La parroquia de Santiago Apóstol, en el primer cuadro de la capital, contiene uno de los archivos de actas, tanto de bautismo, matrimonio y defunción, así como un acervo bibliográfico importante en sus instalaciones, mismo que personal del templo ordena y conserva, con el propósito de, en un futuro, poder crear un museo de sitio en ese recinto.

La casa parroquial de Santiago Apóstol atesora los que quizá sean de los documentos más antiguos del estado. Se trata, según Mauricio Ruiz Reséndiz, párroco de Santiago y presidente de la Pastoral Social de la Diócesis de Querétaro, de actas de todos los sacramentos, principalmente de bautismo, confirmación y matrimonio. Las más antiguas datan de 1580, apenas 59 años después de la caída de Tenochtitlan.

Explica que “se ha iniciado en la Diócesis la limpieza de las actas de defunción y de comunión. Tenemos un proyecto para hacer que este archivo, además de ser preservado, sea mostrado”.

Recuerda que se han hecho esfuerzo para compilar este archivo, pues incluso en las iglesias dependientes de la parroquia, como la Congregación, había documentos, aunque el archivo, hasta hace unos años, no estaba en óptimas condiciones, por lo que se dio a la tarea de recuperarlo y preservarlo.

La habitación donde están los documentos es de unos siete metros por cinco. El techo es alto, como en las tradicionales casonas coloniales del centro de Querétaro. Al fondo de la habitación, un estante preserva las actas más añejas, ubicadas en la parte alta, mientras que las repisas de abajo contienen los documentos más recientes.

Sobre un escritorio, a la derecha de la habitación, un escritorio contiene unas cajas con actas del siglo XVII, que están en proceso de limpieza. Detrás del escritorio, un mueble contiene libros antiguos, también del acervo parroquial. Sus hojas amarillentas y las pastas decoloradas por el paso de los años y los siglos revelan que fueron impresos mucho tiempo atrás.

Del otro lado de la habitación, una vitrina contiene algunos mapas. En las esquinas de algunos hay un color verde: están enmohecidos. Sobre la vitrina hay otros mapas, aunque son más recientes. Uno de ellos muestra la división por parroquias de los templos de Querétaro, llegando incluso a la zona de Hércules.

“Nos hemos preocupado por capacitar a algunos trabajadores, de hecho tenemos a un trabajador que está de tiempo completo con este cometido, y que en coordinación con el archivo del gobierno del estado ya están trabajando. Incluso, uno no lo creería, pero hasta para el aseo se requieren líquidos especiales. No es agua, no es jabón, es un líquido especial que ayuda a garantizar la mayor limpieza posible”, comenta el párroco.

Dice que, por su naturaleza, son documentos muy viejos que captan el polvo así como fauna nociva que además afectarían la conservación de los mismos, por lo que incluso la temperatura se debe de conservar estable, para evitar el deterioro del papel.

“Tenemos en mente un museo de sitio de Santiago, donde, efectivamente, el archivo sea parte del mismo museo. Hemos hecho una gestión con la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), una petición para solicitar algunos espacios para poder llevar a cabo un museo, para preservar no sólo el archivo, que es muy valioso, sino también las obras de arte litúrgico que hay en el templo, que nos gustaría mostrarle a los queretanos”, subraya.

Agrega que hasta el momento no han iniciado un proyecto con instancias como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para pedir el apoyo, pero están dispuestos “y deseosos” de colaborar con esa instancia, o con otras que se sumen a este tipo de proyectos.

“Son esfuerzos cuantiosos en todos los sentidos, más materialmente hablando, y no lo vamos a lograr sin el apoyo y la participación de estas instancias”, añade, al tiempo que explica que tienen todo un catálogo de obras de arte, sobre todo pinturas, algunas esculturas, que a la fecha se están restaurando.

“Serían tesoros en imágenes, en utensilios litúrgicos, en ornamentos muy antiguos, como las famosas dalmáticas, que eran elaboraciones artísticas con hilos de oro, que hoy las tenemos guardadas echándose a perder, sin que nadie las conozca y sería una manera de evidenciar la fe de nuestros antepasados”, abunda.

Los objetos, precisa, datan del siglo XVII que están documentadas y que quieren exponer a los queretanos y a quienes visiten la ciudad. Además de que muchos historiadores acuden al archivo a investigar algunos datos.

“Por ser la primera parroquia, por aquí han pasado muchas personas, muchos queretanos. Por ejemplo, hay muchos cristianos que están siendo promovidos para que sean santos y aquí vienen [historiadores] a constatar ese tipo de documentos, como es el caso de la fundadora de la Misión de las Marianas, la fundadora de las Catequistas de María Santísima, por mencionar algunos personajes”.

Sobre los espacios que le han hecho a la UAQ, recuerda que el Patio Barroco era parte de la parroquia, por lo que sería ideal para ese museo de sitio que se planea hacer, para lo cual debe de haber una buena gestión y disposición para poder realizar este proyecto.

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