El Gobierno de la Ciudad de México puso en operación el Radar Meteorológico a través del cual se podrá conocer hasta con dos horas de anticipación las zonas donde se presentarán lluvias y su intensidad.

José Ramón Amieva, jefe de Gobierno capitalino, indicó que con ello los equipos de emergencia del Sistema de Aguas (Sacmex) y de Protección Civil, en conjunto con los 120 campamentos ubicados en zonas susceptibles de inundación, podrán tomar medidas de prevención.

“¿Qué es lo que nos permite esta herramienta?, nos permite anticipar y tomar las decisiones de manera oportuna para apoyar obviamente a las vialidades, a las casas, a los establecimientos comerciales, a través de los cuerpos de emergencia y de atención que tenemos para este sistema de lluvias”, destacó el funcionario.

El director general del Sacmex, Ramón Aguirre, explicó que con este aparato ubicado en el Cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa, se tendrán pronósticos con imágenes en alta resolución y  de mayor precisión, a diferencia de los meteorológicos que pueden ser de hasta un mes o semanas.

“Se transmitirá información en tiempo real; en el momento en que el radar emita sus señales la tratamos nosotros, se va a emitir vía microondas hacia el Sistemas de Aguas y de ahí ya se puede subir a internet”, explicó.

A través de las páginas del Sacmex y de la Secretaría de Protección Civil, los capitalinos podrán acceder a un mapa en el que observarán el movimiento de las nubes.

Las áreas en tonos verdes son aquellas en donde se registran lluvias ligeras, pasando por colores azules hasta el morado en casos donde se presenten trombas.

Ramón Aguirre detalló que el radar, para el cual se destinó una bolsa de inversión de 24.8 millones de pesos, realiza un barrido de toda la Ciudad de México desde una posición horizontal hasta una inclinación de 30 grados, por intervalos de cinco grados, en un tiempo de cinco minutos.

Es decir, cada cinco minutos arroja una “fotografía” en la que se podrán ubicar las zonas con mayor carga de nubes y que ayudará a saber si es que se trata de una lluvia con potencial de granizo, así como la dirección y la velocidad del viento que la acompañan.

Aguirre Díaz señaló que por la ubicación del radar, en las inmediaciones del basamento piramidal del Templo del Fuego Nuevo, para lo cual se contó con el permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), permite tener una visibilidad “inmejorable” de la Ciudad, por arriba incluso de los edificios más altos.

Se encuentra, afirmó, en una zo na urbana sin producir interferencias ya que no envía ondas electromagnéticas hacia la superficie de la Ciudad de México.

“Había una preocupación de que si estaba radiando hacia la Ciudad, la realidad es que no”, agregó.

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