Yazmín Fajardo y Abisag Basemat Morones son una pareja igualitaria que se casaron en Coahuila y encontraron en Querétaro oportunidades laborales más prósperas. Actualmente están en proceso de registrar a su primer hijo, pero en el camino han encontrado resistencia burocrática.

Ellas comparten con EL UNIVERSAL Querétaro sus avatares de vida e inspiración para seguir horadando el camino para las parejas igualitarias. 
Abisag  y Yazmín se conocieron hace seis años, en Guadalajara, y en julio próximo  cumplirán cinco años de casadas.

Radicar en Coahuila es una oportunidad de la compañía donde trabajaba Abby siendo gerente de campo. Al salir de  Guadalajara dejaron los prejuicios del trabajo, donde les cuestionaron su relación e incluso prohibieron tener la foto de perfil de ambas en el teléfono de la empresa.

Así es la lucha de dos madres para registrar a su bebé en Querétaro
Así es la lucha de dos madres para registrar a su bebé en Querétaro

Abisag recibe la oferta de cambiarse a la planta de Querétaro.  lla indica que “nuevamente fue otro cambio, otra estabilización y mudanza. En ese tiempo teníamos proyectos, Yazmín estaba iniciando su licenciatura en psicología y yo estaba terminando mi licenciatura en comercio internacional”, así que su prioridad fue terminar aunque ya tenían la visión de tener un hijo.

Una vez listas para dar el siguiente paso comenzaron los preparativos para planear el embarazo. “Fue cuando decidimos consolidar nuestra familia, ir al siguiente paso”, que es el embarazo a través del proceso de inseminación artificial, expuso Morones.

“Tuvimos un primer intento pero se perdió el bebé”, confiesa Abby, hecho que afectó emocionalmente y “aparte es mucha inversión, en tratamiento, medicamento, la muestra. Es muy costoso”. Aunque, para ellas, valió la pena.

El segundo embarazo fue un éxito y Yazmín indica que el proceso “fue lo que nos unió, las dos queríamos formar una familia […] y ahora estamos luchando [porque] queremos las mismas oportunidades que otras personas, no estamos pidiendo nada extra normal, y que pudiéramos hacer lo que hacen todos los demás y poder registrarlo”.

El registro, un camino tortuoso

Tras tener al bebé en brazos, el proceso ante el registro civil ha sido complicado.

“No pensamos que fuera a ser así de tedioso. Lo primero que hicimos fue registrarlo ante el IMSS”. Para la institución  fue su primer caso en el estado y “se pudo sin ningún tema”, refirió Abisag Basemat.

Ambas acudieron a la delegación de Carrillo Puerto. “Les dices [en el mostrador] es registro de parejas igualitarias, contestaron que no había problema. Me dan ficha. Y cuando empiezan a revisar los documentos, yo súper transparente vuelvo a decir ‘Oye, soy pareja igualitaria, aquí están mis documentos, los de mi pareja’. Y en cuanto les digo eso me dicen ‘Hazme el favor de esperarme afuera’. Me tienen esperando prácticamente una hora, sale el juez y me dice  ‘¿Sabes qué? No te lo puedo registrar, no tenemos todavía el permiso para hacerlo, no hemos hecho un caso de este tipo. Con la pena…’, y le digo ‘¿y mis derechos?¿por qué no?’ Y nos salimos de ahí”.

Nuevamente prepararon un segundo intento, ahora con documentación adicional del proceso de inseminación; “e hicimos una cita, pero ahora en la delegación de Epigmenio González. Y al llegar la chica [de atención] todavía tuvo la iniciativa, hizo llamadas, ‘Vamos a hacer lo posible’, pero de igual manera, estuvimos esperando otra hora y media para decirnos ‘¿Sabes qué?, todavía no tengo la modificación en el sistema para poner mamá-mamá. No puedo ponerte a ti como papá. Lo que les sugiero es que lo registren como mamá soltera’. Dijimos ‘¿porqué mamá soltera? Si estamos casadas, somos una familia’. Ella nos aconsejó: ‘Yo les sugiero que realicen un amparo y que nos obliguen a registrarte  a tu bebé o acudan a otro estado donde esté habilitado’”.

Una exposición como inspiración 

Ambas consideraron realizar los trámites en otro estado, pero “nos hizo cambiar de opinión ahora que fuimos a la exposición Fuimos Somos Seremos [que se exhibe en el Museo Regional, en el marco del 12º Encuentro de Diversidades],  al momento en que ves a todas las personas que han luchado porque nosotras [las personas de la comunidad LGBTTI]  seamos aceptadas, y que nos respeten a nosotras como pareja igualitaria. Fue por gente que luchó, que estuvo haciendo marchas. Fue ponernos a pensar ¿y por qué tendríamos que agachar la cabeza? O ¿registrarlo como mamá soltera? o vámonos de aquí. Ahí nace esta parte de luchar para que sea reconocido el bebé. Mi hijo es queretano y su derecho es que sea registrado aquí, no en Guadalajara, no en Ciudad de México, ni  en ningún otro estado. Eso es lo que estamos buscando aquí, y abrirle las puertas a los demás, que siente un antecedente y que no sufran lo que estamos batallando nosotros”. 
Actualmente llevan acompañamiento legal para lograr el registro del bebé de tres meses.

Consideran que en el estado no han sido víctimas de discriminación por ser una pareja igualitaria. Incluso “en la empresa en la que trabajo me dieron día de paternidad, ahora que nació bebé” detalló Morones. La sociedad y la iniciativa  privada van un paso adelante en el respeto, que las instituciones. “En el tema gobierno van muy atrasados (…) Si Querétaro acepta bodas igualitarias, seamos congruentes y que haya registros igualitarios” concluyeron.

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