Aún en duelo, el PAN se prepara para retener la gubernatura de Puebla con el análisis de al menos media decena de perfiles, la posibilidad de un abanderado externo y repetir con una alianza multipartidista para enfrentar a la coalición de Morena y a su candidato, Miguel Barbosa.

Competir de nuevo con Barbosa en las urnas no representa un riesgo electoral, “no estamos mancos, tenemos grandes perfiles y estamos listos para una contienda, para seguir adelante con la buena marcha del gobierno de Puebla”, sostiene Eduardo Aguilar Sierra, quien como delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN en ese proceso electoral fue clave para la victoria de la gobernadora Martha Erika Alonso.

“Por supuesto que la pérdida es insustituible, pero contamos con perfiles suficientes”, establece al destacar que el PAN sigue de duelo y concentrado en sacar adelante al estado por lo que hay que esperar los tiempos.

Tras el deceso el pasado 24 de diciembre de Alonso Hidalgoy de su esposo, el también ex gobernador del estado Rafael Moreno Valle, se espera que el Congreso designe gobernador interino y convoque a elecciones extraordinarias.

De ser concurrente con los cinco procesos estatales de este año, la elección sería el 2 de junio, con precampañas que arranquen a fines de febrero y campañas de marzo a mayo.

La nueva contienda se perfila tan polémica como la del 1 de julio, que terminó con el triunfo de Alonso con 3.5% de votos de ventaja (103 mil votos), puesto que volverá a contender Barbosa, quien aseguró que el PAN hizo fraude.

Ante la posibilidad de elecciones reñidas, aunque el proceso interno no ha iniciado, tanto PAN como PRD prevén reeditar su coalición, junto con Movimiento Ciudadano.

El integrante de la dirección colegiada del PRD, Ángel Ávila, reconoció esa posibilidad, aunque aún no hay pláticas.

Fuentes panistas confiaron en que el Panal pudiera sumarse a la coalición, pues en 2018 el candidato Alejandro Romero Carreto renunció, casi un mes antes de la elección, para sumarse a Alonso, tal como en 2010 ese partido apoyó a Moreno Valle a la gubernatura.

En cambio, los panistas no contemplan aliarse con el PRI, expulsado de la gubernatura en 2010, precisamente por el PAN y Moreno Valle.

El PRI podría ser el fiel de la balanza en caso de una elección reñida, pues obtuvo cerca de 536 mil sufragios en julio.

Pero “definitivamente no tenemos pensado ir con el PAN y prácticamente con ningún otro partido”, aseguró el secretario general de ese partido, Arturo Zamora.

“Es una decisión que ya tenemos, ésta es una coyuntura que nos permite que los liderazgos que hay en el PRI de Puebla puedan, en este momento, tener su mejor oportunidad”.

Sin embargo, declinó pronunciarse sobre la posibilidad de postular de nuevo a Enrique Doger o al ex secretario del Trabajo y ex panista Javier Lozano, ex vocero del aspirante presidencial José Antonio Meade, pues, dijo: “Sería extremadamente prematuro”.

El legado.

Eduardo Aguilar, actual consejero jurídico del gobierno de Puebla y quien también coordinó la campaña presidencial en el estado, descartó que pueda decirse que toque a “morenovallistas” la postulación.

“El PAN tiene la responsabilidad de poner al mejor ciudadano, sea panista o no panista. Y yo no quisiera hablar de calificativos como el ‘morenovallismo’ o no, al final del día, desde el punto de vista legal, podemos postular a un ciudadano, sea o no panista y si quieres poner la palabra ‘morenovallismo’ estamos abiertos a todo tipo, lo que sí puedo decir es que el legado de ambos tiene que estar evidentemente inscrito en los planes de gobierno”, expuso.

Hay para escoger panistas y ciudadanos “cercanos al partido” que podrían contender con éxito, Puebla “siempre ha sido un semillero de liderazgos para el PAN que han brillado en la esfera nacional y estatal”, destacó.

arq

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