La consejera nacional vitalicia del PAN, Elena Álvarez de Vicencio, señala que fue la ambición por los cargos públicos lo que ha llevado al partido a laderrota electoral, y a la crisis de valores en la que se encuentra.

En entrevista con EL UNIVERSAL, dice que es la ambición y los intereses de grupo o personales los que permitieron que los panistas perdieran de vista los valores esenciales, se violentaran las normas y se dejara de lado que el poder ayuda a servirle a la gente, mas no para servirse de él.

Elena Álvarez agrega que, de haber elegido al candidato presidencial mediante el método de elección como lo marcan los estatutos, no habría tanta división, pues aunque asegura que Ricardo Anaya no fue un candidato equivocado, de haber salido de una elección habría contado con el respaldo de todo el panismo.

Asienta que el nuevo presidente del PAN tiene la obligación de pensar en todo el panismo, no sólo en él o en su grupo, además de ser electo por el voto de la militancia y no por acuerdos, de no ser así, Acción Nacional seguirá fracturado y sin la posibilidad de ser la oposición que la sociedad reclama.

La ex legisladora federal afirma que ante la llegada del nuevo gobierno, el PAN está obligado a actuar como una oposición constructiva y propositiva, pero también combativa, pues aunque tengan minoría en el Congreso de la Unión, su voz se debe escuchar pues el blanquiazul tiene la experiencia necesaria para hacerle frente a la hegemonía, esa que combatió durante sus primeros 50 años bajo las siglas del PRI, y a la que con el paso del tiempo la obligó a cambiar.

 

¿Cómo ve a Acción Nacional tras el proceso electoral?

—Triste, dividido, porque si bien estuvo dispuesto a darle a México un nuevo gobierno no lo logró, por eso si bien, no queremos volver a lo que el partido fue en sus orígenes, sí necesitamos ofrecer algo que esté a la altura de México, por lo que se requiere otro tipo de acciones.

Sí necesitamos volver al espíritu que animaba a realizar el trabajo político, la riqueza del partido fue siempre la doctrina, sus principios, que eran la meta a seguir. Tenemos que regresar al cumplimiento de sus normas desde todos los niveles, desde lo municipal hasta lo nacional, a respetar los estatutos, eso fue lo que le dio fuerza a Acción Nacional.

El PAN tuvo fuerza en sus 50 años sin financiamiento público, con el trabajo voluntario 100%, pero la riqueza estaba en el deseo profundo de cambiar a México, de establecer una democracia, de que los gobiernos estuvieran al servicio de los ciudadanos, y lo que vemos ahora es la culminación de un deterioro que fue trayendo los cambios legales, como los plurinominales, desde entonces el partido no se adoptó éticamente, los plurinominales hicieron daño porque acabaron con el deseo de hacer una buena campaña.

Esa ley debería reformarse para evitar la ambición y regresar a las buenas campañas, a la lucha por los espacios legislativos.

¿La ambición destruyó al PAN?

—La ambición hizo que se perdieran los valores esenciales, de que ya no se trabajara más por el deseo de servir a México, sino de encontrar un cargo bien remunerado, el hecho de que ahora se bajen las remuneraciones ayuda, era necesario para que no se ambicione tanto por lo económico, y mejor se piense en servir al país.

¿Cuál es su reflexión de los resultados del 1 de julio?

—He pensado que las necesidades de México son muy fuertes, y es una pena que no todos los partidos hayan podido responder a esas necesidades, lo más importante ahora es que quien va a llegar al gobierno atienda las necesidades urgentes de pobreza, desigualdad, fuentes de empleo, eso es lo que México requiere, y los partidos están para dar gobernantes que resuelvan eso, yo espero que el panismo aprenda, para que no haga lo que no nos convino.

¿Qué le pasó al panismo para perder por segunda ocasión la Presidencia de la República?

—Nos falló el método para elegir candidato, no que hayamos elegido al candidato equivocado, sino que se eligió por el método inadecuado, ahí fue un incumplimiento de la norma, el partido tenía que hacer una elección interna, y como eso no se respetó, causó división en el partido.

¿Usted cree que el Frente Ciudadano le hizo daño al blanquiazul?

—Ese fue otro elemento también, porque no fue suficientemente consensuada la decisión de ir en coalición, los panistas no fueron primero convencidos de que eso era lo necesario, ese tema era materia para discutirse en una asamblea general, de estudio profundo para sacar el convenio de todos, esa decisión tomada en esa forma también dividió.

¿Considera que Ricardo Anaya debió esperar para ser candidato?

—Yo creo que el procedimiento que hizo fue equivocado, a lo mejor él habría sido el candidato que se llevaría la unidad de todos, pero debió pasar por el proceso que marca los estatutos y el no haberlo hecho causó esa división.

¿La salida de Margarita Zavala daña al PAN?

—Yo creo que lo dividió, de haberse dado la elección como lo marcan las normas, había tres candidato presideciales decididos, [Ricardo] Anaya, Margarita [Zavala], [Rafael] Moreno Valle, con el cumplimiento de la norma se hubiese hecho una elección, y el que hubiese salido, todo el panismo habría estado con él.

Hubiera tenido un respaldo unánime, pero las decisiones se tomaron así, y a muchos panistas les pareció que no era lo adecuado.

Yo espero que regrese [Margarita Zavala], es una panista de corazón, y no renunció al PAN por quererse salir, sino porque ella estaba con el deseo de competir y creo que si regresa nos dará mucho gusto.

¿El grupismo ha lastimado al instituto político?

