Fernanda busca a su madre, Jacqueline Vázquez Rivera, desde el pasado 9 de febrero. Conforme pasan los días está más consciente de que encontrarla con vida es cada vez más complicado.

Cada que la joven de 21 años se entera por las noticias de que en algún punto de la metrópoli abandonaron el cadáver de una mujer, acude a constatar que no sea su mamá. Recorre morgues, hospitales y sitios donde cree que puede hallarla.

“Han pasado muchos días sin saber de ella, estoy consciente de cuál puede ser el final, pero quiero encontrarla, quiero saber qué le pasó y, en el último de los casos, tener su cuerpo para estar segura de que ya descansa en paz y así darle tranquilidad a mis hermanos”, cuenta la joven en entrevista, para luego terminarla rápidamente y acudir a Neza, pues se enteró de que encontraron los cuerpos de dos mujeres sin vida en un tiradero. “No descarto nada”, puntualiza y se retira.

Asegura que saben quién se la llevó, pues el secuestro lo realizó frente a la hija más pequeña de Jacqueline. Explica que el responsable, la expareja sentimental de su madre, Mario Arnulfo Flores Romero, entró por la fuerza al departamento de la mujer junto con otra persona, la golpeó, la tomó del cabello, la arrastró hasta la calle y luego la metió a un vehículo, donde lo esperaban dos cómplices más. Esa fue la última vez que la vieron con vida.

“Ese día mi mamá le alcanzó a gritar a mi hermana que se encerrara en su cuarto, pero vio todo. Ella nos avisó y dijo que fue Mario Arnulfo el que hizo todo”, sigue narrando quien pide a las autoridades y a la comunidad que la ayuden a localizar a su madre, y que haya justicia.

Luego de enterarse del secuestro, Fernanda se puso en contacto con la familia del supuesto responsable, los conocía a todos porque Mario Arnulfo vivió con ellos durante cinco años, “nos decía que eramos sus hijas, pero de repente se empezó a poner muy celoso, muy aprehensivo y con actitudes raras.

“Su familia nos dijo que no sabían nada de él y tampoco querían saber de nosotros”, detalla.

La investigación que emprendió para localizar a su madre se complicó. El pasado 13 de febrero, cinco días después de que Mario Arnulfo se llevara a Jacqueline, lo encontraron muerto en casa de un familiar en el municipio de Neza, en el Estado de México. Según las autoridades de la fiscalía mexiquense se suicidó. Él, era la única persona que conocía del paradero de Jacqueline.

“Se mató en la casa de un primo de él, lo protegieron y no nos quisieron decir. Si él estaba con ellos a alguien les pudo decir dónde está mi mamá, qué hizo con ella, pero hasta ahora no nos han querido comentar nada”, lamentó Fernanda.

Por el plagio de la mujer, la Fiscalía Antisecuestro, de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, inició la carpeta de investigación, CI-FAS/E/UI-2C7D700189702-2020, pero los avances son muy pocos. Aunque en todo momento la han apoyado y la están asesorando, la dependencia investigadora no tiene una idea sobre dónde pueda estar la mujer, no le han dicho si está con vida, lo único seguro es que nunca se pidió un rescate por ella.

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