La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se deslindó del contenido de la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica publicada por el Consejo de Salubridad General, en la que se establece que ante la saturación de los servicios de cuidados intensivos por el Covid-19, se priorizará a pacientes jóvenes sobre adultos mayores, o de aquellos que tengan una enfermedad crónica.

La institución afirmó que no se le convocó a una sesión plenaria para discutir dicha guía, aun cuando de acuerdo con la Ley General de Salud le corresponde al rector un asiento destinado a los vocales titulares: “Por tanto, la Universidad Nacional [Autónoma de México] se deslinda de los términos y del contenido del referido documento”.

Además, especialistas en bioética consultados por EL UNIVERSAL consideraron que la guía no se basa en principios bioéticos, sino en la optimización de recursos y que los factores que se usarán para decidir qué paciente recibe o no cuidados críticos puede ser discriminatorio y excluyente.

“Podrían llamarle guía de optimización de recursos financieros, de equipo médico o humanos, pero no es una guía bioética, porque entonces, el Estado procuraría tener recursos disponibles para todos los pacientes, donde no se deba dar nunca preferencia a un niño sobre un anciano, o a un hombre sobre una mujer, porque entonces resulta que se le da más valor a una vida humana que a otra”, aseguró Gabriel García Colorado, presidente de la Asociación de Bioética y Derechos Humanos.

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Agregó que a pesar de que este tipo de protocolos sirven en otros países como España o Italia en donde se han reportado elevadas cifras de contagios y muertes por el Covid-19, la realidad en México es distinta y no deja de ser un acto excluyente.

“Se bien que en otros países estos protocolos tienen una finalidad, porque decir que tienen preferencia los jóvenes sobre los viejos, parece lógico, demos preferencia a los sanos sobre los que tienen una patología previa de hipertensión, afección cardíaca, obesidad, diabetes y todas estas situaciones que ponen en riesgo, pero entonces vamos a repetir lo que hizo la Alemania nazi, los médicos nazis en donde desechaban a los viejos, enfermos, discapacitados, esto costó muchísimas vidas”, señaló.

Rodrigo Guerra López, integrante del Centro de Investigación Social Avanzada (Cisav) reconoció que la situación de una pandemia implica retos para el sector Salud y en específico para la bioética, puesto que se deben crear procesos de selección entre pacientes, a fin de decidir quiénes accederán a cuidados intensivos, pero afirmó que no se debe incurrir en la lógica del descarte.

“Se deben reconocer y respetar los derechos humanos de todas las personas, no es éticamente justificable descartar a un paciente porque ya vivió más o porque tiene alguna patología y de hacerlo se incurre en discriminación, en abandono y violencia contra los más vulnerables”, comentó el experto.

En contraste, Patricio Santillán, director médico del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Ismael Cosío Villegas, enfatizó que sería irresponsable llegar a una situación crítica sin guías para saber cómo actuar.

“Estamos llegando a una fase acelerada de casos de Covid-19 y la preocupación es que se dé de tal magnitud que los hospitales no sean capaces de ofrecer lo que se necesita, por eso se usará el principio de sobrevivencia, es decir, se privilegiará al paciente que tenga más posibilidad de salir adelante con el uso de dicho recurso y la edad no es el único factor a tomar en cuenta, de ser así, entonces se podría hablar de discriminación, pero se tomarán en cuenta otras cosas como las comorbilidades”, explicó el médico.

Juan Antonio Cruz Parcero, miembro del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM y quien participó en la elaboración del documento, resaltó que el texto se creó con la intención de que exista transparencia a la hora de tomar una decisión importante.

“No es algo que se esté sacando de la manga, no son criterios nuevos, que no se han discutido en foros médicos, es un trabajo muy bien pensado, detallado y que obviamente toca fibras delicadas porque se habla de tomar decisiones trágicas, pero se debe resaltar que la decisión se basará en factores clínicos a fin de salvar el mayor número de vidas, porque cualquier otro principio sería usar recursos en personas que no lo van a necesitar porque es probable que aun así mueran”, dijo.

José Ramón Cossío Díaz, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en retiro e investigador del Colegio Nacional, consideró que la guía bioética es un documento que ayudará a los profesionales de la salud a tomar decisiones en una situación extraordinaria.

“Si no se logra aplanar la curva, el número de casos en contagio se elevaría y eso romperá la capacidad hospitalaria de un país y se llegará a una situación tan fuerte en la que se deberán tomar decisiones basadas en la ciencia, esta guía servirá para eso, para decidir con base en la mejor información y quitar en la medida de lo posible el dilema a los médicos”, subrayó.

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