En sus primeros 12 meses de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador enfrentó 13 situaciones de tensión —casi una por mes— que fueron desde choques contra otro de los Poderes de la Unión y órganos autónomos o un desencuentro con la administración estadounidense, hasta la falta de medicinas y gasolina.

El Presidente reconoció el miércoles sólo “cinco momentos difíciles” a lo largo del primer año de su administración.

El primero de estos momentos se dio el 27 de diciembre de 2018, cuando el Presidente lanzó un plan contra el robo de combustible (huachicoleo) que dejó a Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Guadalajara y Nuevo León con escasez de gasolina durante una semana.

Sin embargo, el punto más doloroso, de acuerdo con el propio Jefe del Ejecutivo, fue la explosión de una toma clandestina en Tlahuelilpan, Hidalgo, el 18 de enero, lo que cobró la vida de 137 personas.

En febrero pasado se registró una serie de movilizaciones y protestas por la decisión del gobierno de cancelar los recursos a las estancias infantiles de la extinta Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), donde los padres de familia podían llevar a sus hijos mientras trabajaban.

La ahora Secretaría de Bienestar dijo que había más de 97 mil “niños fantasma” registrados en el programa, además de muchas estancias que no contaban con personal capacitado, equipo o entrenamiento, por lo que decidió cancelarlo.

Debido a esa decisión, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 29/2019 a la Secretaría de Bienestar, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) y al DIF Nacional, ya que consideró que se vulneraban los derechos de niños, padres de familia y responsables de las guarderías.

Por otro lado, en el contexto internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó una y otra vez a México por no detener la migración ilegal de personas hacia la Unión Americana.

Este incidente escaló su punto más alto el 30 de mayo, cuando Trump advirtió que impondría aranceles de 5% a todas las importaciones mexicanas hasta que se detuviera la ola de migración ilegal que vivía el país. Tras reformar sus controles migratorios, el gobierno superó la amenaza arancelaria.

La Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, que establece que nadie puede ganar más que el Presidente —108 mil pesos mensuales— es otro frente que el gobierno federal mantiene abierto.

Integrantes del Poder Judicial y organismos autónomos, como la CNDH e integrantes del INE, han impulsado acciones de inconstitucionalidad contra la norma.

En el combate a la corrupción, la compra de medicamentos generó una crisis a finales de agosto y principios de septiembre, y el gobierno federal acusó un boicot de los distribuidores de medicinas.

Por ello, López Obrador, en una gira por Yucatán, informó que las medicinas para pacientes con cáncer en hospitales públicos habían sido adquiridas en Francia.

En materia económica, el Banco de México volvió a ajustar a la baja su pronóstico para la economía, y en su último reporte dijo que las cifras revisadas del PIB revelarán que éste cayó durante tres trimestres consecutivos, lo que no implica que el país esté en recesión, sino en estancamiento.

“Vamos bien”

El pasado miércoles, el Mandatario señaló que su administración ha pasado por “cinco momentos difíciles”, mas no graves.

Dentro de esos momentos, detalló, se encuentran la explosión de una toma clandestina en Hidalgo y “la guerra” desatada por los grupos delictivos durante el fallido operativo para detener a Ovidio Guzmán.

“Vamos bien. No hemos tenido problemas graves. En la política se requiere virtud y fortuna. La suerte tiene que ver con la política, y en un año hemos pasado por momentos difíciles, pero no muchos, cinco”, dijo.

Sobre el operativo para aprehender a Ovidio Guzmán, señaló que “fue una guerra breve, la más breve en la historia (...) de cuatro horas. Fue complicado, porque tomamos decisiones en circunstancias difíciles, pero se actuó bien. Lo más importante [era] cuidar la vida de las personas”.

De igual manera, el Mandatario reconoció que los momentos críticos más recientes han sido la tragedia de la familia LeBarón y la decisión de otorgar asilo político al expresidente de Bolivia, Evo Morales.

“[Darle asilo a Evo Morales] fue una decisión (...) oportuna, adecuada y apegada a nuestros principios de política exterior de proteger a perseguidos políticos, a quienes son acosados y pueden ser agredidos”.

Por otro lado, a pesar de que el Presidente asegura que han logrado contener los índices delictivos, la inseguridad se mantiene como el principal problema del país.

El 2019 es hasta ahora el año más violento del que se tenga registro, ya que suma, de enero a octubre, 29 mil 574 víctimas de homicidio y feminicidio en el país, superando las 28 mil 868 contabilizadas en el mismo periodo del pasado 2018.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó que en octubre hubo 2 mil 933 homicidios y feminicidios, 12 más que en septiembre.

Las renuncias

En este primer año, López Obrador ha enfrentado las renuncias de Germán Martínez Cázares al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien se quejó porque funcionarios de Hacienda tenían una “injerencia perniciosa” dentro del instituto.

Luego dejó su cargo Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda, por las “discrepancias en materia económica”, pero, sobre todo, porque en la presente administración “se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.

También presentó su renuncia Josefa González Blanco, extitular de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), luego de la polémica por, presuntamente, haber retrasado un vuelo de Aeroméxico.

Además, Tonatiuh Guillén López renunció como titular del Instituto Nacional de Migración (INM), luego de que el gobierno endureció sus medidas de control hacia los migrantes centroamericanos.

Popularidad

El Jefe del Ejecutivo, quien asumió la Presidencia de México el pasado 1 de diciembre de 2018, llega este domingo a celebrar su primer año de gobierno con una aprobación de 58.7%.

Esto representa una caída de 10% respecto a la última medición que hizo EL UNIVERSAL en agosto pasado, cuando López Obrador registró 68.7% de aprobación.

La caída se da luego del fallido operativo en Culiacán, del 17 de octubre, en el que elementos del Ejército detuvieron y liberaron a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo Guzmán, y del ataque contra integrantes de las familias LeBarón y Langford, que provocó la muerte de tres mujeres y seis niños.

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