Los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germain Muñiz García, ejecutados la madrugada de este lunes en el municipio de Taxco, Guerrero, fueron despedidos entre rezos y lágrimas de sus respectivos feligreses.

Los obispos Leopoldo González, de la Arquidiocesis de Acapulco, y Salvador Rangel, del obispado de Chilpancingo-Chilapa, cada quien por su lado, oficiaron misas de cuerpo presente en memoria de ambos curas, para quienes exigieron justicia.

Al sacerdote Germain Muñiz se le dio un último adiós en el cementerio de Apango, municipio de “Mártir de Cuilapa”, región Centro de Guerrero, entre el llanto de sus feligreses y reclamamos de justicia por parte de sus familiares y del obispo Salvador Rangel, quien aseguró que el asesinato de ambos sacerdotes se da dentro de un clima de “circunstancias difíciles y de violencia en Guerrero”.

Descartó que los sacerdotes hayan pertenecido a algún grupo del crimen organizado y dijo que ambos tenían el gusto por la música y habían acudido al festival en Juliantla para ver si algún empresario promovía su música.

En el caso del cura Iván Añorve, primero fue llevado hasta la población de Las Vigas, donde el arzobispo Leopoldo González oficio misa de cuerpo presente en la parroquia del lugar, de donde fue subido a una carroza para transportarlo hasta San Luis Acatlá, de Tecpan de Galeana, de donde era originario y donde fue recibido por la feligresía entre llantos y rezos, mismos que programaron su sepultura para hoy miércoles.

mdgm

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