Sentada tras una barrera transparente, una mujer con cubrebocas, guantes y careta se prepara para dar la bienvenida a los visitantes. Han pasado tres meses desde que la pandemia con la que aprende a vivir el mundo obligó a que el turismo se pausara en Oaxaca. Hoy, se alista para la nueva normalidad y todo lo que ésta implica.

De acuerdo con la Secretaría estatal de Turismo (Sectur), se determinó, por ejemplo, que en esta primera fase el aforo permitido para los hoteles será de 20% de la capacidad del establecimiento.

Para adaptarse a estas nuevas dinámicas, los hoteles ya han comenzado con la capacitación de su personal en los protocolos que tendrán que seguirse tras la reapertura, y cuyo objetivo es “que el cliente se sienta seguro de que se está cumpliendo con medidas de higiene aprobadas a nivel internacional”, explica Maripaz Martínez Iturribarría, directora general del Hotel Grand Fiesta Americana Oaxaca.

Éste es precisamente uno de los establecimientos que ya ha arrancado y entre sus primeras medidas adoptadas está la implementación de periodos rotativos de 15 días para el personal. Además, se emplearán horarios escalonados que permitan que los trabajadores puedan bañarse tanto al entrar a sus turnos, como a la salida.

En este caso, el personal, conformado por unos 130 empleados, fue capacitado a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sobre los protocolos de seguridad y, sobre todo, en qué hacer en caso de que exista un caso sospechoso entre los huéspedes o trabajadores.

Cumplir con los protocolos esla única manera de transitar al semáforo verde, dice hotelera; las habitaciones serán sanitizadas con aspersores de forma frecuente.

Toda esta preparación es necesaria, porque la reactivación turística está a días de comenzar y, por ello, las medidas sanitarias deben ser estrictas si se quiere evitar un rebrote. Por el momento, los destinos de playa han comenzado a transitar y sus hoteles a operar a 30%.

Mientras que la capital, el epicentro de la pandemia en el estado, tendrá que esperar hasta el día 15 de julio, cuando el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez levante las restricciones a las actividades no esenciales como el turismo.

El protocolo

En la nueva normalidad, las medidas sanitarias serán las compañeras inseparables de viaje. Desde la llegada al hotel, se desinfectará el equipaje de los huéspedes, quienes serán recibidos en un tapete sanitizante de calzado; mientras que todo el personal portará caretas, guantes y cubrebocas.

En una demostración para EL UNIVERSAL en uno de los establecimientos más importantes de la capital, se constató que áreas como la recepción están acondicionadas con acrílicos, a fin de evitar el contacto entre clientes y el personal.

En lo que respecta a las habitaciones, éstas serán sanitizadas constantemente con aspersores; se entregarán limpias y cerradas.

En los restaurantes la precaución será mayor. El acceso será mediante reservación, a fin de planear la distribución de las mesas; la ocupación se mantendrá en 40%. Otros servicios, como el bufet, han sido suspendidos y se implementan modalidades de menú digital, para evitar el uso de cartas físicas.

Todos los trabajadores portarán caretas, guantes y cubrebocas; desde la llegada al hotel, el equipaje de los huéspedes será desinfectado.

“Es tiempo de ser muy exigentes con los protocolos, es la única forma de ir transitando hacia el semáforo verde”, señala la directora general de esta cadena, quien apunta que este protocolo es similar en todo el estado, pero que en sus restaurantes trabajarán a 30%.

Sello internacional

Es por estas medidas que este 1 de julio, Oaxaca se sumó a la lista de destinos que obtienen el Sello de Seguridad Global (Global Safety Stamp), otorgado por el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés), una certificación que, según autoridades estatales, “contribuirá a recuperar la confianza de los viajeros”.

Sólo ocho estados del país cuentan con este reconocimiento, y Oaxaca es el primer destino colonial y de playa en obtenerlo.

“Bajo esta nueva normalidad, el estado se declara listo para ofrecer sus destinos principales como la ciudad de Oaxaca, Bahías de Huatulco y Puerto Escondido, al igual que sus cinco Pueblos Mágicos”, dice Juan Carlos Rivera Castellanos, secretario de Turismo.

De acuerdo con el WTTC, los protocolos que avala con su sello cumplen las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), y tienen el respaldo de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

El personal está capacitado para saber qué hacer ante un caso sospechoso de Covid-19; en los restaurantes el acceso será con reservación, para planear la asignación de mesas.

Actividad estratégica

La aplicación de los protocolos y medidas sanitarias para contener la pandemia en Oaxaca y poder reabrir al turismo es vital, dado que la entidad depende primordialmente de esta actividad que en 2019 dejó una derrama económica de 8 mil 529 millones de pesos, gracias a que 5.3 millones de personas visitaron el estado. Pero aunque los protocolos están listos, los prestadores de servicios turísticos temen que, debido a la pandemia, las personas sigan con miedo o no tengan disposición ni medios para viajar.

Lo anterior, explica Martínez Iturribarría, porque las reservaciones disminuyeron notablemente y no se han recuperado. Además, agrega, la pandemia propició que la llegada de grupos programados desde marzo se cancelaran; sin embargo, el sector hotelero prevé que los próximos meses sean de ajuste y, de seguirse estrictamente los protocolos, se pueda comenzar a recibir visitas nacionales e internacionales.

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