—Sí, porque el grupismo se hace para encontrar un cargo, para favorecer, yo creo que el grupismo no tiene sentido si cumplimos las normas, si tenemos reglamentos para cada caso, de aplicarlos, el grupismo sale sobrando. Eso no es del estilo del PAN.

 

¿Qué tiene por hacer el panismo en el marco de la renovación de la dirigencia nacional?

—En primer lugar, tener presente lo que nos hizo daño, que fue olvidarnos de nuestras normas, entonces tenemos que comenzar a cumplirlas, y si hay normas que ya no cumplen con las necesidades, entonces reformarlas, pero sin olvidar los principios. Tenemos que volver a las raíces, pero adaptarlas a las necesidades de México.

¿Cómo debe ser el nuevo presidente del PAN?

—Primero, debe salir electo por la mayoría en una elección con el voto de la militancia, que no sea un acuerdo, el partido tiene sus normas y ayudan a que con eso haya un presidente fortalecido con la voluntad de los que lo votaron.

¿Qué opina de los que hasta ahora han levantado la mano para presidir al partido?

—Yo creo que cada votante debe analizar si es un candidato dispuesto a respetar al partido, sus normas, principios, y que va tener como meta servir al panismo y al país, y no servirse a sí mismo.

¿Qué les dice a quienes aspiran a la presidencia nacional del PAN?

—Que lo hagan pensando sólo en el bien de México y del partido, nadie debe pensar en su bien personal. Hace falta que tengan espíritu de servicio.

¿Lamenta que el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, haya decidido no ir por la dirigencia del PAN?

—Admiro mucho a Miguel Márquez, y me habría gustado mucho que compitiera por la presidencia, pero es tan personal que lo respeto, esperemos encontrar candidatos de su nivel o con su espíritu.

Una oposición constructiva

¿Cómo lograr la unidad del Partido Acción Nacional?

—Cumpliendo las normas y los principios. No es tan difícil.

¿Cómo debe ser el papel del PAN ante el nuevo gobierno?

—Yo creo que decir de izquierda o de derecha ya no es correcto, es como pantalla para apoyar o no.

El nuevo gobierno debe responder a las necesidades de los ciudadanos, y nosotros como instituto político tenemos que apoyar al gobierno a que resuelva esos problemas.

Una oposición totalmente constructiva. Creo que Acción Nacional como oposición ha ayudado mucho en el Poder Legislativo, reformando las leyes que el país necesita, yo creo que independientemente de que el voto del PAN no va a ser mayoritario, el partido debe dejar historia, posicionando lo que es adecuado para México, su papel actual es de oposición a lo que no esté respondiendo a las necesidades del país, y de apoyo a lo que sí beneficie a la nación.

El partido tiene mucha experiencia en luchar contra un partido hegemónico, porque sus primeros 50 años fueron de lucha contra la hegemonía, el PRI era el partido hegemónico, y el PAN supo luchar, y lo obligó a cambiar en lo que se tenía que cambiar, entonces ahora es una nueva hegemonía, pero el partido tiene experiencia.

¿Acción Nacional puede recuperarse de esos baches?

—Seguramente sí, si fuimos capaces de durar con un partido hegemónico que no se reformaba, pues yo creo que es más fácil irse recuperando de los errores, corrigiendo lo que se debe corregir, y fortaleciéndonos.

Tenemos principios, normas, mucha riqueza en muchos dirigentes que por una razón se alejaron, mucha militancia que se volverá a unir si el deseo es servir a México.

¿Cuál es el futuro del PAN?

—Yo lo veo prometedor porque si fuimos tantos años oposición, sabremos ser ahora una vez más oposición responsable y trabajadora.

¿Qué le dice a la militancia?

—Todos nos sentimos llamados a hacer algo para que el PAN vuelva a ser útil para México, yo creo que todos debemos sentirnos llamados a fortalecer al partido para que sea mejor cada vez.

¿Considera que al PAN le fue igual o peor que al PRI?

—Independientemente de los votos que haya sacado uno o el otro, lo que importa es la forma de reorganizarnos y recomponernos, y empezar a trabajar.

El PAN debe estar unido, apegado a sus principios, cumpliendo las normas y reformando todas aquellas leyes que ya no corresponden al tiempo actual, me gustaría que entre todos los panistas que se quedan o entran al partido digan que están aquí para servir a México, no para ver qué cargo puedan tener, como entrábamos antes, para servir, no pensando si iba a obtener algo o no, yo entré hace casi 70 años.

Acción Nacional tiene que regresar a las calles, pues aunque los medios de comunicación han servido tanto, necesitamos acercarnos a los ciudadanos.

¿El blanquiazul dejó de escuchar a la ciudadanía?

—En algunos casos sí. Tenemos que elegir a nuestros dirigentes, salir unidos de la elección, fortalecernos y trabajar sin descanso y ser una oposición propositiva.

El PAN puede recuperar la Presidencia de la República, pero va a depender de que hagamos todo lo anterior, de que estemos unidos los panistas y fortalecidos.

¿Qué necesita hacer Acción Nacional para ganarse de nuevo la confianza de la ciudadanía?

—Adaptar sus principios a las necesidades actuales de México, porque no podemos decir que el partido tiene que regresar a lo que era hace 70 años, pero sí puede ser la esencia del PAN adaptada a lo que el país necesita.

¿Qué necesita México del PAN?

—Necesita generosidad, capacidad, entrega, conciencia del deber cumplido, pero sobre todo, cuando se llegan a los puestos de gobierno, que se recuerde que los cargos son para servir a la gente, no para servirse de ellos, si el panismo entiende ello, México y el panismo saldrán ganando.

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