“Para hacerte llorar, la vida cotidiana te hace llorar, cualquiera te hace pasarla mal, pero hacerte pasar un buen rato es muy difícil y cada vez es más difícil, porque el mundo, el país, cada vez tenemos más presión, más dificultades”, menciona Jorge Rodrigo, cómico que forma parte del elenco del Circo del Miedo, en donde interpreta a Carmelo, un muerto que intenta integrarse al elenco circense.
Jorge se prepara para la función dentro de la casa rodante que ocupa con su esposa, quien también forma parte del elenco de la función; su hijo, de apenas tres años, observa a su padre maquillarse para entrar a escena.
Señala que su personaje, Carmelo, busca relajar a la gente, después de los momentos de tensión: “Es un personaje muy divertido, con un humor muy mexicano, muy picarón, pero que sirve para toda la familia, que no insulta, que no dice groserías, que no le falta el respeto al público, porque aquí el chiste es que el público se ría del cómico y no el cómico del público, que en muchos espectáculos a veces es al revés”.
Pinta su rostro mientras apunta que al circo en México siempre le ponen trabas, pues para que trabaje le cobran muchos permisos; cuando, por ejemplo, en Chile estos espectáculos no pagan impuestos.
“No se han dado cuenta que el circo es cultura, el circo es uno de los espectáculos más sanos que van quedando en el mundo. No hay pornografía, no hay groserías. El circo es un espectáculo puro, es un espectáculo netamente familiar, creado y hecho para la familia, así ha sido siempre”, destaca el hombre.
“El circo ha sobrevivido a catástrofes, a economía, a guerras. El circo empezó en los tiempos de Roma. Roma se quemó y sigue la tradición del circo”, agrega.
Asegura que muchos de los artistas del circo debieron abandonar la República Mexicana, pues se quedaron sin trabajo cuando prohibieron el uso de animales en estos espectáculos, algo que considera injusto, pues le tocó ver que quienes trabajaban con animales los cuidaban como si fueran sus hijos.
De pronto, de la parte de atrás de la casa rodante, aparece Karen Alle, quien interpreta a una araña en la función y quien es esposa de Jorge. Señala que toda su familia es de circo, aunque ella inició más tarde, a los 18 años.
Apunta que se necesita una amplia preparación física, además de que se requiere tener gusto por el trabajo, pues es complicado meterse al espectáculo; sin embargo, resalta que el ambiente es muy familiar, ya que hay fiestas y reuniones entre todas las familias.
Por su parte, Patricia Ortiz, quien interpreta a Perséfone en las funciones, explica que forma parte del Circo del Miedo desde hace siete meses, siendo de las iniciadoras del proyecto, desde la preproducción.
“Inicie con ellos en otro campo, pero fui evolucionando, hasta llegar a mi personaje. Comencé con la caracterización de mis compañeros, incluso varias creaciones en cuestión de maquillaje, de todo lo relacionado con la caracterización y luego como actriz, hasta llegar al personaje de Perséfone”, abunda.
Indica que comenzó como asistente del maquillista y, conforme evolucionó el proyecto, fue parte de las creaciones. Agrega que las ideas surgen del director y los productores que dan un boceto del proyecto y ellos después convertían en realidad ese sueño de los productores.
Patricia se maquilla y se transforma en Perséfone, cuyos ojos cubiertos con unos pupilentes grises llaman la atención. Comenta, mientras se caracteriza, que todos los personajes han evolucionado, incluso al que ella le da vida ha cambiado, pues le ha impuesto el sello personal, con su maquillaje particular, además de sentir una gran satisfacción por lo que hacen todos en el Circo del Miedo.