapia que tiene como objetivo evitar que los pacientes que hayan sido infectados por el virus progresen a fases más avanzadas de la enfermedad”, apunta el especialista.
Indica que esta terapia se desarrolló para atender a los pacientes que ya han sido contagiados por el SARS-CoV-2 que están en distintas etapas de la enfermedad, incluso antes de enfermarse, hasta el momento en el que la persona ya presenta síntomas más serios del padecimiento.
“El estudio que está por concluir se hizo en 87 países con más de 3 mil pacientes y que se hizo en pacientes mayores de 18 años y que fueron diagnosticados con la infección, que apenas comenzaban a desarrollar síntomas, y el objetivo era evitar que desarrollen complicaciones o inclusive puedan morir por la enfermedad. Este anticuerpo lo que va a hacer es evitar que los pacientes progresen a las formas más graves de la enfermedad”.
Precisa que la aplicación de este anticuerpo a los pacientes con enfermedades crónicas y que por la edad son parte también de la población de riesgo de generar complicaciones por la Covid-19 derivaría en evitar que progresen a estadíos más avanzados y graves de la enfermedad.
Apunta que se está en la fase final de la investigación, en la fase 3, la que se hace a gran escala de la población y es posible que en las próximas semanas se tengan datos de la eficacia y a finales de marzo se sometería a las instancias regulatorias, incluida la Cofepris, para tener la autorización de uso en pacientes con Covid-19, para que en mayo esté a disposición de la población. “Es un medicamento que pronto va a estar disponible en distintos países del mundo”, adelanta.
Señala que las dos cosas son importantes, tanto prevenir una enfermedad como curar a quienes ya se enfermaron. “Las dos estrategias son muy importantes. En el caso del SARS-CoV-2, es posible crear una vacuna porque hay pacientes que se enferman de este virus y se curan. Quiere decir que la respuesta inmune que produce el cuerpo en contra del virus, es adecuada.
“Las vacunas lo que hacen es simular, a través de inyectarle al paciente una porción del virus, simular esta infección y generar una respuesta inmune que sea adecuada para protegerlo en contra de la enfermedad. Esta estrategia de vacunación es buena, pero por otro lado es importante tener una estrategia de tratamiento para quienes ya se enfermaron”, precisa.
Rangel Fraustro precisa que este tipo de monoclonal combate todas las variantes que se han encontrado del virus, sin importar la forma en la que va mutando, pues la proteína que usa el virus para “fijarse” a las células es en la que actúa el VIR-7831, en el segmento que no cambia y permanece constante, ya que sólo una parte del virus es la que muta.
“Al ser esta porción conservada, esto significa que este anticuerpo monoclonal no solamente va a ser útil para las variantes que están siendo descritas ahora, sino potencialmente para otras nuevas variantes, es decir, todas esas variante descritas en Brasil, Sudáfrica, Reino Unido y en México, son susceptibles a tratarse con este medicamento. Ambas estrategias (vacuna y fármacos) son importantes”, aseveró.
Comenta que contrario a otros virus, como el VIH, en el que ha sido complicado desarrollar una vacuna, porque los pacientes no se alivian,el SARS CoV-2 se tiene el registro de que los pacientes se curan, por ello la importancia de desarrollar una estrategia de prevención y una de curación para quienes hayan enfermado con este agente.
Por otro lado, explica que siempre han habido virus que han atacado a la población.
A lo largo de los siglos, afirma, han habido epidemias que cada cierto tiempo han mermado a la población, estando en contacto con los seres humanos y desarrollando formas más sencillas de transmitirse, facilitando la proliferación entre la población mundial.
“No podemos ahora menos que reconocer que también cada vez estamos invadiendo el hábitat natural de muchos animales que probablemente no teníamos contacto tan cercano y que la urbanización y la explotación de naturaleza ha permitido que ahora estemos en contacto mucho más rápidamente con estos virus o con animales que tienen infecciones por estos virus y aprenden a sobrevivir en células humanas y a transmitirse eficientemente de un paciente a otro”, precisa.
Aunado a ello, agrega, las comunicaciones a nivel global son más rápidas, por lo que una persona puede estar en una parte del mundo y en menos de 24 horas estar en la parte opuesta del planeta, propagando de manera más rápida un virus con potencial pandémico.
“Algo que apareció en un lugar remoto de China, por un virus al que no nos habíamos expuesto, de repente se magnifica por la velocidad con la que las personas infectadas se transportan por todo el mundo”, puntualiza.
