Tener un abuelo es una experiencia maravillosa, ya que con su cariño y paciencia nos enseñan cómo ser mejores personas a través de los valores y el respeto, cómo enfrentar la vida con una buena actitud, pero sobre todo, nos enseñan lo que significa el verdadero amor. A decir de ellos, el ser abuelo también es una experiencia única, pues el amor por un nieto es incomparable.

En México la fecha oficial del Día del Abuelo es el 28 de agosto, en esta fecha se suele reconocer y homenajear a quienes han sido pilares en las familias y en su rol de cuidadores, guías y transmisores de valores se han convertido en figuras importantes en las familias mexicanas.

Esta fecha se estableció en 1983, con el fin de honrar la sabiduría de los adultos mayores, así como para promover una cultura de respeto hacia la vejez. Este día muchas familias se reúnen, comparten momentos especiales y agradecen las enseñanzas de sus abuelos.

También muchas familias suelen visitar los panteones y llevan flores para los abuelitos que ya se adelantaron.

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La voz de los abuelitos

Javier Corona Salinas es originario de Pachuca, Hidalgo, tiene 83 años y junto con su esposa, María de Jesús García Rodríguez, vive desde hace cuatro meses en el asilo San Sebastián, en el municipio de Querétaro.

Él se dedicó a trabajar como contador en el Estado de México, y no fue hasta que se convirtió en una persona de la tercera edad que dejó de laborar, desde entonces sus hijos se hacen cargo de ellos.

Explicó que su hija Claudia Angélica y sus nietos residen en Querétaro desde hace varios años, por lo que optaron por traerlos a este estado a vivir. Él tiene dos nietos: Mariano y Camila, tienen menos de 30 años de edad y laboran en empresas de la demarcación.

Explicó que el ser abuelo es un sentimiento único, diferente al que se siente por los hijos y casi indescriptible, ya que sus nietos se convierten en sus tiernos cómplices.

“Mi hija y mis nietos se desarrollaron a la distancia, ya que por mi trabajo no pude convivir tanto como hubiera querido porque tenía que sacar el dinero para los gastos de la familia, pero mis nietos son personas que trabajan mucho y se esfuerzan por ser mejores, estoy muy orgulloso de ellos y el convertirse en abuelo es algo indescriptible, están al pendiente de nosotros y me gusta mucho convivir y platicar con ellos”, precisó.

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Corona dijo que aún no es bisabuelo, pero se mostró esperanzado a que la vida le permita tener más tiempo para seguir conociendo a su decencia.

“Mi nieta me platicó que apenas está conociendo a un chico, yo le deseo lo mejor y que cuando ella esté preparada y lo quiera pueda convertirse en mamá”.

Por su parte, Juan Huerta Rangel tiene 85 años y también se encuentra en el asilo San Sebastián; él es originario del municipio de Querétaro y durante su juventud se dedicó a trabajar como panadero, así como entrenador deportivo de boxeo.

Tuvo 11 hermanos, nunca se casó y tampoco tuvo hijos, pero al tener tantos hermanos se convirtió en el padre de muchos de sus sobrinos, ya que —aseguró— entabló una excelente relación con sus sobrinos a quienes cuidó, enseñó y guió, labor que sigue hasta la fecha.

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“Me hubiera gustado tener hijos propios, pero con mis sobrinos es como si los hubiera tenido, hasta la fecha sigo pendiente de ellos y ellos de mí (...) Las tecnologías es lo que nos ha amolado porque los jóvenes están tan metidos en lo digital, ya no hacen caso de las personas en vida, ni a sus abuelitos. A los abuelitos hay que aprovecharlos porque son personas sumamente inteligentes, pero quizá ya no tengan tanto tiempo de vida como quisiéramos, el tiempo pasa rápido y no hay que desaprovecharlo nunca, ojalá eso lo puedan entender los más jóvenes”, precisó.

Elena Álvarez también vive en el asilo, afirma que se siente orgullosa de tener una familia grande, ya que el ver crecer a hijos, sobrinos y nietos es un sentimiento de amor que no se puede comparar.

“Un abuelito es una persona que tiene mucho amor para dar, no importa que sean propios o no, un abuelito es una persona de cabello canoso y caminar lento, pero es un ser de gran corazón y de mucho amor, ojalá todas las personas tuvieran la dicha de tener en su vida a sus abuelos para que así todos conozcamos el amor desinteresado que sólo ellos nos pueden regalar”.

En el Día del Abuelo, los tres entrevistados llamaron a las juventudes a reconocer a sus abuelos, a pasar tiempo con ellos y valorar su presencia, ya que afirmaron la compañía, atención y cariño es el regalo más valioso que les pueden dar.

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