El cadáver de Kimberly pendía de una litera de su recámara. Tenía 11 años y tras una discusión con sus padres, le retiraron un teléfono celular como castigo y ella se quitó la vida.

Una habitación de la casa donde vivía la niña, fue su último refugio. En el domicilio de la colonia Jalalpa El Grande, Kimberly peleó con sus papás. Y después de que ellos la castigaran, se dirigió hacia un cuarto del domicilio, ubicado en la calle Cerrada de Colipa.

Y es que al retirarle el teléfono celular, la niña decidió encerrarse. Al ver que la menor no respondía al llamado de sus padres, ellos decidieron ir en su búsqueda.

Al entrar a la habitación, se encontraron con el cuerpo de Kimberly, que pendía de una prenda sujetada a la litera. Su familia logró liberar el cuerpo de la niña y llevarlo hacia un hospital de Álvaro Obregón para que la atendieran.

No hubo nada qué hacer. La niña había muerto antes de que sus padres hallaran el cuerpo.

En nuestro país, ocurren 17 suicidios diarios, de los cuales siete  son  de  jóvenes entre 11 y 19 años.

Mil 132 llamadas de apoyo ha recibido la Línea de la Vida del Consejo Ciudadano de la Ciudad en 2020.

Eso es el 6.9% de las recibidas en todo 2019. Un 50% de ellas son de jóvenes entre los 12 y 24 años.

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