Las olas de calor en las ciudades se agravan por la expansión del asfalto urbano, el cual absorbe más radiación que otros recubrimientos y origina la formación de islas de calor o térmicas, explicaron especialistas del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM.

Elda Luyando López, académica del CCA de la Universidad Nacional Autónoma de México, explicó que la ola de calor que se vive en estos días se agrava por el calentamiento por islas térmicas o de calor, generadas por el asfalto.

De esta forma se siente más calor en el centro de las ciudades y especialmente por las noches puesto que los edificios guardan calor.

La sensación térmica, que es la manera en que las personas experimentamos la temperatura en el ambiente, se mide a través de índices bioclimáticos, que toman en cuenta variables como la temperatura, humedad, velocidad del viento y radiación de las paredes, entre otras; esto proporciona una medición más cercana a la realidad, que sólo tomar la temperatura.

“Las altas temperaturas registradas últimamente, ocasionadas por las olas de calor, no son inusuales, incluso los datos registrados el año pasado fueron levemente más altos que en este 2018”, explicó la investigadora.

Se puede hablar de la existencia de una ola de calor cuando durante varios días se rebasa la temperatura máxima promedio que se ha alcanzado en una entidad o en una región del país. Aunado a esto, en estos momentos está ocurriendo en el país un fenómeno conocido como anticiclón que se localizó en la tropósfera, que es la capa de la atmósfera que está en contacto con la superficie de la Tierra, en la que se desarrollan todos los procesos meteorológicos y climáticos.

“Estas variaciones se han desarrollado en las últimas décadas, y se pueden atribuir a múltiples factores, no sólo al calentamiento global: el aumento en la frecuencia de eventos de El Niño y el crecimiento del asfalto urbano”, dijo la investigadora.

GR

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