Durante un minuto el único sonido en las bocinas fue el viento, detrás del micrófono las personas que integran el colectivo Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej) guardaban un minuto de silencio para recordar a los más de 3 mil desaparecidos en el estado.

Desde la explanada de la Glorieta de los Niños Héroes, renombrada como Glorieta de las y los desaparecidos, las mujeres que año con año desde 2012 han tomado este sitio para recordar a sus hijos desaparecidos en el contexto de la celebración del día de las madres, señalaron que otra vez, nada tienen que festejar.

Desde la avenida Chapultepec, al pie de la glorieta, unas 3 mil personas escuchaban y respondían a coro, "no están solas, no están solas", sin embargo, a esta marcha no acudieron los miles de estudiantes de distintas universidades que se comprometieron a acompañar a las familias de los desaparecidos durante la pasada manifestación del 26 de abril realizada por la desaparición de Javier Salomón Aceves, Marco García y Daniel Díaz, los tres estudiantes de cine privados de su libertad el 19 de marzo en Tonalá.

Desde las 18 horas los asistentes a esta manifestación silenciosa comenzaron a congregarse en la Plaza de la República, en la confluencia de las avenidas México y Chapultepec; poco a poco el contingente se fue colocando de tras de las mujeres vestidas de blanco que cargaron en silencio las fotografías de sus hijos e hijas, esposos o hermanos y hermanas desaparecidos durante el kilómetro medio.

Al llegar al cruce con la avenida Vallarta, un grupo de estudiantes de las carreras de Sociología, Historia y Antropología que el este viernes levantaron el paro que iniciaron el miércoles pasado para protestar por los desaparecidos, esperaban en silencio y con el puño levantado el paso de la marcha; permanecieron ahí, detrás de una gran manta desplegada a lo ancho de la avenida Juarez (“Asamblea de estudiantes en paro por nuestrxs desaparecidxs”) y se colocaron al final del periplo como retaguardia simbólica.

Al llegar a la glorieta, las familias fueron recibidas por otro grupo de estudiantes que rodeaban el monumento y les manifestaban su apoyo.

Un vez en la explanada Guadalupe Aguilar, una de las fundadoras de Fundej y quien desde 2011 busca a sus hijo José Luis, desaparecido también en Tonalá, tomó el micrófono y con la misma rabia y dolor de aquellos primeros días de búsqueda, recordó que Jalisco es el tercer lugar nacional en desapariciones y que tan solo de enero a la fecha van 608 casos reportados.

“Estamos aquí para expresar el dolor y la gran frustración porque no hay nadie a quien acudir dada la indolencia e incapacidad de las autoridades”, dijo.

Los 60 segundos de silencio al que llamaron se diluyeron entre la música que comenzó a emerger detrás de las madres de las madres; entre los presentes estaba Rubén Albarrán, de Café Tacuba, quien dirigió unas palabras de solidaridad a las familias de los desaparecidos.

“Hacer esto, estar presente aquí es parte de nuestro trabajo como ciudadanos, esto es la democracia, democracia no es ir a votar cada 3 o 6 años, es estar en la lucha propia para que en tu mundo, en tu familia, en tu trabajo, en tu comunidad las cosas se lleven bien”, señaló.

Después tomó el micrófono y siguiendo los acordes de la jarana comenzó a entonar los versos de “Amor divino”, que tomó otros significado a partir de ese momento:

“A veces pienso que tu nunca vendrás, pero te quiero y te tengo que esperar, es el destino me lleva hasta el final, donde algún día mi amor te encontrara”…

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