Querétaro, Qro.-

Poco a poco las tiendas de ropa se reintegran a la nueva normalidad, adaptándose a diferentes estrategias para seguir vendiendo sin provocar más contagios por Covid-19.

Para lograrlo, muchas tiendas de ropa han clausurado el servicio de probadores y sanitarios, aunque sí aceptan que los clientes se prueben la ropa en sus casas y la devuelvan en caso de que las prendas no sean de su agrado.

Por otro lado, algunas tiendas aún manejan el servicio de probadores, asegurando a los clientes que todas las prendas son sanitizadas una vez que salen del probador, aunque esta es una actividad que no se realiza a simple vista. Así que lo único que queda es confiar en dichos procesos de limpieza.

En algunos establecimientos donde venden prendas de vestir, los clientes son tantos que hacen fila para ingresar y aprovechar las ofertas por el fin de temporada. Antes de ingresar, personal de seguridad toma la temperatura y proporciona gel antibacterial, verifica que los clientes usen cubrebocas y les pide que pasen por los tapetes sanitizantes.

"A ciegas", así es la compra de ropa en la nueva normalidad
"A ciegas", así es la compra de ropa en la nueva normalidad

Una vez dentro de la tienda, los clientes tratan de mantener la distancia de 1.5 metros entre cada persona, pero la mayoría no lo logra. Varias tiendas muestra leyendas en donde advierten que el ingreso de niños y adultos mayores está prohibido, pero este requisito no siempre se respeta.

Entre los pasillos se observa a madres y padres de familia que acuden a la tienda con niños menores de 5 años. Debido a que no se tiene servicio de probadores, manipulan las prendas lo más que pueden, sobreponen los ganchos con ropa al cuerpo de sus hijos, tratando de imaginar si la ropa va o no a quedarles.

“Desde que abrieron las tiendas no permiten usar los probadores, entonces es un poco jugarle a la suerte porque con la ropa nunca se sabe. En mi caso yo vengo por ropa para los niños y trato de llevar una talla más grande porque crecen rapidísimo y en algún momento les quedará, si es mas chica pues tendría que volver y cambiarla y otra vez calcular la talla, quiero ahorrarme todo eso, no puedo venir una y otra vez hasta que encuentre la talla correcta”, comenta Lupita Suárez Hernández, quien acude con frecuencia a una de las tiendas de ropa ubicada sobre Corregidora e Independencia, pues dice “siempre tienen rebajas, aunque no podamos probarnos la ropa, siempre venimos aquí”.

La falta de probadores es una de las medidas de salubridad ya conocidas por los clientes de esta tienda ubicada en el Centro Histórico, sin embargo, aún toma por sorpresa a algunos compradores.

Algunas personas ingresan a la tienda, comparan las ofertas, seleccionan la talla correcta, toman una, dos, tres prendas aún colgadas en los ganchos, se dirigen al final de una larga fila al interior de la tienda.

"A ciegas", así es la compra de ropa en la nueva normalidad
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“Esta es la fila para los probadores '', pregunta, pero la respuesta es negativa, “no tenemos servicio de probadores, pero ampliamos a 120 días el periodo de cambios y devoluciones, así que puede llevarse la ropa, probarla en su casa y si no le queda viene y se la cambiamos”, contesta uno de los trabajadores del lugar.

En su página de internet, la tienda aclara que todas las prendas devueltas por los clientes, debido a que deben cambiar de talla, son debidamente sanitizadas antes de ponerlas nuevamente a la venta.

Algunas personas sacrifican las ofertas por la oportunidad de probarse la ropa antes de comprarla. También en el Centro Histórico, un par de tiendas de ropa, calzado y demás artículos de uso personal, sí permiten el uso de probadores, y eso marca la diferencia para algunos clientes.

“Yo no puedo comprar algo que no se si me va a quedar, aunque digan que me lo cambian, no le veo sentido a que me lo pueda probar en mi casa y no me la pueda probar en la tienda, para mí es el mismo riesgo de contagiarse; entonces si una tienda me permite probarme la ropa, prefiero ir a esa tienda”, comparte Alma Delia Jiménez, clienta frecuente de esta cadena.

“Me sorprendí cuando me dijeron que tenían probadores disponibles, porque eso no todas las tiendas lo tienen, pero me parece bien, si ya están tomando todas las medidas de tomarte la temperatura, ponerte gel y todo eso, yo creo que con eso es suficiente”, afirma.

En dicho establecimiento, los empleados también aseguran que la ropa que la gente decide no comprar, sea llevada a un área especial en la tienda para sanitizarla antes de acomodarla nuevamente en los pasillos de exhibición.

De acuerdo a los especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el virus del SARS-CoV-2 puede vivir desde 24 a 48 horas en la ropa y superficies similares, debido a que la mayoría de las prendas de vestir tienen fibras absorbentes que parecen hacer que el virus se seque más rápidamente que las superficies duras.

Si la compra de ropa nueva es inminente, los especialistas recomiendan dejar la pieza sin usar durante 48 horas al llegar a casa; lavar la ropa nueva antes de usarla aumentaría el nivel de protección contra un contagio por Covid-19, pero reiteran que las medidas más importantes al momento de realizar esta actividad son las que ya todos conocemos: usar gel, cubrebocas, y de ser posible guantes y careta, debido a que la mayoría de estas tiendas se encuentran en lugares cerrados y concurridos.

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