Javier Duarte lleva nueve días en huelga de hambre. Su ayuno sólo le permite consumir miel y agua, para mantener la ingesta de glucosa, necesaria para el correcto funcionamiento de órganos como el cerebro y el corazón.

 Sin embargo, ya comienza a perder peso por este ayuno parcial que utiliza como método de protestapor lo que considera un persecución política en su contra.

EL UNIVERSAL consultó al experto Francisco Gómez, internista endocrinólogo e investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán para conocer qué está pasando en el cuerpo de Javier Duarte.

¿Qué es una huelga de hambre?

La deprivación de alimento y a veces líquido en ayuno por protesta (huelga de hambre) tiene varias modalidades. Ayuno absoluto: sin alimentos ni líquidos; ayuno total: no alimentos sólidos pero sí líquidos que pueden incluir minerales; ayuno parcial: es el que sigue Duarte, en este se puede permitir azúcar o miel, para recuperar la glucosa, y sólo se abstienen de alimento sólido.

¿Qué consecuencias tiene el ayuno de Javier Duarte?

Van de la desnutrición, deficiencias de vitaminas, trastornos de electrolitos y pérdida de peso acelerada y a la cetosis, que es posiblemente el estado en que se encuentra ahora.

La cetosis es la alta producción de cuerpos cetónicos para proveer de energía a los órganos mediante un proceso metabólico que transforma la grasa en energía.

Durante la década de los setenta, este tipo de ayuno se utilizaba hasta por 15 días en pacientes con obesidad que tenían problemas para bajar de peso, señaló el experto.

“Estos pacientes toleraron estos periodos de ayuno vigilados en un hospital.” Actualmente, existen dietas que eliminan el azúcar y los carbohidratos. Hacerlas provoca dolor de cabeza, náuseas, mareos, mal aliento, orina con aroma a acetona y pérdida de peso y masa muscular.

¿Qué le está pasando a su cuerpo al consumir sólo esos alimentos?

La pérdida mayor es de grasa, que se utiliza como combustible; disminuye el sodio, el potasio, el cloro; puede haber dispepsia (un trastorno digestivo que genera ardor, flatulencias y náuseas) y en algunos casos diarrea que puede agravar el déficit de electrolitos.

En casos de deprivación severa y/o prolongada puede haber daño muscular, renal y neurológico.

En pacientes como Javier Duarte, que tiene depresión y otras enfermedades crónicas, se está más expuesto a complicaciones.

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