El carrito de limpieza de una camarista tenía dos horas en un pasillo de un exclusivo hotel en la Riviera Maya. Era 2010, ella trabajaba en el turno matutino y debió haber terminado de limpiar la habitación en 30 minutos. Ningún trabajador o huésped que pasó por ahí sospechó que dentro del cuarto la trabajadora, originaria de Tabasco, estaba siendo violada y golpeada por un turista estadounidense. Fueron sus compañeras del siguiente turno quienes notaron la ausencia de la mujer, cuyo nombre se omitirá por seguridad y quien sigue trabajando como camarista.

Al sobrevivir al ataque, avisó a los administradores del hotel, quienes ese mismo día mediaron la situación con una transferencia de 50 mil pesos a cambio de no denunciar, de acuerdo con testimonios recabados por EL UNIVERSAL. El turista volvió a su país y la mujer fue despedida del resort, según su dicho. Se envió un cuestionario al hotel; no hubo respuesta.

Este diario realizó entrevistas con decenas de trabajadoras y extrabajadoras de hoteles y restaurantes de la Riviera Maya en los últimos cinco meses, habló con grupos de la sociedad civil, revisó denuncias de acoso y violación, habló con víctimas y sus familias, sindicatos, hoteles y abogados. Las mujeres que hablaron con este diario lo hicieron de manera anónima, pues muchas de ellas continúan trabajando ahí y temen represalias. Todas tienen al menos 10 años de experiencia.

Quintana Roo es el estado que más turistas recibe en el país; en 2019 fueron 17 millones y en 2020, a pesar de la pandemia, lo visitaron 7 millones.

De acuerdo con esta investigación, la violencia contra las trabajadoras en el sector turístico crece año con año. La mayoría de patrones no tienen protocolos para actuar en situaciones de acoso y, en muchos casos, desalientan la denuncia.

Se revisaron los protocolos de empresas hoteleras y restaurantes de todas las trabajadoras entrevistadas; de ocho firmas, sólo dos tienen planes de acción en caso de que una empleada sea víctima de alguna violencia.

Uno de los hoteles hizo el documento luego del feminicidio de una empleada y el segundo, publicado hace unas semanas, pertenece a una compañía que cotiza en la bolsa de valores de Nasdaq, en Estados Unidos, por lo que está obligado a reportar los contextos sociales en los que operan sus empresas.

Los datos más recientes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) ubican a Quintana Roo con el mayor índice de violación sexual por cada 100 mil habitantes con 26.29 casos de enero a julio de 2021.

En contraste, está entre los tres estados que menos llamadas al 911 registró en cuanto a incidentes violentos contra mujeres, con apenas 482. Quintana Roo es, además, el tercero con más feminicidios por cada 100 mil habitantes, con 1.72.

El municipio de Benito Juárez, donde se ubica Cancún, resultó el séptimo más peligroso a nivel nacional, con ocho feminicidios hasta julio de 2021.

Es el quinto estado con mayor cifra total de homicidios dolosos de mujeres, con 101 casos, y el tercero con más índice de mujeres víctimas de trata por cada 100 mil habitantes, con 0.83.

Quintana Roo tiene 12 feminicidas sentenciados a la fecha, contra 70 homicidios dolosos de mujeres, 53 feminicidios y 43 carpetas por feminicidio de 2017 a julio de 2021, según datos de la fiscalía estatal.

A pesar de haber solicitado los datos a la fiscalía estatal desglosados por feminicidios cometidos en hoteles, éstos no fueron proporcionados.

Pese a los testimonios de trabajadores en hoteles, la fiscalía dijo tener conocimiento sólo del caso de una mujer extranjera de 24 años agredida sexualmente en un hotel en en Bacalar. Esa investigación se puede leer en el sitio de este diario.

Acosadas sexualmente

“Hay de todo: huéspedes buenos, huéspedes que te saludan, pero otros que han violado. A mí, un huésped me cerró la puerta, salió encuerado y yo me escapé por la terraza. En otra ocasión, otro huésped también me cerró la puerta y me escapé diciéndole que no”, contó Jazmín, camarista originaria de Veracruz, quien ha trabajado hoteles de Cancún y la Riviera Maya por más de 10 años.

La hija de Jazmín, de 19 años, también trabaja en la hotelería, pero en el área de lavandería de un famoso hotel de cadena que no desea hacer público por temor. La joven recientemente fue agredida sexualmente a punta de cuchillo en la esquina de su casa, estando embarazada. El agresor la obligó a practicarle sexo oral para no asesinarla tras quitarle el bolso. No denunció.

A Verónica, camarista de 40 años emigrada de la Ciudad de México, denunciar el acoso de un huésped le costó el puesto y comentó que en la zona “pueden boletinar gente”.

El secretario adjunto de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) reconoció que es normal que exista una lista, que no es negra, que sirve para verificar referencias, a la cuál tienen acceso. No precisó quién más lee los documentos.

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