Ante la falta de personal especializado en la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) para la búsqueda, recuperación y análisis de restos humanos, la agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl) integró a un grupo de expertos que apoyan su causa y los capacita.

El colectivo se conformó hace ocho años y fue en 2014 cuando llevó a cabo su primera búsqueda ciudadana independiente para localizar a sus seres queridos. En los rastreos que han realizado han contado con el apoyo de los especialistas, pero de manera individual, por ello decidieron integrar un equipo forense, que oficialmente fue presentado en agosto.

El grupo está conformado por siete especialistas: tres arqueólogos (una mujer y dos hombres), una experta en suelos, dos antropólogos físicos y un antropólogo forense, todos ellos egresados de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México, con el fin de que la sustracción de restos humanos se haga con el cuidado y minuciosidad adecuados.

Fundenl recibe financiamiento público para cubrir los gastos de los expertos al amparo de la Ley General de Víctimas, la cual estipula que cuando el Estado carece del personal técnico experto o de instrumentos, las asociaciones civiles los pueden ofrecer.

De acuerdo con Irma Leticia Hidalgo, directora de Fundenl, desde que comenzaron a saber de la existencia de fosas en el estado, una de sus exigencias al Instituto de Criminalística y Servicios Periciales de la fiscalía era que se contara con expertos, pues dice que “los criminalistas trabajan con pico y pala”.

“Cuando se encuentran restos de mamuts y otros animales prehistóricos, les dan un cuidado extremo; los recogen, los limpian, los cuidan, hacen una excavación con cierto pericia. ¿Por qué los restos humanos los extraen sin ninguna visión para conocer la verdad?”, cuestiona.

Monterrey, Nuevo León.- Ante la falta de personal especializado en la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) para la búsqueda, recuperación y análisis de restos humanos, la agrupación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León (Fundenl) integró a un grupo de expertos que apoyan su causa y los capacita.

El colectivo se conformó hace ocho años y fue en 2014 cuando llevó a cabo su primera búsqueda ciudadana independiente para localizar a sus seres queridos. En los rastreos que han realizado han contado con el apoyo de los especialistas, pero de manera individual, por ello decidieron integrar un equipo forense, que oficialmente fue presentado en agosto.

El grupo está conformado por siete especialistas: tres arqueólogos (una mujer y dos hombres), una experta en suelos, dos antropólogos físicos y un antropólogo forense, todos ellos egresados de la Escuela Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México, con el fin de que la sustracción de restos humanos se haga con el cuidado y minuciosidad adecuados.

Fundenl recibe financiamiento público para cubrir los gastos de los expertos al amparo de la Ley General de Víctimas, la cual estipula que cuando el Estado carece del personal técnico experto o de instrumentos, las asociaciones civiles los pueden ofrecer.

De acuerdo con Irma Leticia Hidalgo, directora de Fundenl, desde que comenzaron a saber de la existencia de fosas en el estado, una de sus exigencias al Instituto de Criminalística y Servicios Periciales de la fiscalía era que se contara con expertos, pues dice que “los criminalistas trabajan con pico y pala”.

“Cuando se encuentran restos de mamuts y otros animales prehistóricos, les dan un cuidado extremo; los recogen, los limpian, los cuidan, hacen una excavación con cierto pericia. ¿Por qué los restos humanos los extraen sin ninguna visión para conocer la verdad?”, cuestiona.

El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, reconoció la labor que realizan los buscadores en Nuevo León, por lo que se ofreció a ir con ellos.

La activista explica que ahora con el equipo que conformaron los familiares de víctimas de desaparición cuentan con capacitación y acompañamiento, pues incluso utilizan un dron para tomar fotografías aéreas y usan la técnica fotogrametría, con lo cual, en vez de revisar las dos hectáreas de un terreno a pie eligen ciertos puntos de interés donde es visible que fue modificado.

Así ocurrió en el predio de Las Maravillas entre los meses de junio y agosto, según relata, donde eligieron puntos donde se alteró el terreno o había indicios como latas de cerveza, ropa, zapatos o hasta empaques de frituras, y lograron detectar un tambo con restos humanos.

“Pero no tenemos los resultados, porque los llevaremos a un laboratorio independiente y tal vez obtengan la información genética a finales de diciembre o en enero. Igual sucede con los miles de restos que hemos entregado a la fiscalía; dicen que no son de nuestros familiares y no tienen relación con nuestras carpetas de investigación”, lamenta Hidalgo.

“La última información que proporcionaron de una relación con una familia de Fundenl data del 20 de abril de 2018, sobre los restos de Carlos Anselmo Garza, localizado en Salinas Victoria. La fiscalía se tardó tres meses”, agrega.

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