La ciudad de Querétaro se pinta de verde, blanco y rojo. Las calles comienzan a reflejar el ambiente previo a las fiestas patrias que, para 2022, luego de dos años de no llevarse a cabo masivamente, vuelven a celebrarse.

Desde el pasado fin de semana las calles y centros comerciales de la capital queretana y su zona metropolitana se vieron invadidos por puestos de banderas y adornos tricolores, alusivos a los festejos por la Independencia de México.

Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro
Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro

Las mercancías son variadas, las hay desde las clásicas banderas, pendones y tiras para las casas, hasta vestidos para niñas, aretes, pines, bigotes falsos, cornetas y maquillajes tricolores, entre otros.

Cuadrillas de trabajadores del municipio de Querétaro se dan a la tarea de colocar los adornos en las calles y plazas del primer cuadro de la capital. Miles de luces iluminarán durante septiembre las noches queretanas, despertando el fervor patrio de los residentes y visitantes que decidan pasar las fiestas de la Independencia en la histórica ciudad de Querétaro.

El kiosko del jardín Zenea ya luce preparado para los festejos. Ahí fueron colocadas campanas de Dolores hechas con luces verdes, blancas y rojas, que por todos los flancos del monumento lo decoran y que apenas cae la noche y hasta pasadas las siete de la mañana permanecen encendidas.

Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro
Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro

Andadores y edificios públicos también ya lucen decorados para la ocasión. Las calles, poco a poco son terminadas por las cuadrillas de trabajadores.

Otras más, como Plaza de Armas, apenas este martes inicia a ser decorada. Sus árboles recién podados sirven para instalar los adornos alusivos a México y el inicio de su lucha independentista, que daría como resultado su nacimiento como nación libre, justo en la ciudad en la que se fraguó la insurrección contra la Corona Española.

Luego de 212 años, las calles queretanas no ocultan esa conspiración. Presumen orgullosas que fueron escenario de las primeras ideas de libertad, de una patria nueva, sin cadenas.

Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro
Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro

Los pendones con los colores patrios ahora se lucen con orgullo, en las fachadas de las casas, en los automóviles con adornos y banderas, en ocasiones en prendas de vestir que se venden en las tiendas departamentales, que también se suman a los festejos con mercancías de temporada.

El andador Madero, entre las calles de Allende y Juárez, comienza a ser decorado con sombrillas tricolores, que al igual que en otras festividades, como Día de Muertos y Navidad, servirá como escenario para que propios y extraños paseen y se tomen fotografías que se presumirán en las redes sociales.

La oferta de adornos es amplia, sin embargo, los vendedores, la mayoría provenientes del Estado de México, dicen que las ventas no acaban de “despegar”. Dicen que puede ser que aún no es quincena o están esperando que comience septiembre para comprar.

Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro
Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro

Pese a ello, no son pocas las personas que se acercan y preguntan precios. Una bandera, dependiendo del tamaño, puede costar de 150 hasta mil pesos, dependiendo el puesto y la zona. Los pendones, entre 250 y 500 pesos. Vestidos para niñas y trajes para niños, entre 250 y 350 pesos. Lo que se lleve dependerá del bolsillo de cada persona.

Estos puestos de banderas y adornos, hechos también en la ciudad de Toluca y zona metropolitana, se instalan en cualquier sitio donde la gente acuda en masa. Son comunes de ver afueras de las tiendas de autoservicio, en las entradas de fraccionamientos, en las calles del centro de Querétaro, y en donde las autoridades municipales otorguen permisos.

Estos puestos temporales son a los que más recurren los queretanos para comprar sus adornos patrios.

Ahora, sin restricciones, se prevé que las reuniones familiares vuelvan.

Al igual que la ceremonia de El Grito, en Plaza de Armas, en donde por dos años no se pudieron llevar a cabo de manera normal. Pero aún es pronto para esos preparativos, aunque en los súpermercados ya se anuncian las ofertas en tequilas y otros destilados para esas fechas.

También en estos lugares se ofrecen productos decorativos, aunque la oferta es más discreta. Algunos de ellos, en sus etiquetas, aseguran que son piezas hechas en México. En otros casos, sólo informan de la empresa importadora.

No sólo los edificios públicos y las calles se decoran para las fiestas septembrinas, también locales comerciales del primer cuadro queretano ya entran en el “ambiente patriota”.

Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro
Con luces, guirnaldas y un túnel de sombrillas, así se pinta de los colores patrios la ciudad de Querétaro

Decoran sus mostradores y aparadores con motivos nacionales. En algunos casos, las empleadas y empleados usan algún accesorio tricolor.

Lo mismo pasa en los restaurantes que cambian su decoración para estas semanas, en los cuales esperan un repunte en el turismo durante el fin de semana de las fiestas septembrinas.

Los festejos por el inicio de la Independencia de México son un buen momento para que los comercios y los prestadores de servicios obtengan un alivio económico ante la situación dejada por la pandemia de la Covid-19.

Además, son una oportunidad de levantar la moral, de tratar de recobrar la normalidad que paulatinamente regresa a la sociedad luego de dos años y medio de enfermedad, de miedo, de muerte. Es tiempo de celebrar, aunque con las medidas correspondientes, porque ante el virus SARS-CoV-2 no se puede cantar victoria.

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