El precio de la cebolla ha sorprendido a Laura, una mujer que acude al mercado general Mariano Escobedo, en la capital de Querétaro, a hacer sus compras.

Mientras compara precios en uno de los pasillos de frutas y verduras, relata que comprar de cuatro a cinco piezas de cebolla le ha costado cerca de 30 pesos; sin embargo, comparte que no puede prescindir de ella, debido a que la ocupa constantemente para preparar alimentos.

“Está bastante cara, a veces compro cuatro o cinco piezas y ya son más de 30 pesos, están bastante caras (las cebollas). (…) Para todo (se usan en la cocina)”, señala Laura.

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), en la capital del estado el kilogramo de cebolla se vende, en promedio, en 49.73 pesos, según un monitoreo de precios del 28 de septiembre al 4 de octubre de este año.

Se trata de uno de los productos con mayor alza en la primera quincena de septiembre; en Querétaro se reporta una inflación anual de 48.78%, expone el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

Sin embargo, Laura refiere que no es el único alimento con aumento en el precio, pues la papa, la calabaza y el chayote también están caros.

“La papa me parece que también anda algo cara, la calabaza, el chayote, es lo que he visto que anda un poquito más caro y el huevo también, el aceite”, enlista.

Ante el incremento en los costos, Laura ha optado por comparar precios y buscar aquellos lugares donde el producto esté a menor precio.

“Buscar precios, porque sí hay lugares donde los dan uno dos o tres pesos, un poquito, más económico; o reducir la cantidad que se le pone a la comida también, para economizar”, explica.

Añade que los aumentos en precios los ha resentido más en los alimentos en general, también en artículos de limpieza, no así en las prendas de vestir.

“En jabón para la ropa y los artículos de limpieza también ahí suben (los precios), nada más sería eso, porque en costos de ropa y de artículos, de zapato, siguen más o menos en el mismo precio, no aumentan mucho, hay unos más baratos y otros más caros”, comenta.

Lalo Hernández es comerciante en el mercado; externa que como consumidor también se ha visto afectado por la inflación, en especial al hacer las compras para su lugar.

Por ello, ha optado por disminuir las cantidades de lo que anteriormente compraba; respecto a los alimentos, ha decidido buscar marcas económicas.

“En cuestión de la casa, (lo detecta en) la despensa que normalmente se consumía, (elige) bajar las cantidades, sobre todo en productos que son de uso personal, de higiene personal, ahí no se puede, pero en cuestión de alimentos buscar variantes o productos más económicos, no tanto los de marca, sino que no sean de marcas tan reconocidas para que sean un poco más baratas”, explica.

Respecto a las ventas en su negocio, Lalo Hernández refiere que no ha tenido afectaciones por la inflación.

El comerciante agrega que el comportamiento de los precios está relacionado con las condiciones climatológicas que impactan en la producción de tal o cual alimento.

“Nosotros que nos dedicamos a (vender) frutas y verduras siento que no impacta tanto en la inflación, simple y sencillamente las condiciones del clima, por ejemplo, manzanas nacionales que hace dos meses no había, estaban arriba de 50 pesos, hoy están a 40, hasta 35 pesos, son productos que van dependiendo de la producción, la demanda y el precio”, explica.

El joven señala que el precio de la cebolla y la papa estaba arriba de 40 pesos el kilo; sin embargo, afirma que éste ha comenzado a bajar y puede encontrarse en cerca de 30 pesos.

“Hay productos como el limón que hace un mes estaban arriba y ya van a la baja, estaba a 40 pesos el kilo, hoy está a 30. La cebolla, la papa, estaban arriba de 40 pesos el kilo, hoy ya estaban debajo de 30, siento yo que no es tanto por la inflación, sino por la poca producción que hay en el campo, en este caso el campo queretano”, considera.

En tanto, Lalo Hernández espera a sus clientes en los locales 371 y 372 del tradicional mercado Escobedo, donde los consumidores pueden encontrar tanto frutas como verduras.

Cerca de estos locales camina María, de El Pueblito, quien hace referencia a lo elevado de los precios, en particular, refiere que el kilogramo de cebolla lo encontró en 48 pesos.

Sin embargo, también externa que no es el único alimento con aumento.

Levanta una bolsa con unos zapotes que acaba de comprar y puntualiza que ya es un lujo adquirirlos.

“Todo está muy caro, con la pensión que nos dan ya no alcanza, el kilo de carne 200 pesos, el kilo de manzana 45, el kilo de cebolla 45, sí está todo muy caro. (…) Esto es un lujo”, exclama mientras vuelve a mostrar la bolsa con zapotes.

Aunque también deseaba comprar chirimoya, desistió al encontrar el kilo en 52 pesos.

“Una chirimoya, en el lugar donde compro, con ese muchacho, porque me conocen, sale en 52 pesos, pero mucha gente no lo va a poder comprar”, puntualiza.

María, de El Pueblito, lamenta que el monto que recibe de pensión su grupo poblacional resulta insuficiente ante el impacto de la inflación.

Google News

TEMAS RELACIONADOS