Por primera vez en la historia del estado, 86 personas en prisión preventiva ejercieron su derecho al voto de forma anticipada en los penales de Querétaro, en un operativo que busca garantizar este derecho constitucional para aquellos individuos que aún no tienen una sentencia firme.
Este año y por primera ocasión, el voto adelantado se realizó en las prisiones, derivado de una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), para que las personas, privadas de su libertad que aún no tienen suspendidos sus derechos político-electorales, pudieron votar en tres penales del estado ubicados en la capital, Jalpan de Serra y San Juan del Río.
Según explicó Domingo Bautista Durán, vocal del Registro Federal de Electores del Instituto Nacional Electoral (INE) en Querétaro, este operativo se organizó a nivel nacional desde diciembre, haciéndose un registro en todas las cárceles para hacer un padrón de personas que tienen aún su derecho al voto bajo presunción de inocencia.
En la capital se ubican las cárceles más importantes y las que cuentan con más reos, por ello no sorprende que en los penales del resto del estado la participación se redujera , al igual que en el caso del penal femenil, donde apenas participaron 11 mujeres en prisión preventiva.
“Obviamente se habían considerado más, 250 personas, pero hubo una actualización de su situación jurídica, es decir, fueron liberadas o tuvieron su sentencia firme. Aquí en Querétaro fueron 59 varones, en el femenil 11 mujeres; en San Juan del Río 15 personas y; en Jalpan de Serra una sola persona”, señaló.
Rodeados de la prensa, las fotografías saltan a la vista más por el uniforme de los reos que por otra cosa. La casilla parecería cualquier otra ubicada en una escuela primaria de algún lugar del país, pero no; es una oficina de una cárcel, adaptada como casilla electoral por funcionarios del INE que conformaron la casilla.
Los reos vistieron sus uniformes azules, típicos del Penal de San José el Alto, al norte del municipio de Querétaro. En el lugar, se contó con la participación de funcionarios del INE que fungieron como integrantes de la mesa directiva de casilla.
A diferencia de las casillas de la ciudadanía que se instalan en el resto del país, aquí los prisioneros votaron sentados.
Además del ya tradicional pulgar manchado para confirmar que los ciudadanos ya votaron, el ejercicio democrático incluyó a nueve personas que se arrepintieron en el último momento y decidieron no ejercer su voto, pese a haberse inscrito en el programa.
Otra diferencia importante respecto a las elecciones ordinarias fue que, en esta ocasión, no se realizó un acta con los resultados que se suele colgar públicamente afuera de las casillas.
Sin embargo, el funcionamiento del proceso fue prácticamente el mismo. A estas personas se les actualizó su credencial para votar o se confirmó que estuviera vigente y con ella acudieron a presentarse con los funcionarios de casilla para ser marcados en la Lista Nominal de Electores.
Con un fuerte operativo de seguridad, y tras una organización previa con las autoridades penitenciarias y de seguridad estatales, se realizó este ejercicio democrático anticipado a dos semanas del inicio de la elección; sin embargo, el funcionario recordó que se resguardarán los votos y se contabilizarán hasta el 2 de junio.
“Esto fue gracias al soporte del Sistema Penitenciario. Esta jornada de votación anticipada, por lo que los votos serán contabilizados por ciudadanos que integrarán una mesa de escrutinio y cómputo, y así se obtendrán las actas. Los distritos corresponden al área geográfica en la que están los penales”, señaló Bautista Durán.
Estos votos, además, no incluyeron cargos locales y se descartó también prácticamente todas las candidaturas federales excepto una; la de la Presidencia de la República. Esto se debe a que muchos de los reos ni siquiera están registrados en el estado y hacer un operativo para llevar las boletas de cada uno de sus distritos domiciliados habría significado un operativo más complejo.
Aun así, la sentencia del TEPJ señala que no se le puede negar el derecho al voto a una persona que no tenga una sentencia firme por haber cometido algún delito; sin embargo, el hecho de ya estar encerrados implicó que, al final, solo pudieran votar por un solo cargo de elección popular en el que es considerado el proceso electoral más grande de la historia de México.
Los reos, cuyas caras no pueden difundirse por los principios de presunción de inocencia, participaron en esta jornada electoral de forma anticipada al igual que personas que viven con alguna discapacidad y quienes decidieron votar desde el extranjero.
Por ahora, los votos son anónimos y su resultado se dará a conocer, en todos los casos, hasta el día de la elección.