Nuestras Historias

Nos falta mucho para ser potencia turística, señala guía

Benjamín Nieves Cruz no deja de sentirse frustrado cada vez que durante sus recorridos por la Peña de Bernal se topa con huellas de maltrato de flora y fauna

Foto: Luis Sánchez
09/11/2017 |03:20Amílcar Salazar |
Redacción Querétaro
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Con 25 años de experiencia como guía turístico, Benjamín Nieves Cruz no deja de sentirse frustrado cada vez que durante sus recorridos por la Peña de Bernal se topa con huellas de maltrato de flora y fauna o con actos de vandalismo tales como el grafiti y el estratcheo.

“¿Cuándo seremos una potencia turística si ni siquiera respetamos nuestro patrimonio?”, se pregunta el entrevistado, lamentando que sean jóvenes excursionistas los visitantes que de manera predominante suelen dejar “su etiqueta o “un recuerdito de la Peña”, rayándola o pintarrajeándola.

Nieves Cruz dice ser de los pocos guías certificados del Pueblo Mágico de Bernal, ámbito que si bien comparte honores con Tequisquiapan, ambos sitios como los principales polos turísticos de la entidad, aún “estamos lejos de considerarnos una potencia” del ramo.

“Yo diría que en Bernal apenas vamos a 60% de lo que podríamos lograr para crecer. Al gremio le falta mucha capacitación, hay demasiada gente improvisada metida a guía de turistas; aparte de que a nivel de gobierno, tenemos baja promoción nacional y nada a nivel internacional”. mencionó.

Propietario de una empresa especializada en promover los encantos del Pueblo Mágico, Nieves Cruz sugiere que la Secretaría de Turismo de Querétaro “debería de hacer lo que ha hecho Guanajuato”: promover el lugar entre las comunidades de viajeros y jubilados de Estados Unidos. Actualmente, dice, “no tenemos ni siquiera una oficina turística en el exterior y a Bernal ni quien lo conozca”.

Experto en temas históricos, culturales y hasta geológicos de la región, Benjamín Nieves critica la improvisación, falta de seriedad y hasta mala fe que, según dice, practican algunos comerciantes de Bernal, especialmente los ambulantes.

“Son vivales que se ponen a vender piedritas de ónix, cuarzo o cualquier otra artesanía, diciéndole a la gente que son objetos de la región. Y no faltan los que se dicen guías, pero cuentan leyendas de espantos falsas. Lo triste es que si engañas al turismo, luego no regresa y todos perdemos”, dijo.