[Publicidad]
Integrantes de la Legión de María, de la capilla de San Miguel Arcángel, del municipio de Querétaro, acuden cada semana al Hospital de Especialidades del Niño y La Mujer para acompañar en su dolor a los demás y donar un poco de café y pan, demostrando que, aunque sea con poco, siempre se puede ayudar y marcar la diferencia.
Lee también: Querétaro, tercer estado con menos embarazos adolescentes
Con lluvia, frío o calor, no importa si es día festivo o no, todos los lunes los integrantes de la Legión de María acuden sin falta a la clínica para hacer un poco de servicio social y ayudar a quienes viven algún problema de salud.
Justo afuera de este hospital, los voluntarios se instalan con una pequeña mesa de plástico para donar pan, atole o café a toda persona que lo solicite, pero lo más importante para ellos, es que junto a una imagen de la Virgen de la Inmaculada Concepción que también llevan consigo, se ponen a hacer oración para pedir por aquellas personas que se encuentran enfermas en el hospital.

Benito Luna Amador, integrante del grupo de la Legión de María, explicó que tiene dos años formando parte del grupo religioso, tiempo en el que cada lunes sin falta acude al hospital para brindar un poco de acompañamiento a las personas que atraviesan algún malestar físico y que están en ese hospital o a quienes acuden ahí en espera de un ser querido.
“Al venir, honestamente, sentimos mucha paz y tranquilidad, porque nosotros lo que venimos a dar es un poco de esperanza a toda esta gente que tiene mucha necesidad y preocupación por saber que los doctores de este hospital les den una buena noticia, y de saber que sus enfermos van a salir bien. Nos ha tocado mujeres que van a dar a luz y que vienen con alguna complicación médica, y pues a eso venimos, a pedir por los bebés, por los niños que están en tratamiento, nosotros pedimos porque Dios guíe la mano de esos doctores que trabajan aquí, y también pedimos por todo el personal administrativo del hospital, así como por toda la gente que está afuera del hospital, algunos duermen en la calle esperando noticias de sus seres queridos”, describió.
Mencionó que todas las personas que conforman la Legión de María tienen algo en común, que es el querer ayudar para cambiar la sociedad, reconocieron que aunque mucha gente no cree en la religión, es importante que las personas tengan fe y crean en algo, ya que eso los ayudará a pasar los momentos difíciles de sus vidas.
“Nosotros sólo somos instrumentos y nuestra Virgen es la que trabaja para ayudar a las personas, no tenemos otra indicación que seguir más que la de nuestra fe y el querer ayudar”.
Te podría interesar: Mujeres empresarias, motor de Querétaro
En tanto, Patricia Becerril de León, de 52 años de edad, también es integrante de este grupo. Expresó que cada lunes entregan más de 60 vasos de atole y entre 80 y 100 panes de manera gratuita a quienes lo piden, y aunque dijo que a ellos les gustaría llevar más alimento, afirmó que lo que dan es de corazón.
“Queremos traer una esperanza a todas estas personas que lo necesitan, sobre todo en este momento que tienen un familiar enfermo, ellos necesitan comer, pero sobre todo de la oración, aquí cerca venden alimentos, pero a veces no alcanza o está muy caro, entonces con atole y pan nosotros podemos ayudar un poco a que su situación sea más llevadera”, subrayó.
Explicó que en el grupo de la Legión de María hay aproximadamente 22 personas activas, y hay otras 15 personas quienes ayudan conforme sus horarios y actividades personales. Señalaron que la más pequeña es una niña de 12 años de edad, quien cursa el primer grado de secundaria; mientras que la persona de mayor edad ronda los 80 años.
Elena Sánchez Gómez, de 80 años, es otra de las integrantes del grupo católico y también acude al hospital. Ella dio a conocer que además de la labor que realizan en el lugar, semanalmente visitan algunos anexos del municipio de Querétaro, donde acuden a leer la biblia, llevan comida preparada y refrescos para compartir, y además crean círculos de diálogo con quienes se encuentran ahí para ayudar un poco a su proceso.

“Yo lo que le podría decir a los papás es que estén al pendiente de sus hijos, hemos visto muchas cosas sorprendentes que se pudieron evitar con una buena guía, con una buena relación familiar y con un buen ejemplo. Hemos visto muchas familias destruidas por las drogas, por los excesos y por no pensar las cosas, podemos empezar a preguntar a nuestros hijos ‘¿cómo estás?, ¿cómo te sientes?, ¿cómo te fue en la escuela?’ Y seguramente ellos, poco a poco, se podrán abrir con nosotros como adultos, hay que abrazar a los hijos y es necesario que los padres ejerzan su labor y no se los dejen a los videojuegos ni a la televisión”, expresó.
Los entrevistados coincidieron al decir que es importante que la gente quiera ayudar a quienes lo necesiten, ya sea con alimento, tiempo o simplemente escuchando, son acciones que poco a poco podrán hacer una mejor ciudad.
[Publicidad]
Más información

Nuestras Historias
Alimentan la fe en el Hospital del Niño y La Mujer

Nuestras Historias
Getsemaní conserva el espíritu del rock en Carrillo

Nuestras Historias
Susana heredó el amor por la cocina y ahora lo comparte

Nuestras Historias
Investigador de la UNAM Juriquilla propone una nueva estrategia frente al Alzheimer


