El gran escenario montado en Plaza de Armas se ilumina, mientras cientos de personas se juntan a su alrededor. La función del grupo circense Kalesi está por comenzar. Chicos y grandes se maravillan con los números de los artistas españoles que se presentan en el Tercer Festival de Artes Escénicas Querétaro 2018.

Desde la calle de 5 de Mayo se puede ver el escenario que ocupa buena parte del espacio de Plaza de Armas. Los espectadores comienzan a llegar y ocupan su lugar desde temprano. Cuando faltan unos minutos para el inicio de la primera función, de las dos que se llevan a cabo, los lugares para los espectadores sentados están ocupados.

Que comience la función. Comienza el espectáculo de Kalesi y entre los espectadores de mayor edad se comienzan a escuchar comentarios de nostalgia, de “aquellos años cuando el circo llegaba”, cuando los acróbatas con sus habilidades, los trapecistas con su sangre fría y los payasos con sus gracias, maravillaban a las comunidades donde llegaban para realizar alguna presentación.

 Luz, color, arte y magia circense en la ciudad
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En los más chicos, se despierta la admiración, la imaginación y la sorpresa. Observan, sin dejar de prestar atención, al escenario que se ilumina de distintos colores, desde el azul, al amarillo y rojo. La misma escenografía es espectacular para el observador. Simula unas escaleras, un castillo. Desde la semana pasada, cuando fue instalada la infraestructura, llamó la atención de los queretanos.

Cualquier lugar es bueno para ver la función, pues no todos alcanzan sillas al frente del escenario que se convierte en pista circense. Desde cualquier lugar de Plaza de Armas o de los edificios contiguos, se puede ver bien el show.

Una familia, conformada de abuelos, madre e hijo disfrutan el espectáculo desde la acera de enfrente.

Tres generaciones observan, sin importar que sea de pie, los números que siguen. El menor es subido por su madre a una ventana del edificio de Turismo que se ubica frente a Plaza de Armas. Desde ahí puede observar sin problema el escenario, mientras su madre “con un ojo al gato y otro al garabato” disfruta la función al aire libre.

 Luz, color, arte y magia circense en la ciudad
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Un acróbata muestra su fortaleza y control físico mientras hace equilibrio en un tubo y se levanta de manera horizontal sobre el piso. Arranca los aplausos de los presentes. Los payasos y sus ágiles malabares también son del gusto de la concurrencia.

El espectáculo se desarrolla de manera dinámica. Los números se suceden unos tras otros de manera rápida. Apenas se apagan las luces para la colocación de la nueva utilería que será ocupada en los actos continuos.

Para el número ejecutado por dos artistas, mujeres, que demuestran su fortaleza física. Podrían llamarse “forzudas” en la vieja tradición circense. El público asistente muestra su admiración por la ejecución del acto. Ambas sonríen.

No pueden faltar las remembranzas a los carruseles, a las ferias tradicionales, con números en los que los artistas circenses emulan a los caballos de los tiovivos, reviviendo recuerdos, y la admiración del público, que reconoce en su mayoría, la calidad de la puesta en escena. El vestuario, la música, los actos, demuestra que la función se preparó con tiempo.

Frente al escenario, justo donde las vallas metálicas dividen la parte donde los espectadores pueden sentarse, está la cabina de audio, donde los ingenieros trabajan de manera sincronizada, sabiendo en qué momento se realizará la iluminación necesaria o se dirigirá el proyector de luz al artista, o qué pista musical colocar correctamente en cada acto.

El público disfruta de la función. Algunos lo hacen a través de la pantalla de su teléfono celular, costumbre cada vez más popular entre quienes acuden a espectáculos. Graban videos, toman fotos, hace “lives” para Facebook, durante los números que se presentan.

 Luz, color, arte y magia circense en la ciudad
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Algunos oficiales de policía que vigilan la zona aprovechan para ver el espectáculo. De vez en cuando miran al escenario, disfrutan de la función, al igual que los cientos de queretanos y visitantes.

Por entre la gente pasa el secretario de Educación en el estado, Alfredo Botello Montes, quien serio, como es, no puede dejar de “echar un ojo” al escenario sin dejar de caminar.

Las vendedoras de muñecas de Amealco pasan entre la gente que acude al espectáculo, esperando que alguien les compre su producto. Sólo ellas, quizá ya acostumbradas a la función que se presenta desde el pasado lunes, o por indiferencia, no prestan atención a lo que pasa en el escenario.

Un hombre también deambula indiferente entre los espectadores. Se detiene frente a un bote de basura, en el cual busca, latas y botellas de plástico.

Luego de sacar una lata y meterla en una bolsa negra, sigue su caminar. Su figura encorvada no voltea a ver ni a la gente a su alrededor ni al escenario donde un equilibrista sorprende a casi todos los presentes cuando sube a una torre sillas y todavía se atreve a bailar sobre las mismas.

El público ha observado por una hora, el juego de equilibrio de los artistas y la astucia al malabarear objetos, la función ha terminado.

Todos los artistas salen a recibir los aplausos del público. Algunos no aplauden, pues prefieren tomar una foto.

El sonido agradece la presencia de la gente y anuncia la siguiente función de Kalesi. La gente se marcha contenta y maravillada del montaje circense.

bft

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