Bajo una sinfonía vibrante de vítores, música y colores, la inundó las calles de la Ciudad de México este 28 de junio.

Cada paso en el desfile estuvo cargado de razones personales y colectivas: desde la exigencia para encontrar a personas desaparecidas y el reconocimiento de personas con discapacidad hasta el apoyo de que buscan dar un ejemplo de inclusión a las infancias.

La búsqueda que no cesa: desaparecidos de la comunidad LGBTIQ+

“Estamos unidos por la misma causa, encontrar vivos a nuestros desaparecides, tenemos que encontrarles a todes”, expresa Rosi, integrante del colectivo Familias Unidas por una Causa. Es madre buscadora desde 2015, cuando desapareció su hija, Victoria Lizbeth Posadas Silva.

Rosi Silva, madre de Victoria Lizbeth Posadas Silva | Foto: Hugo Salvador.
Rosi Silva, madre de Victoria Lizbeth Posadas Silva | Foto: Hugo Salvador.

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“No hay manera de calmar este dolor tan profundo… Si el Estado no hace algo al respecto, nunca habrá quien frene a las personas que, sin piedad, cometen estos actos a voluntad”, subraya Rosi, quien porta una playera con el rostro de su hija.

De acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odiocontra Personas LGBTIQ+, entre 2015 y 2025 se han documentado 107 casos de personas desaparecidas de esta comunidad.

Diversidad con discapacidad; “también tenemos derecho al placer”

La edición 2025 de la marcha recuperó demandas de justicia, memoria, respeto e inclusión como el de Jen Milini, activista, periodista y fotógrafa del Movimiento de Personas con Discapacidad.

Jen Milini | Foto: Hugo Salvador.
Jen Milini | Foto: Hugo Salvador.

“Visibilizar que hay personas ‘disca’ que también formamos parte de la diversidad sexual es un orgullo”, señala la joven. A su paso, el grupo coreaba “¡Aquí está la resistencia DISCA!”. Mulini subrayó que “las personas disca tenemos derecho al placer”.

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Educar desde casa: familias que acompañan

Frida, maestra, asistió a la marcha junto a su pareja y sus hijos, de menos de diez años. Para ella, es esencial enseñar desde casa el respeto a la diversidad. “Mis hijos están chiquitos, y se ve mucho la discriminación en la escuela… hay niños que desde muy jóvenes comienzan a expresar su orientación y sus papás no los apoyan, yo les digo a mis hijos que lo que decidan ellos está bien”, señala.

Frida y su hija. | Foto: Hugo Salvador.
Frida y su hija. | Foto: Hugo Salvador.

La docente enfatiza que es importante orientar a las infancias para apoyar y no discriminar a quienes forman parte de la comunidad LGBTQ+: “aunque ellos no lo sean en este momento, pueden tener amigos, compañeros en un futuro, y deben apoyarlos, no discriminarlos ni excluirlos".

Melba Rubí, conocida como “Melbis", y su hija Vicky. | Foto: Hugo Salvador.
Melba Rubí, conocida como “Melbis", y su hija Vicky. | Foto: Hugo Salvador.

Por otro lado, Melba Rubí, conocida como “Melbis” entre la comunidad biker, acudió por tercera vez a la Marcha del Orgullo, ahora acompañada por su hija Vicky. Ambas forman parte del colectivo “LGBTIBIKERS”. “¡Que rueden las motos, que rueden libres!”, dice Melba.

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Romper estereotipos desde el mariachi

El mariachi Marko Macías ha participado en la marcha desde los 16 años y es testigo de su transformación. “Anteriormente era una marcha de protesta, teníamos que defendernos de quienes nos atacaban, incluso de las autoridades… ahora ya es un carnaval, una fiesta”, cuenta.

Marko Macías | Foto: Hugo Salvador.
Marko Macías | Foto: Hugo Salvador.

Para él, la visibilidad es clave: “el color llena a todas las familias mexicanas”. Y aunque aún enfrenta comentarios negativos, se mantiene firme: “Me da mucho orgullo poder expresarme, poder andar de la mano con quien yo amo”.

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